Visitaba hace unos años a una familia de varios hijos. La hermana que llevaba adelante el hogar (Su esposo se había separado hacía unos años.) era una verdadera columna en la comunidad de fe, madre abnegada, responsable, cariñosa, y una guerrera de oración. Eran de recursos limitados, pero, esta mujer esforzada había podido sacar adelante a sus hijos. Su hijo mayor tenía conflictos algo fuertes consigo mismo y le estaba privando a su madre del respeto que le debía. Ella me había pedido que hablara con este adolescente, que tendría en ese entonces como 14 años. Lo había hecho anteriormente, y parecia colaborar por algún tiempo con la armonía en el hogar; pero, sus ¨cruces de linderos¨ se estaban volviendo más atrevidos. En una visita en particular que les hice, alcanzé a escuchar desde afuera, algunas palabras fuertes de este joven contra su madre, y al entrar a este hogar, me encontré con que la madre estaba de frente a él tratando de persuadirlo a que la respetara y se fuera a su habitación. ¿Y el joven? Estaba con sus brazos en posición de pelea; como boxeador se había cuadrado frente a su madre para pegarle. Yo eso no pude tolerarlo y sin saludar, me puse entre medio de esta hermana y su hijo, dándole mi cara al muchacho. Le hablé varias cosas en tono firme, pero, respetuoso. El comenzó a reirse. (No, no estaba bajo posesión demoniaca. De eso pude cerciorarme.) Volví a insistirle que respetando a su madre bajara sus brazos. Continuó su burla. En unos instantes sentí la presencia del Señor sobre mi. Cerré mis ojos, y al abrirlos, mirándolo fijamente le dije: En el nombre de Jesús, no crecerás más.
Soltó una gran carcajada. Llamé a su madre aparte y tuve algunas palabras con ella. El joven se fue a su habitación.
Este joven, que era por cierto, muy activo en deportes, redobló su tiempo dedicado al deporte, e inclusive, pasaba bastante tiempo jugando baloncesto y colgándose de brazos de una barra para asegurarse que crecería más. Su papá es alto.
Seguimos orando por él y con el tiempo, fué ¨asentando razón¨.
¿Qué sucedió? La palabra de Dios tuvo cumplimiento. Sus otros hermanos menores le rebasaron en altura.
El se quedó de la estatura que tenía a sus 14 años. Y en una ocasión, mientras yo participaba en una actividad de una iglesia, alcanzé a ver que el joven estaba allí. Me acerqué hacia el grupo en donde estaba él dialogando, y justo cuando me acercaba, sin él verme, compartió esto con los demás: Yo soy el más pequeño de mis hermanos. Ellos crecieron, pero yo me quedé pequeño. Y no sé porqué. (El tenia en ese momento como 21 años) Yo inmediatamente me le acerqué; el me saludó, yo igual, y le dije a su oido: Si, si sabes porque no creciste más. No dijo más nada. Pero esa experiencia le ayudó a saber que la palabra dada por Dios, es verdadera. Y de hecho, le ayudó a tomar en serio este camino.
Ante el toque de Dios, o nos rebelamos o nos rendimos.
En Cristo..................Erskine.
Soltó una gran carcajada. Llamé a su madre aparte y tuve algunas palabras con ella. El joven se fue a su habitación.
Este joven, que era por cierto, muy activo en deportes, redobló su tiempo dedicado al deporte, e inclusive, pasaba bastante tiempo jugando baloncesto y colgándose de brazos de una barra para asegurarse que crecería más. Su papá es alto.
Seguimos orando por él y con el tiempo, fué ¨asentando razón¨.
¿Qué sucedió? La palabra de Dios tuvo cumplimiento. Sus otros hermanos menores le rebasaron en altura.
El se quedó de la estatura que tenía a sus 14 años. Y en una ocasión, mientras yo participaba en una actividad de una iglesia, alcanzé a ver que el joven estaba allí. Me acerqué hacia el grupo en donde estaba él dialogando, y justo cuando me acercaba, sin él verme, compartió esto con los demás: Yo soy el más pequeño de mis hermanos. Ellos crecieron, pero yo me quedé pequeño. Y no sé porqué. (El tenia en ese momento como 21 años) Yo inmediatamente me le acerqué; el me saludó, yo igual, y le dije a su oido: Si, si sabes porque no creciste más. No dijo más nada. Pero esa experiencia le ayudó a saber que la palabra dada por Dios, es verdadera. Y de hecho, le ayudó a tomar en serio este camino.
Ante el toque de Dios, o nos rebelamos o nos rendimos.
En Cristo..................Erskine.