La realidad es que la única explicación directa sobre ese asunto proviene de la Torah oral. Tome en cuenta que para los judíos fieles, y en este caso los fariseos, la Torah oral tiene la misma autoridad doctrinal que la Torah escrita. Jesús fue un judío fiel de tradición farisaica, al menos en los evangelios sinópticos. Por tanto debía conocer bien los misterios de los cielos superiores y los mundos espirituales como están revelados en el Midrash y el Gemorah.
Según esos escritos existen 7 cielos, de los cuales nosotros solamente percibimos el primero, que incluye TODO el universo como lo vemos y percibimos.
Los demás son niveles ya espirituales que van ascendiendo hasta llegar a la gloria misma del Creador o "Ein Sof".
Esa gloria fue revelada en contadas ocasiones. La primera vez fue cuando el Señor descendió en el Har Sinaí, para entregar la Torah al Pueblo. Cuentan los grandes rabinos que los 7 cielos fueron abiertos y la Gloria inefable del Señor se posó sobre la montaña. Por ello nadie podía acercarse al monte, y todos los judíos tuvieron una experiencia tan agresiva y trascendente que según cuenta la Torah en el libro de Shemot (Éxodo) pudieron escuchar la Voz del Todopoderoso y hasta VER el sonido del Shofar.
EL sonido jamás es visto. Los sentidos de los judíos fueron elevados al nivel de los niveles espirituales. La experiencia fue de tal magnitud que, según cuenta la Torah, le rogaron a Moshe que de ahí en adelante el Señor se comunicara solamente con él y no con el pueblo. Indican los rabinos que, igual que sucedió con Ezequiel, el encuentro con la Gloria del Eterno es casi una experiencia de muerte, por su inmensidad.
Los otros eventos son cuando el Señor pasa frente a Moshe, la visión de Ishaiahu (Isaías) y el Merkabah, o visión de Ezequiel.
En esos momentos los cielos fueron abiertos.
A parte de los 7 cielos también se indica que existen 4 mundos, tres de ellos superiores a nuestro universo material.
Cada uno de ellos son los lugares donde se encuetra el Paraíso, las moradas angélicas y la Gloria del Señor.
Sobre esta mención en los evangelios del "Seno de Avraham", pues es una interpretación no muy clara del asunto, pero sin duda están haciendo alusión a esas doctrinas propias del judaísmo, no del cristianismo que solamente concibe un "cielo", sin tomar en cuenta que en el libro de Bereshit (Génesis) claramente se dice que el Señor creo "los cielos". Son muchos.
Ese lugar mencionado en los evangelios se debe estar refiriendo al mundo de Yetzira, donde se encuentra el Paraiso. Sobre ese mundo existen dos más, muy elevados.
Según el Talmud, en el siglo I el Rabbi Akiva junto a tres de sus discípulos pudieron ascender a ese mundo, al Paraiso durante una profunda meditación.
Solamente el Rabbi Akiva pudo retornar en paz, pues sus discípulos, quienes aún no tenían el nivel espiritual de su maestro retornaron traumados con la experiencia.
Un discípulo perdió la razón. Otro se apartó convirtiéndose en un hereje y el último murió.