La carta de Divorcio
Deuteronomio 24:1-4 “Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio,(A) y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa. Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre. Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer, no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.”
Jesús enseña sobre el divorcio
(Mr. 10.1-12; Lc. 16.18)
Mateo 19:1-12 “Aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, se alejó de Galilea, y fue a las regiones de Judea al otro lado del Jordán. Y le siguieron grandes multitudes, y los sanó allí. Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado. Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.”
Génesis 2:24 “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Mateo 19:5 “y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Mateo 19:6 “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”.
La carta de divorcio es un documento que lo escribe el hombre que repudia a su esposa por algo indecente,.el esposo debe explicar las razones que tiene para dar la carta a su mujer. Eso es suficiente para producir un divorcio. Nótese dos cosas, primero que el matrimonio no es otra cosa que “tomar como mujer” a una mujer y no es ningún documento emitido por autoridades de ninguna clase. El solo hecho de haberla tomado como mujer, ya les aplica la declaratoria de: “serán una sola carne” Por supuesto que estamos hablando desde el punto de vista bíblico y no del punto de vista legal de un país en particular. Ante Dios, cada pareja que se une, es una sola carne y nada los podrá separar excepto la muerte. “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”.
El hombre no puede separar a la pareja, solo la muerte. No importa con quien se haya juntado el hombre, con ella queda casado ante Dios, 1 Corintios 6:16 “¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. Unirse con una mujer es casarse con ella. El matrimonio ante Dios es la unión física de la pareja, no una ceremonia, no un documento, no un acta. El hecho que actualmente los sacerdotes, los pastores, los notarios públicos procesan una boda no es sino con fines legales del pais, pero no es con fines divinos. La unión carnal entre un hombre y una mujer se llama matrimonio o casamiento. Efesios 5:31 “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne”
José y María se habían comprometido, no estaban aun casados, no se habían juntado cuando María apareció encinta. Mateo 1:18 (Lc. 2.1-7) “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo”.José siendo un hombre justo, no quiso desacreditarla públicamente y pensó en darle su carta de divorcio secretamente, pero el ángel de Dios se le apareció y le dijo la verdad. “José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.”
En éste mundo, las cosas no suceden así, aquí el hombre tiene la facultad de aceptar cualquier infidelidad de su mujer o bien solicitar a los tribunales de justicia se proceda a anular el matrimonio o a autorizar el divorcio. Ante Dios no hay autoridades humanas que valgan, La simple unión carnal de la pareja es ya el matrimonio y conforme a las leyes de Moisés la simple emisión de una carta de divorcio es ya la separación. Pero ante Dios no hay separación que valga, solo la muerte podrá separarlos.
Un hombre o una mujer que hayan tenido relaciones sin juntarse a vivir aparte, están cometiendo el pecado de la fornicación, Este pecado los excluye de poder entrar al reino de los cielos. 1 Corintios 6:9 “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones”, Efesios 5:5 “Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios”.
¿Qué significa no tener herencia en el reino de Dios? Significa que los que pecan voluntariamente y continúan pecando sin arrepentirse y cambiar su vida y volverse a Cristo, estos son abandonados por Dios y entregados a una mente corrupta que los dirija en sus vidas y que se encuentren con todo tipo de obstáculo, de enfermedad, de dolor y de muerte. Juan 3:36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.” Romanos 1:18 “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.” Romanos 2:5 “Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,”
Hay un orden establecido por Dios y es así: Dios, Cristo, hombre y mujer. 1 Corintios 11:3 “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”.La fidelidad de la pareja es la misma fidelidad de Cristo con la iglesia. Efesios 5:24
”Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,” La mujer y el hombre deben mostrar y vivir en fidelidad tal como Cristo y la iglesia, cualquier desorden en este aspecto, viene la ira de Dios y se cae en una mente corrupta que le lleva por los senderos de la condenación.
Mantengamos el orden, maridos: amen a sus esposas, mujeres sujétense a sus maridos, no provoquen la ira de Dios para después echarle la culpa a Dios del castigo que están recibiendo.
Meditemos profundamente acerca de esta relación, nada perdemos si obedecemos a Dios, todo es ganancia para nosotros si seguimos lo que Dios nos indica en su Palabra.
Mensaje de Victor Castro, abril 2006