Organizaciones cristianas?

3 Marzo 2003
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Un llamado de atención hacia la realidad

El motivo de poner el estudio sobre la epístola de Filipenses en la Red de forma gratuita al alcance de cualquier persona, me obligó a viajar por Internet durante unos días, visitando centenares de paginas Web de organizaciones, iglesias, seminarios cristianos evangélicos, caminando de unos enlaces a otros, y el panorama que quedó en mi mente estoy seguro que es parecido al que percibió Lutero cuando visitó Roma en 1511. No tenía idea el reformador desde su Alemania, a pesar de no ser ningún ignorante, de lo que se cocía en Roma, y cómo se trataban mercantil, profana y descaradamente los asuntos de la fe que para él, como para mí y para muchos cristianos, son algo santo, esencial en nuestra vida y digno de toda reverencia.

Los que pensamos y creemos en el evangelio del reino de los cielos, nos topamos con la existencia de miles, si he dicho miles, de organizaciones presuntamente cristianas, mayores ó menores en tamaño ó potencial, de tipo piramidal, que son verdaderamente multinacionales del reino de la tierra; que tienen a la fe como pretexto de su existencia, y están pobladas de ejecutivos, funcionarios de todo tipo, secretarios y secretarias. Organizaciones que funcionan como lo que son realmente: corporaciones mercantiles, y uno frota los ojos tratando de ver si algo de esto tiene sentido y conformidad con la vida y el mensaje de Jesús y de la iglesia apostólica.

Oficinas, corporaciones, despachos, conferencias, reuniones, idas, venidas y trasiegos. Pero lo más lamentable es que en esos lugares, las personas que conforman ó dirigen tales corporaciones, pretenden en muchos casos hablar y decidir en nombre del pueblo evangélico, del mundo protestante, etc. Personas que ni conocemos, a las que nada hemos delegado, sobre las que ignoramos todo: lo que creen, lo que piensan, quienes las han puesto en tales lugares, que tienen la osadía, pero también la capacidad de alcanzar acuerdos, lanzar comunicados, hacer afirmaciones asumiendo la representación del mundo evangélico. A pesar de las mejores intenciones, que en algunos casos, puedan incuestionables, siendo generosos probablemente un diez ó como máximo un quince por ciento de las organizaciones evangélicas que existen en el mundo tal vez puedan representar algo útil para el evangelio ó los fieles. Otro número equivalente de ellas podrían considerarse inocuas pero rigurosamente prescindibles, pero el resto, es decir la mayoría, son claramente lesivas para los intereses del evangelio, estando infiltradas por muchos individuos que desprecian las convicciones de la fe de la mayoría de los cristianos sencillos que pueblan las iglesias locales y que tienen a estas como mayor horizonte de su vida cristiana. Pese a ello estas son las más activas y las que con mayor desvergüenza asumen compromisos y posturas en nombre de todos, actuando normalmente bajo los principios de políticas de hechos consumados, ante las que se pretende que debemos guardar silencio ante el pretexto de no presentar una imagen de división en el pueblo evangélico.

La característica común de la mayoría de estas organizaciones nacionales ó multinacionales, es la patrimonialización de facto que hacen de iglesias locales y de sus miembros. No trabajan por el evangelio ó por amor a las almas, sino para engrandecer sus propias estructuras. No están interesados en la Iglesia como cuerpo de Cristo universal. La perspectiva es absolutamente corporativa. Quieren ser de Pablo, de Apolos ó de Cefas, porque viven de que Pablo, Apolos y Cefas, sean corporaciones, denominaciones ó movimientos que tienen sus propias bolsas, que ellos manejan, y además que les posibilita para actuar como caciques ó jefecillos retribuidos de sus tribus respectivas, mandando sobre ellas. Es más, en muchas ocasiones se ve claramente como compiten unas con otras en "el mercado de la fe", postura que se evidencia en la indignación que les embarga cuando haces llegar este tipo de reflexiones a los miembros de sus iglesias, y estos comienzan a hacer preguntas y comentarios. Se indignan porque tienen asumido que esas personas son suyas, no de Cristo. Les pertenecen, forman parte del número de seguidores de la organización y sufragantes, y lo que tienen que saber, lo tienen que saber a partir de sus informaciones, tanto en cuanto a la doctrina como en cuanto sus intereses corporativos. Así, en muchos lugares, si no se prohíbe abiertamente, se sugiere que no es conveniente relacionarse con fieles de otras denominaciones ó movimientos.

