Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia 4, 22-24. 26-27. 31-5,1
Hermanos:
Está escrito que Abraham tuvo dos hijos: uno de su esclava y otro de su mujer, que era libre. El hijo de la esclava nació según la carne; en cambio, el hijo de la mujer libre, nació en virtud de la promesa.
Hay en todo esto un simbolismo: estas dos mujeres representan las dos Alianzas. La primera Alianza, la del monte Sinaí, que engendró un pueblo para la esclavitud, está representada por Agar.
Pero hay otra Jerusalén, la celestial, que es libre, y ella es nuestra madre. Porque dice la Escritura: ¡Alégrate, tú que eres estéril y no das a luz; prorrumpe en gritos de alegría, tú que no conoces los dolores del parto! Porque serán más numerosos los hijos de la mujer abandonada que los hijos de la que tiene marido.
Por lo tanto, hermanos, no somos hijos de una esclava, sino de la mujer libre. Esta es la libertad que nos ha dado Cristo. Manténganse firmes para no caer de nuevo bajo el yugo de la esclavitud.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 112, 1-2. 3-4. 5-7 (R.: cf. 2)
R. Bendito sea el nombre del Señor para siempre.
Alaben, servidores del Señor,
alaben el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
desde ahora y para siempre. R.
Desde la salida del sol hasta su ocaso,
sea alabado el nombre del Señor.
El Señor está sobre todas las naciones,
su gloria se eleva sobre el cielo. R.
¿Quién es como el Señor, nuestro Dios,
que tiene su morada en las alturas,
y se inclina para contemplar el cielo y la tierra?
El levanta del polvo al desvalido,
alza al pobre de su miseria. R.
X Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32
Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: «Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien que es más que Salomón.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás.»
Palabra del Señor.
Reflexión
No es raro encontrar gente que exige signos milagrosos que certifiquen que la fé que abrazan es verdadera.
Pero Jesús, en el pasaje del evangelio de hoy, nos muestra que no quiere que lo aceptemos a Él por los signos. Jesús se ofrece a sí mismo como señal única, suficiente y definitiva de la vida de Dios entre nosotros.
Siempre es y será Jesús.. el Hijo, la mejor prueba del Padre; no podemos pedir ni esperar nada mejor, ni más convincente, ni más auténtico, que
Jesús y su Palabra
que Jesús y su vida
que Jesús y su obra
De la decisión que cada hombre tome ante Jesús y su mensaje, depende su salvación.
Cada uno de nosotros, los cristianos somos la señal de Jesús en el mundo.
Así como Jesús fue el signo del Padre y dijo: El que me ha visto a mí, ha visto al Padre,... así cuando nos ven a nosotros, deben ver a Cristo.
El mundo no acepta sino lo que ve, por eso para aceptar a Dios, es preciso que lo vea, y cada uno de nosotros, somos los encargados de hacer visible a Dios, de mostrar a Dios.
Jesucristo no nos pide que lo admiremos, ni sólo que lo imitemos.
Jesucristo nos pide que nos dejemos transformar en Él.
San Pablo alcanzó la plena madurez de hombre divinizado cuando dijo: No soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí.
La obra de Jesucristo no está acabada. Lo estará cuando la gracia haya vuelto a equilibrar y armonizar lo más profundo del ser de todos los hombres.
El Plan del Padre, consiste en hacer que todo tenga a Cristo por cabeza.
Si elegimos a Cristo, debemos tomar parte en su misión, debemos insertarnos en la realización del Plan del Padre.
Se cuenta que un sacerdote irlandés había hecho ingentes esfuerzos por convertir a un hombre largamente alejado de la religión sin conseguirlo. El pastor y la oveja descarriada, dialogaban y razonaban pero sin ningún resultado.
Un día, llegó la Madre Teresa de Calcuta a Irlanda y se organizó un acto religioso, al que acudió mucha gente.
El encuentro consistió en oración y después la Madre Teresa dirigió la palabra a los presentes, habló sobre el amor hacia los pobres más pobres y a través de ellos a Cristo.
La oveja descarriada, asistió a la iglesia, y por la noche, se acercó al pastor y le dijo: Quiero volver a la Iglesia.
¿Qué ha pasado?, le preguntó el pastor.
Me ha hablado Madre Teresa.
¿Cómo que te ha hablado Madre Teresa?, si en la catedral había 5000 personas
Sí, pero aquellas palabras eran para mí, contestó la oveja descarriada.
¿Y qué te dijo?
Me dijo: Que Dios te Bendiga
Eso te he dicho yo muchas veces y no logré convencerte, dijo el pastor.
Sí, pero Madre Teresa me lo dijo desde el fondo del corazón le contestó él
Cuando damos vida a Cristo en nosotros, somos capaces de trasmitirlo a los demás porque lo que decimos es de Cristo, sale de nuestro corazón
Decía la Madre Teresa que tenemos que ser santos, no por el gusto de sentirnos santos, sino para ofrecer a Cristo la oportunidad de vivir de lleno su vida en nosotros.
Pidamos hoy al Señor que en nosotros haya verdadera conversión para que quien nos vea le vea a El
Dejad que el grano se muera
y venga el tiempo oportuno:
dará cien granos por uno
la espiga de primavera.
Mirad que es dulce la espera
cuando los signos son ciertos;
tened los ojos abiertos
y el corazón consolado:
si Cristo ha resucitado,
¡resucitarán los muertos! Amén.
Himno de la Liturgia de las Horas