6Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.(Juan 19:26)
Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús.(Juan 13:23)
Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar.(Juan 21:7)
Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?
Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.(Juan 21:20-24)
Como vemos, Juan se refiere a sí mismo siempre como el díscipulo a quien Jesús amaba; es más bien una actitud de modestia para no poner su nombre, o por no decir, "volviendose Pedro, vió que yo le seguia".
Es ciero que Jesús nos ama a todos, pero solo Juan recibió a María en su casa, para que ella no quedara desamparada. Es curioso, que ni Pablo, ni Pedro ni el resto de escritores del Nuevo Testamento, digan NI UNA SOLA PALABRA DE RECIBIR A MARIA COMO HIZO JUAN.
Juan Manuel, ese argumento no es nada sólido.Es una historia no carente de romanticismo y de buenas intenciones, pero que solo sirve para apoyar un dogma que en la Biblia no encontramos ni por asomo.
Sin embargo, si es bíblico hospedar en nuestra casa a los obreros de Dios, como tenemos reflejado claramente y en varias ocasiones en el Nuevo Testamento. ¡¡ Es curioso, que eso si haya quedado escrito, y lo de María, no !!
Esa es la explicación que te da tu iglesia Juan Manuel, insisto, investiga por tu cuenta y deja que el Espíritu Santo te guíe, ¡¡ estás creyendote a ciegas lo que te dicen los hombres !!
Maripaz