Hasta hace no muchos años, los escándalos financieros en el mundo "de la fe", estaban protagonizadas claramente por organizaciones religiosas legalistas que hacen honor al enfoque doctrinal que ya hemos visto: tener la vista y su empeño en las cosas de la tierra, ó que carecen de la perspectiva celestial que caracteriza a los verdaderos cristianos. Así, por ejemplo, todos sabemos que en 1965, la Iglesia Católica Romana era el mayor inversor corporativo del mundo, con una inversión bursátil superior a 3.900 millones de dólares de los de aquel tiempo, en las más variadas y poco espirituales corporaciones que iban desde fabricas de armas, bancos, grandes compañías multinacionales de todo tipo hasta, por ejemplo, en el Casino de Montecarlo. De sus muchos escándalos financieros que ya no pueden ser tapados en un mundo de información global, destacó el del Banco Ambrosiano que hizo famosos a nivel mundial nombres que a todos nos suenan como Pablo VI, el obispo Paul Marcincus (que eludió la extradición a Italia refugiándose dentro de los muros del Vaticano), Miguel Sindona, Lucio Gelli (Líder de la secta masónica P2), el banquero de la mafia y del Vaticano a la vez, Roberto Calvi (que apareció ahorcado bajo un puente de Londres), las turbias relaciones entre capos vaticanos, otros de la mafia siciliana y algunos traficantes de armas internacionales, etc. En España, y más recientemente, conocimos de sus inversiones multimillonarias de dinero negro en la sociedad financiera que quebró, llamada Gescartera, etc. Por sus especulaciones financieras podemos estar seguros de que los jerarcas romanistas conocen más acerca de paraísos fiscales de la tierra que del Paraíso de Dios.

La secta llamada Iglesia Adventista del Séptimo Día, que también mencionamos a lo largo de nuestro estudio, es otro exponente de las sectas legalistas de nuestros días que especulan desde su cúpula gobernante, con menor, pero nada despreciable, potencial económico, en las bolsas internacionales, contando en 1990 con unas inversiones por valor de 550 millones de dolares en bonos y acciones de diversas compañías. Estas compañías van desde industrias de joyería hasta constructoras de misiles y aviones de combate y, para mayor burla de los adeptos, también en la mayor productora de carne de cerdo de los EEUU, lo cual demuestra el cinismo de quienes predican la necesidad de una reforma para la salud que consiste en abrazar una alimentación vegetariana y abandonar la carnívora. (Esta hipocresía no es nueva. Ya la practicaba su profetisa la Sra. White cuando proponía a los demás una dieta vegetariana mientras ella se hinchaba a comer carne de pavo). La secta adventista que reconocía en 1996 unos ingresos de 1.889 millones de dolares procedentes de diezmos de sus seguidores, a la vez asumía que desde el escándalo financiero con Davenport, muchos de sus miembros ya no dan los diezmos, al menos por el canal oficial que la Conferencia General maneja, que es el que les preocupa, porque de ese cobran sus sueldos y sufragan sus gastos.

La realidad, pues, ha demostrado que el manejo y la especulación de estas impresionantes masas económicas que se constituyen en torno a grandes estructuras con enorme de poder social y económico, han traído como consecuencia sucesivos escándalos y los creyentes debemos cuidar de que nuestras iglesias no se dejen seducir por palabras persuasivas con apariencia de piedad para asentar con nuestros fondos corporaciones semejantes. Hay toda una batería de argumentos destinados a convencernos de la bondad de organizarnos corporativamente en estructuras piramidales, atendiendo a la capacidad para afrontar diversas "necesidades", sobre todo las de entrar en el mundo de la comunicación (televisiones, radios, grandes campañas, periódicos, revistas, etc.), y en la acción social concertada (residencias de niños, de ancianos, financiación de locales, comedores, etc.), ó para la interlocución con los poderes políticos (para tener acceso a fondos públicos, al desarrollo de programas de diverso tipo, etc.), pero la historia, a la que debemos estar atentos para aprender, nos enseña que las cooperaciones de este tipo acaban convertidas en superestructuras muy perjudiciales para el testimonio cristiano. Que una vez constituidas arrastran a las iglesias hacia muchos problemas de todo tipo, como son: relativización de la doctrina, el ecumenismo, la asunción de posturas contrarias a las creencias de los miembros de base, el humanismo, embarcar en proyectos decididos por unos pocos que tienen que ser asumidos por los muchos, la creación de cuerpos de funcionarios y ejecutivos pagados que luego tienen la necesidad de mantenerse y perpetuar sus cargos, etc. etc. El final desemboca siempre en la formación de más y más sectas.

