Originalmente enviado por Fabricio:
[QB]EL ALMA MUERE
Por lo tanto, si no tenemos un alma inmortal, no existe un lugar de tormento eterno, como las antiguas religiones paganas, que enseñaban que los dioses atormentaban eternamente a los rebeldes. No, la Biblia no enseña nada semejante a eso, sino que dice:
"Porque los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos NO TIENEN CONCIENCIA de nada en absoluto, ni tienen ya más salario, porque el recuerdo de ellos se ha olvidado" (Eclesiastés 9:5).
"No tienen conciencia"... eso significa que al no tener conciencia no experimentan dolor. La doctrina del tormento eterno dice que los pecadores son sufren tormento, lo que significaría que sí tienen conciencia. Pero en el versículo anterior se señala claramente que los muertos "no tienen conciencia de nada en absoluto".
¿Cuál fue el castigo que Dios le dio a Adán por su pecado? ¿Tormento eterno en las llamas del infierno?... La Biblia responde:
"Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas AL SUELO, porque de él fuiste tomado. Porque POLVO ERES y a polvo volverás" (Génesis 3:19).
Así es, cuando morimos, puesto que somos hijos de Adán, descendientes de él, vamos al polvo, no a las llamas del infierno. ¿O caso Dios en algún momento le mencionó a Adán que sería atormentado eternamente? No.
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¿ENSEÑA ECLESIASTES QUE DESPUES DE LA MUERTE LA VIDA CONSCIENTE SE EXTINGUE?
Muchos, incluyendo sectas como los Testigos de Jehová y movimientos cristianos controversiales o aberrantes como los Adventistas, enseñan que la vida del hombre se extingue por completo, incluyendo su estado consciente, durante el período entre la muerte y la resurrección.. Esta doctrina se conoce como “el sueño del alma” y está directamente relacionada con la definición que estos grupos le dan a la palabra “alma”. Los Testigos de Jehová por ejemplo, le llaman alma a todo el ser viviente, su cuerpo y su psiquis. Admitir que el hombre tiene una naturaleza inmaterial (un alma en el sentido bíblico) que sobrevive la muerte, les significaría ir en contra de su definición de alma. Para sostener la doctrina del sueño del alma se basan en pasajes del A.T., siendo el libro de Eclesiastés su “caballito de batalla” por excelencia. Tomemos para ilustrar, Eclesiastés 9:5, un favorito de los proponentes de la doctrina:
“Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido”.
El razonamiento es: Ya que los muertos no saben nada, o no tienen conciencia de nada, es obvio que la gente no siente ni dolor ni placer ninguno luego de la muerte.
LA VERDADERA ENSEÑANZA BIBLICA
Si bien los eruditos evangélicos interpretan Eclesiastés en diferentes formas, TODOS están de acuerdo de que el versículo anterior no enseña que el hombre no tiene una existencia consciente después de morir. Veamos brevemente los dos siguientes puntos de vista:
1) Se da por entendido que el libro de Eclesiastés presenta dos formas opuestas en cuanto al propósito del hombre en el mundo. Una es secular, hunanista, materialista. Esta interpreta todas las cosas desde la perspectiva terrenal y limitada, no reconociendo a Dios y su involucramiento en los asuntos de los hombres. En esta perspectiva no hay absolutamente ninguna clase de revelación divina. La otra perspectiva es la divina o espiritual, la que interpreta la vida y sus problemas desde un ángulo que honra a Dios. Esta última toma la revelación divina en consideración. Esta es la perspectiva que triunfa sobre el final del libro.
Aquí está lo queremos destacar: Hay muchos expertos que interpretan Eclesiastés 9: 1-10 como reflejando la perspectiva terrenal, la que carece de revelación divina. Para probar que estos versículos expresan estrictamente la perspectiva humana, David Reed sugiere:
El autor no solamente dice en v.5 que los muertos no saben nada, sino que además agrega que “nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol (v.6).
