Palabra de Dios diaria (11-10-00)

2 Junio 1999
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Mensaje Diario - http://www.jesusvive.net/

Palabra de Dios diaria -- Filipenses 4:12

Miércoles, 11 de Octubre de 2000

Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia;
en todo y por todo estoy enseñado, así para
estar saciado como para tener hambre, así
para tener abundancia como para padecer
necesidad.

-- Filipenses 4:12


Pensamiento:

En nuestro peregrinaje, algunas veces nos
encontraremos en escasez, y otras estaremos
en abundancia. Tengamos un corazón humilde
y preparado para ambas cosas, que muestre
siempre gratitud hacia el Señor.


Oración:

Padre, pongo ante ti mis necesidades una
a una, dame paz en medio de la escasez, y
dame humildad en abundancia, en el nombre
de Jesús. Amen.


Que Dios le bendiga.

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¡Jesús Vive!
 
Maripaz:
Que bueno que le proclamas al cautivo libertad.

Paz y Bendiciones...
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Lámpara es a mis pies tu palabra,Y lumbrera a mi camino. Sal 119:105
 
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia 2, 1-2. 7-14

Hermanos:
Al cabo de catorce años, subí nuevamente a Jerusalén con Bernabé, llevando conmigo a Tito. Lo hice en virtud de una revelación divina, y les expuse el Evangelio que predico entre los paganos, en particular a los dirigentes para asegurarme que no corría o no había corrido en vano.
Al contrario, aceptaron que me había sido confiado el anuncio del Evangelio a los paganos, así como fue confiado a Pedro el anuncio a los judíos. Porque el que constituyó a Pedro Apóstol de los judíos, me hizo también a mí Apóstol de los paganos. Por eso, Santiago, Cefas y Juan -considerados como columnas de la Iglesia- reconociendo el don que me había sido acordado, nos estrecharon la mano a mí y a Bernabé, en señal de comunión, para que nosotros nos encargáramos de los paganos y ellos de los judíos. Solamente nos recomendaron que nos acordáramos de los pobres, lo que siempre he tratado de hacer.
Pero cuando Cefas llegó a Antioquía, yo le hice frente porque su conducta era reprensible. En efecto, antes que llegaran algunos enviados de Santiago, él comía con los paganos, pero cuando estos llegaron, se alejó de ellos y permanecía apartado, por temor a los partidarios de la circuncisión. Los demás judíos lo imitaron, y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por su simulación. Cuando yo vi que no procedían rectamente, según la verdad del Evangelio, dije a Cefas delante de todos: «Si tú, que eres judío, vives como los paganos y no como los judíos, ¿por qué obligas a los paganos a que vivan como los judíos?»

Palabra de Dios.


SALMO Sal 116, 1. 2 (R.: Mc 16, 15)

R. Vayan por el mundo, anuncien la Buena Noticia.


¡Alaben al Señor, todas las naciones,
glorifíquenlo, todos los pueblos! R.

Porque es inquebrantable su amor por nosotros,
y su fidelidad permanece para siempre. R.


X Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 1-4

Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos.»
El les dijo entonces: «Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación.»

Palabra del Señor.




Reflexión

Jesús, con su ejemplo nos muestra la necesidad de rezar. Repetidamente el evangelio nos muestra a Jesús en oración.
Y entonces, uno de los discípulos le pide que les enseñe a orar.

Nosotros también debemos descubrir que tenemos necesidad de orar constantemente.
Que tenemos necesidad de alabar a Dios de palabra, de corazón y con nuestras obras.
Que tenemos necesidad de dar gracias a Dios por todos los bienes espirituales y materiales recibidos. Por nuestra fe, por la gracia, por nuestras familias, por tantas cosas.
Que tenemos necesidad de Dios, como tienen necesidad un niño pequeño de su padre, y le pide todo.

Y, descubierta la necesidad que tenemos de orar, debemos aprender a hacerlo. La oración no es un monólogo, sino un dialogo entre Dios y el hombre, y es Dios quien lo comienza. Pero nosotros nos debemos abrir al dialogo. Debemos estar dispuestos a la oración, y debemos poner de nuestra parte todos los medios para hacerla.

Dios habla al corazón de todo el que quiere escucharlo y reclama una respuesta. Orar bien significa ponerse en la presencia de Dios con una actitud de escuchar y darle una respuesta por medio de toda nuestra vida: pensamiento, palabra y obras.

La respuesta de Jesús no fue dirigida solamente al discípulo que le preguntó, sino a todos los hombres. Su respuesta fue la oración que llamamos comúnmente el Padrenuestro, que encontramos entera en el Evangelio de San Mateo, y que San Lucas, en el evangelio de hoy recoge en parte.

Continúa el evangelio de San Lucas diciendo que:

Jesús les dijo entonces:“Cuando oren, digan:

Padre, santificado sea tu Nombre.

Jesús invoca a Dios con la sencillez del hijo que habla a quien llama padre. Y pide que Dios sea conocido, amado, honrado y servido en todo el mundo, y en nosotros en particular.

“Que venga tu Reino”

que venga el reino de Dios en nosotros, que es la gracia.
Que venga el reino de Dios en la tierra, que es la Iglesia.
Y que venga el reino de Dios en el Cielo, que es la bienaventuranza.

“Danos cada día nuestro pan cotidiano”

Pedimos por nuestras necesidades materiales, empezando por el sustento diario. Pero también pedimos por lo que es necesario cada día para el alma. Por la Eucaristía, que es nuestro pan cotidiano. El alimento de la vida espiritual.
La palabra “cotidiano”, “de cada día”, resulta clave en esta petición. Jesús nos enseña a no vivir inquietos por el día de mañana, y pedir solo por el presente.

“Perdona a nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden”

Con humildad, reconocemos que hemos ofendido al Señor, y pedimos perdón. Pero para ello, es necesario olvidarse antes del mal y las injurias de nuestros enemigos. Tenemos que perdonar si esperamos ser perdonados. Tenemos que aprender a amar al que comete una falta, y a la vez, detestar esa falta. Los cristianos debemos practicar la caridad total hacia todos, también hacia nuestros enemigos.

“Y no nos dejes caer en la tentación”

La falta no esta en sentir una tentación, sino en consentir en ella. Pedimos que Dios nos libre de toda tentación que sea demasiado fuerte para nuestras fuerzas, y pedimos también la fortaleza para vencer cualquier tentación que suframos.




Padre nuestro,
padre de todos,
líbrame del orgullo
de estar solo.

No vengo a la soledad
cuando vengo a la oración,
pues sé que, estando contigo,
con mis hermanos estoy;
y sé, estando con ellos,
tú estás en medio, Señor.

No he venido a refugiarme
dentro de tu torreón,
como quien huye a un exilio
de aristocracia interior.
Pues vine huyendo del ruido,
pero de los hombres no.

Allí donde va un cristiano
no hay soledad, sino amor,
pues lleva toda la Iglesia
dentro de su corazón.
Y dice siempre "nosotros",
incluso si dice "yo".
Himno de la Liturgia de las Horas
 
Nautilius:

Si lo deseas , puedes solicitar en el link http://www.jesusvive.net/ que te lo manden , o bien cada día, o bien una vez por semana.

Yo lo recibo a diario y me es de mucha bendición, es por eso que lo comparto con vosotros cada día, ¿no te habías dado cuenta hasta ahora?
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Sakar, Victor, os recomiendo a vosotros que lo solicitéis también.

Un afectuoso saludo en Cristo para todos


Maripaz

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La sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.(1 Juan 1:7)

Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.(Juan 14:26)