Frente a esto, tenemos la propuesta neotestamentaria de asambleas locales independientes, donde "la iglesia", es decir los fieles son el mayor activo y autoridad en la iglesia local. Iglesias sensibles para ser cooperantes ante necesidades auténticas, trasladando esta ayuda siempre por manos muy fieles y contrastadas. Como hemos visto en el ejemplo de la iglesia de Filipos y las otras de Macedonia y Acaya, en un momento puntual fueron solidarias con sus hermanos en la fe de otras regiones y cooperantes entre si ante un caso excepcional de fuerza mayor, pero no existe el menor viso de que buscasen federarse ú organizarse en estructuras comunes, ni fueron estimuladas a ello por el apóstol Pablo, sino que se aprecia en todo el Nuevo Testamento un celo por mantener su independencia y en no otorgar su representatividad en nadie, ni aceptar autoridades exteriores, así como en la no injerencia de otras iglesias sobre la problemática local de cada una de ellas. (Lo máximo que se puede ver es un deseo de aconsejar, pero que no va más allá). Las iglesias, como sus fieles, si son cristianos, deben andar en luz y su luz no se esconde, ni al mundo, ni a sus miembros, sino que la característica tiene que ser actuar con claridad y transparencia, con cuentas claras, con información detallada. Las iglesias no deben aceptar a los que quieren andar conspirando en la oscuridad ó que cuando rinden cuentas, ya sean económicas, de gestión ó de representación, lo hacen de forma nebulosa, englobando las partidas en grandes capítulos, presentando resúmenes tan resumidos y sobre cuestiones accesorias que tienen por propósito de despistar, u ocultar información a los fieles.

Estoy convencido que muchas situaciones como estas pueden evitarse cuando crezca el número de creyentes que abren sus ojos a la realidad, y cuando crezcan en conocimiento, para no dejarse manipular y cuando alcen sus voces contra tanto despropósito, aunque las voces simplemente consistan, en ocasiones, en cerrar el grifo económico que posibilita y sostiene estos tinglados.

Estamos leyendo en estos días, y nos vale como ejemplo de reflexión, que muchas personas de ciertas denominaciones importantes, están despertando a la realidad de cómo el "desafío gay" ha penetrado no solo en muchas estructuras sociales, sino en la mayoría de denominaciones verticales protestantes. Este movimiento empezó en los años 60 a "desafiar organizadamente" los valores de la sociedad occidental y su modelo de familia basada en planteamientos de inspiración cristiana, y decidieron como estrategia penetrar todas cuantas estructuras tuviesen relevancia y significación social, (iglesias, sectas importantes, medios de comunicación, partidos políticos, asociaciones benéficas y movimientos sociales de todo tipo, ONG's, estructuras académicas y del mundo de la cultura, del arte, del cine, etc.). Aprovechando los sistemas de representación de estas superestructuras, de las que hemos estado comentando, también han logrado llegar hasta las más altas instancias de algunas denominaciones y organizaciones protestantes. Ahora, cuando aparecen los resultados de esa estrategia, se acuerdan muchos fieles de la estructura piramidal que gobierna los intereses de sus denominaciones, (a las que nunca prestaron demasiada atención embelesados y ocupados en las actividades de su iglesia local, y cuyas relaciones y control abandonaron en manos de sus líderes), pero que ahora les representan y toman posturas que les comprometen en contra de la convicción de sus creencias personales más arraigadas y contra la doctrina que como iglesias han heredado y sostenido. Muchos se acuerdan también ahora de los dólares que cada mes entregaron por años para la financiación de la pirámide jerárquica y sus estructuras, al darse cuenta que en una gran mayoría están absolutamente corrompidas y comprometidas con filosofías, políticas y movimientos sociales diversos, pero no con el evangelio de Cristo, ni con sus intereses como parte de la Iglesia de Cristo.

El panorama actual es tan desalentador que la realidad nos obliga a reconocer que el mundo cristiano evangélico está cada vez más poblado de sectas y organismos piramidales. Que cuenta ya con un buen número de caudillos con las más variadas pretensiones. Y que frente al triunfalismo de la moda evangélica que aparece como un fenómeno de crecimiento espectacular en algunos países, se esconde un futuro absolutamente desalentador. El camino que se ve en el horizonte próximo conduce a un protestantismo social, comercial y folklórico, en el que todo vale, y que desembocará en los malos tiempos para la fe, que Jesús ya anticipó que precederían a su parusia (Luc. 18:8).
 
Pablo, eres un profeta, de los que denuncia.....que el Señor nos ayude a reconocer a Babilonia....a salir de ella y que sepamos poner los ojos en Cristo.


Gracias por poner tu particular versión de las 95 tesis, aunque esto no sea Wittemberg.