Pregúntele a la persona que cree en el sueño del alma si ella cree que los muertos se han ido para siempre. La respuesta será “no”, porque él o ella cree en una resurrección futura. El v.2 expresa el pensamiento de que “todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso ocurre al justo y al impío; … al limpio y al no limpio”. Esta es un idea contraria a todo el resto de la Escritura. Pregúntele a su interlocutor si ella o él cree que va tener el mismo destino, independientemente de si es justo o impío. La repuesta otra vez sera “no” …. Nosotros concluímos que el v.5 está situado en medio de una sección que expresa el punto de vista secular sin fe, no el punto de vista de Dios. (Jehovah’s Witnesses Answered Verse by Verse; Grand Rapids; Baker Book House, 1992, p.39)
Ya que Eclesiastés expresa una opinión estrictametne humana, podemos decir que desde esa perspectiva, los muertos no son conscientes de nada. Si este es el caso, el versículo no enseña la VERDAD DE DIOS. Por lo tanto el versículo no puede ser usado para apoyar la inexistencia inmediata a la muerte.
La experta en sectas Marian bodine plantea otro punto similar con respecto al versículo. Ella dice:
“ Si la frase ‘nada saben’ significa que los muertos están inconscientes en la tumba o en el mundo de los espíritus, entonces la frase ‘ni tienen más paga’ quiere decir que no habrá resurrección o ‘paga’ [recompensas] después de esta vida. (Witnessing to the Witnesses, Irvina, CA: n.p., n.d., p.59; Jerry and Mariane Bodine).
2) Hay otros eruditos evangélicos que interpretan Eclesiastés como que los muertos no están conscientes de los eventos que suceden en la dimensión física. En su comentario, Robert Jamieson, A.R. Fausset, y David Brown, dicen que los muertos “nada saben” en lo que tiene que ver con sus sentidos corporales y con las cosas que ocurren en el mundo (Job 14:21; Isa. 63:16). [P.1305]. H.C. Leupold, en su comentario de Eclesiastés, dice que este versículo solo expresa la relación del muerto con este mundo (p.211).
A pesar del comentario anterior, podemos decir sin temor a equivocarnos que los muertos están conscientes de las cosas no asociadas con la dimensión física y terrenal.
Concluyendo, Eclesiastés 9:5 no puede ser usado para apoyar un estado comatoso entre la muerte y la resurrección. Los que opinan lo contrario, sólo están viendo algo en el pasaje que simplemente no está ahí.
Los demás pasajes que utilizan del A.T. son también fácilmente refutados con la correcta interpretación, si es que alguien desea entrar a allí.
AUSENTES DEL CUERPO Y PRESENTES AL SEÑOR
En 2 Corintios 5: 6-8 leemos:
“Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no por vista); pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor”.
En el texto griego de este pasaje, las frases “presentes al Señor” y “ausentes del Señor” están en el tiempo presente (que indica acción continua). Nosotros podríamos leer a Pablo de esta forma:
“Por lo tanto, viviendo siempre confiados, y sabiendo que mientras continuamos estando en el cuerpo, también continuamos estando ausentes del Señor’.
En contraste con esto, la última parte del pasaje contiene dos aoristas infinitivos: “ausentes del cuerpo” y “presentes al Señor”. Estos aoristas acarrean la noción de “una vez por todas”. [Citado en Anthony Hoekema, The Four Major Cults –Grand Rapids; Eerdmans, 1978 – p.356). Podríamos entonces leer de la siguiente manera, de acuerdo con el autor mencionado anteriormente:
“Así que vivimos confiados, yo digo, y prefiero estar ….. ausente del cuerpo [mortal, peredecedero] y de una vez por todas presente al [con él] Señor.
En cuanto a todo esto el Sr. Hoekema comenta: “Mientras que los tiempos presentes en el v.6 nos pintan una continuidad de estar en el cuerpo y una continuidad de estar lejos del Señor, los aoristas infinitivos del v.8 apuntan hacia un suceso que ocurre en un momento y de una vez por todas finalizado. ¿Qué significa esto? Solo puede haber una respuesta: La muerte es una transición inmediata entre el estar en el cuerpo y estar en casa con el Señor (p.356).
En el momento que el cristiano muere, ella o él inmediatamente está en la presencia del Señor.
