PARABOLA DE LA SEMILLA DE MOSTAZA.

Raul Fierro

Raul Fierro
15 Julio 1999
3.027
16
72
discipulos.mforos.com
Parábola de la semilla de mostaza (Mt. 13.31-32; Mr. 4.30-32)

Lucas13:18

Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé?
19 Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.

Y se hizo árbol grande! …

Aqui, la grandeza no está apuntando a lo que muchos “predicadores” quieren dar a entender, donde el Evangelio del Señor crece y toma el mundo.

Ese hombre que planta éste grano de mostaza, no es ni el Señor Jesucristo, ni la Iglesia;

Es mas bien Satanas mismo, que en éste huerto, la capital de las tinieblas, en el cual él es el principe de este mundo, planta su semilla de maldad, la abona, la riega y la hace crecer por medio de sus contrataciones e injusto comercio; comercio en el cual han vivido en la opulencia y el pecado todos sus siervos, gozando de deleites cada dia.

Su desarrollo nos lleva al fin de los tiempos, y su crecimiento exterior, no hace mas que apelar a los agentes diabólicos, “las aves del cielo” aves impuras, cuya descripción encontramos bien detallada en Apocalipsis 18:1-2

2 Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible.

Este estado de cosas no va a continuar indefinidamente, pues cuando venga el Señor, limpiara su era de todo lo que contamina.

Así es que te repito las palabras del Maestro:

Mirad que nadie os engañe, porque vendrán MUCHOS en MI NOMBRE, y a MUCHOS engañaran.


El que tenga oídos para oír, que escuche lo que el Espíritu dice a la Iglesia.
 
Un pequeño pecado.

Un pequeño pecado.

Atención:

En el plano particular.

Esta semilla de mostaza, que siendo tan pequeña alcanza grandes proporciones, no es mas que una advertencia de Dios, para que tengas en cuenta que un pequeño pecado, puede posibilitar que vengan las "aves del cielo" a hacer nido en tu vida. Luego toma tu familia y los que te rodean, la llevas a las reuniones y se hace arbol en la congregación.

El que tenga oidos, escuche lo que el Espíritu dice a la Iglesia.