Os invito a mi reflexion.

confioendos

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14 Mayo 2024
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Opino, aunque no se si llega mi opinion a oidos correctos, no ignorantes ni cobardes, que tenemos que rezar de vez en cuando.

Para tales efectos, tenemos tambien que estar en comunion con Dios... o Cristo. Osea que tenemos que estar de animo.

Y, para mi, la mejor hora para rezar es las noche, en la cama. Dandose a uno, los ultimos "te quiero".

No creo que el padre nuestro fuera inventado para hacer el tonto, creo que es una via para comunicarse con nuestros seres superiores.

A veces, cuando la fe se enfria, yo entiendo que tenemos que aflojar para estar juntos.

Si es sincero y con buenas intenciones, el mensaje llegara directamente al GABINETE -ja,ja,ja- de Dios y Cristo.

Recen lo que sepan, unas palabras de cariño tambien valen.

Yo rezo por los pobres. Por los que no tienen dinero, por los vagabundos, cancerosos, por los caidos como angeles en la tierra desnudos.

¿Y tu?
 
-Yo no recuerdo jamás haber rezado ni tengo intención de hacerlo, pues me consta que repetir de memoria puede ser ajeno a mi propio querer y voluntad.
-Orar, en cambio, es conversar con Dios, y eso sí que lo hecho y hago, aunque seguramente no tanto ni tan bien como debiera de hacerlo. Toda hora del día es buena para la oración, aunque siempre lúcidos. Si antes que nos venza el sueño oramos agradeciendo e intercediendo por otros ¡eso es bueno!
 
Saludos @confioendos

Siempre he sabido que rezar y orar son dos cosas distintas.

Jesús enseñó a no repetir cuando estamos en comunión, él nos enseñó el Padre nuestro como un formato para saber cómo orar al Padre.

Y orar no es repetir (rezar), orar es hablar con Dios de forma natural como si habláramos con nuestro mejor amigo, pero siguiendo el patrón del Padre nuestro: Pedimos que su nombre sea santificado, y que su voluntad se cumpla en nosotros para que su Reino se haga presente en la tierra, luego das gracias por todo, por el alimento de cada día, por la familia, por la iglesia, etc, y luego pides perdón por los pecados cometidos y que te libre del mal.

Pero también puedes seguir orando pidiendo por sanidad, por un trabajo, por las paz mundial y por todo lo que tú corazón anhele siempre y cuando sea la voluntad de Dios.

Bendiciones.