Es interesante además, notar que la palabra griega “pros”, que es usada en la frase “presentes al Señor”, sugiere una relación íntima, bien cercana (cara a cara). Pablo por lo tanto, indica que la relación que él espera tener con Cristo inmediatamente después de su muerte física es de una gran intimidad.
Se desprende claramente de los pasajes citados en este escrito, que los seres humanos poseen por cierto una naturaleza inmaterial que sobrevive la muerte física. Esta naturaleza inmaterial goza de una existencia consciente después de la muerte. El efecto acumulativo de estos pasajes y otros es devastador para la doctrina del sueño del alma.
Bendiciones
Pablo
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¿QUE ES LA DOCTRINA DE LA ANIQUILACION?
La doctrina del aniquilacionismo enseña que el hombre fue creado inmortal, pero aquellos que continúan en pecado y rechazan a Cristo son, por un acto positivo de Dios, privados del don de inmortalidad y son últimadamente destruidos.
Otra doctrina, llamada “inmortalidad condicional”, argumenta que la inmortalidad no es un don natural del hombre, sino un don de Dios en Cristo sólo para aquellos que creen. La persona que no acepta a Cristo es en última instancia aniquilada y pierde todo estado de consciencia. Algunos de los adherentes de estas doctrinas enseñan un sufrimiento consciente de duración limitada para el inconverso después de la muerte, y que luego serán aniquilados.
Hay muchos pasajes que refutan el aniquilacionismo. A manera de ilustración seleccionaremos solamente un pasaje fundamental - Mateo 25:46: “E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.”
No importa cuánto podamos estirar nuestra imaginación, el castigo del que habla Mateo 25:46 no puede ser definido como una extinción de estado de consciencia sin sufrimiento. En verdad, si hay carencia de sufrimiento, también la hay de castigo. Seamos claros en esto: castigo implica sufrimiento, y sufrimiento necesariamente implica estado consciente.
El erudito bíblico John Gerstner nos dice que “se puede existir y no ser castigado, pero no es posible ser castigado y no existir. Aniquilación significa la destruccción de la existencia y todas las cosas que se refieren a la existencia, entre ellas, el castigo. La aniquilación elimina el castigo en vez de constituirlo.
¿Cómo sabemos que el castigo aludido en Mateo 25:46 no representa una extinción del estado consciente o la aniquilación? Hay muchas evidencias. Por ejemplo: consideremos el hecho de que no hay grados de aniquilación. Una persona es aniquilada o no es aniquilada. Las Escrituras por el contrario, enseñan que habrá grados de castigo en el día del juicio (Mat. 10:15; 11:21-24; 16:27; Luc. 12:47-48; Jn. 15:22; Heb. 10:29; Apoc. 20:11-15; 22:12).
El mismo hecho de que la gente sufrirá varios grados de castigo en el infierno muestra que la aniquilación o la extinción de la consciencia no es lo que Mateo 25:46, ni ningún otro pasaje de la Escritura, enseña. Estos son conceptos incompatibles.
Más aún, no se puede negar que para la persona que está sufriendo horriblemente, la extinción de su consciencia sería en realidad una bendición, no una pena (cf. Luc. 23:30-31; Apoc. 9:6). Cualquier persona que honestamente busca la verdad debe admitir que no se puede definir “castigo eterno” como “extinción de consciencia”. Debemos enfatizar que el tormento, por definición, debe ser tormento consciente. No se puede atormentar un árbol, una roca, o una casa. Por propia naturaleza, ser atormentado requiere un estado de consciencia. El experto bíblico Alan Gomes señala correctamente que “un castigo (tal como tormento) que no es sufrido, no es un castigo. Hablar de un objeto carente de sensaciones siendo castigado es usar un lenguaje muy extraño. Decir ‘Castigué a mi auto por no haber arrancado, quitándole los cables de las bujías uno por uno’, provocaría risa”. Repetimos entonces, que castigo involucra un estado consciente. Sin lugar a dudas, la Biblia no enseña la aniquilación de los incrédulos, sino su sufrimiento por toda la eternidad.
Sobre el tema de la Aniquilación, esta fue la Apologia Biblica de hoy