Como dijo Jhon Wesley:

"Dennme cien predicadores que no teman a nada más que al pecado y cuyo único anhelo sea Dios, me importa un comino si son pastores o laicos, porque solo ellos podrán sacudir las puertas del infierno y establecer el reino de Dios en la tierra"


¡¡¡ Estos, son días de Elías !!!
 
Hola Pablo!

Hola Pablo!

Estimado Pablo (o Maripaz, en su defecto, si lo sabe). ¿Podrías decirme la dirección Web donde has puesto el estudio de Filipenses, o esas 95 tesis a las que hace mención Maripaz?

No sé si es que tienes una página web personal o algo así. Perdona mi desconocimiento, pero soy nuevo por estos lares.

Atentamente,
Sísifo
 
Estimado amigo:

Lo de las 95 tesis es una exageración cariñosa de Maripaz. Decir cosas como estas hoy no es peligroso como cuando Lutero hizo sus denuncias. Tampoco nada de lo que yo he escrito hasta aquí puede compararse con la revolución que provocó el Reformador.

En fin, que el estudio (la segunda parte) la puedes encontrar en la sección de Estudios Biblicos de este site. Pero si me envías un e-mail con tu dirección a [email protected], te la envío directamente en formato ZIP ó ARJ, y apunto tu dirección para enviarte la primera parte cuando este preparada.

Saludos

pabloblanco
 
Hola Maripaz

Hola Maripaz

Muchas gracias, Maripaz.

En lo del correo, lo quise hacer antes, pero no sabía tu dirección (la buscaba en tu perfil). Ahora me he fijado que la tienes en tu firma. Esta tarde te escribo. ;)

Saludos.
 
Estimado Pablo


No desestimes al enemigo....¿dices que no es tan peligroso como cuando Lutero?


Por si acaso, ten un extintor a mano......cualquiera hace hoy en día una hoguera para quemar a quienes hablan contra los sistemas religiosos. Incluso quienes menos te esperas....


La religiosidad también ha anidado en el mundo evangélico, y ha hecho raices muy fuertes entre las organizaciones e instituciones "protestantes". La Gran Ramera y sus hijas.....,por esta frase, a mi ya me han ofrecido en el "altar de sus dioses": el orgullo pastoral, el religioso, las estructuras, el dinero, la fama, el poder.........
 
Gracias!

Gracias!

Originalmente enviado por: Pabloblanco
Estimado amigo:

Lo de las 95 tesis es una exageración cariñosa de Maripaz. Decir cosas como estas hoy no es peligroso como cuando Lutero hizo sus denuncias. Tampoco nada de lo que yo he escrito hasta aquí puede compararse con la revolución que provocó el Reformador.

En fin, que el estudio (la segunda parte) la puedes encontrar en la sección de Estudios Biblicos de este site. Pero si me envías un e-mail con tu dirección a [email protected], te la envío directamente en formato ZIP ó ARJ, y apunto tu dirección para enviarte la primera parte cuando este preparada.

Saludos

pabloblanco
Muchas gracias, Pablo. Así haré.

Por lo demás, nosotros no estamos llamados a "montar revoluciones" tal y como el mundo las entiende, si no a "contender ardientemente por la fe dada una vez a los santos". Es el Señor quien usará su Palabra como Él desee. Él lo hizo con Lutero e indudablemente lo sigue haciendo hoy en día con aquellos que denuncian el pecado y el error confrontándolos con la Biblia.

Por eso, "estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano", y "Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre".

Un saludo,
Sísifo
 
Por lo demás, nosotros no estamos llamados a "montar revoluciones" tal y como el mundo las entiende, si no a "contender ardientemente por la fe dada una vez a los santos".


Estimado Sísifo...


¿Buscamos un sinónimo a "contender ARDIENTEMENTE por la fe"?



No creo que sea "revolución" en el sentido humano....pero...¿has leído algo de Darby?
 
Excelente texto

Excelente texto

Muy buen texto, estimado pabloblanco, sólo decirle y comentarle que ante esta afirmación suya, casi al final, "el camino que se ve en el horizonte próximo conduce a un protestantismo social", se me hace un tanto dificil reconciliarlo con su defensa a ultranza del cristianismo social en el epígrafe anclado.

Puede que no considere al protestantismo como parte del cristianismo, y ello me reconfortaría pues sabría que lo que defiende en un lugar no lo ataca en otro y viceversa.

andele muy lindo de veras
 
Formidable tu aportación, Pablo.
Conozco de cerca a un grupo de iglesias que, en un mal momento eligieron a un "Secretario Ejecutivo".
Aquel día se me cayó el alma a los pies y la historia posterior confirmó mi desánimo.
Bendiciones