"¿Por qué teméis, hombres de poca fe?" – Mateo 8:26
IntroducciónEn medio de la noche, las olas golpeaban con furia la barca donde viajaban Jesús y sus discípulos. El viento rugía como una bestia desatada, el mar se levantaba como montañas de agua y el miedo se apoderó de todos… menos de uno: Jesús dormía
.Los discípulos, empapados y temblorosos, lo despertaron con gritos de pánico:
"¡Señor, sálvanos, que perecemos!" (Mateo 8:25).
Entonces, el Maestro les responde con una frase que retumba hasta hoy:
"¿Por qué teméis, hombres de poca fe?"
El mensaje central
Dios espera que sus hijos no vivan de oraciones desesperadas de emergencia, sino de confianza continua.
La crisis es el termómetro de nuestra fe:
- Cuando todo está en calma, cualquiera puede sonreír y cantar
. - Pero en la tormenta
, es donde se revela si confiamos en la soberanía de Dios o en nuestras propias fuerzas.
Santificación y descanso
La santificación no es solo evitar el pecado, sino aprender a descansar en la voluntad de Dios
. Ese descanso no es pasividad, sino una unidad profunda con Él, que nos hace:- Inquebrantables en la fe
. - Libres de la ansiedad que esclaviza
. - Portadores de paz en un mundo en caos
.
Cuando descansamos en Dios:
- No entramos en pánico.
- No nos ahogamos en preocupaciones.
- No nos movemos por las emociones, sino por la confianza en su carácter.
🖼 Ilustración
Imagina una pequeña ave
posada sobre una rama delgada al borde de un precipicio, mientras una tormenta sacude el bosque entero. Rayos, truenos y lluvia intensa golpean todo… pero el ave está tranquila, con las alas recogidas, porque confía en que su Creador la sostiene.Así es el descanso en Dios: no depende de la ausencia de tormentas, sino de la certeza de quién está en control.
Preguntas desafiantes para la Iglesia
¿Confío en Dios solo mientras todo está bajo control o también cuando todo parece perdido?
¿Mi reacción en la crisis refleja a Cristo o refleja miedo? 
Si Dios no calma la tormenta inmediatamente, ¿seguiré confiando en su amor y en su plan?
Aplicación final
La crisis no es el enemigo de la fe; es su campo de entrenamiento.
El Señor no solo quiere librarte del mar, sino enseñarte a dormir en medio de él
.Hoy, Jesús sigue preguntando:
"¿Por qué temes, hijo mío, si Yo estoy en tu barca?"
