Nosotros (1) Esperamos (2) Vivir Eternamente (3) en los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra (4):
Los Hijos del Dios Viviente, Único y Verdadero, cuyo Nombre Es y Será siempre Jesús Cristo (5), Sabemos por Su Espíritu Santo que Mora (6) en cada uno de Nosotros, que el Evangelio para Salvación Eterna alcanzará su Colofón cuando Nuestro Amado Dios, Padre y Salvador Regrese (7) para Rescatarnos, luego de Transformarnos (8) al Cuerpo de Su Gloria, a todos nuestros Hermanos que Durmieron y a los que estemos en carne, para que así comencemos a Vivir Eternamente, junto a Jesús Cristo, todos Sus Hijos Preelegidos por Él desde antes de la Fundación del mundo, para que Alcancemos una Salvación tan Grande (9).
Inmediatamente después de nuestro Rescate, Jesús Cristo Mismo Destruirá completamente por Fuego a esta tierra (10); así y aquí comenzará el Castigo Eterno (11) para el Demonio y todos sus seguidores, por sus Malas obras (12).
Puesto que todo lo que ahora vemos será desecho completamente por fuego, ¿cómo no Debemos Procurar Sostener y Acrecentar cada día Nuestra Santidad (13) sin La Cual nadie Vivirá Eternamente Dichoso junto al Señor Jesús Cristo?
No se Engañe todo aquel que se dice cristiano pero que, en gran parte sin darse cuenta, participa de una doctrina “Liviana” (14), “Conformista”, “Adaptada a las necesidades” del ser humano natural y no Acorde a un Hijo del Dios Viviente; ¿cree esa persona que Alcanzará la Salvación Eterna si continúa obrando así? ¡Salgan (15) de las Falsas doctrinas todos aquellos que quieran Invocar Sinceramente el Nombre de Jesús Cristo!
Desde luego que Sostener y Acrecentar cada día Nuestra Santificación no es Tarea sencilla, porque vivimos y padecemos los tiempos del Fin, Peligrosos (16) para los que Perseveramos, ya que la Oscuridad avanza manifestándose más y más en los hombres naturales o mundanos, todos los cuales adoran a la Bestia y Reflejan su imagen (17). Además, la ciencia humana se incrementa vertiginosamente (18), “distrayéndolos” para que se Pierdan para Siempre (19). Pero, paralelamente, la Luz Admirable de Nuestro Gran Dios, Padre y Salvador Jesús Cristo Resplandece progresivamente con mayor Intensidad en los Miembros de Su Cuerpo Místico (20), los que Profesamos la Religión Pura y sin Mácula (21); y esto será así hasta el Regreso Triunfal para Nuestra Salvación Eterna (22), del Único Sabio Dios Jesús Cristo, el Verdadero Pastor y Maestro (23).
En tanto que se Dice “Hoy” (24), usted está a tiempo de Buscar salir como Vencedor (25) del presente Siglo Malo. No se Descuide, porque el tiempo es Corto (26). Procure Entrar por la Puerta Estrecha, Jesús Cristo (27), porque únicamente a Su Manada Pequeña Cuida el Gran Pastor (28). Por lo tanto, Sigámoslo Sus Ovejas, con Su Ayuda Mayúscula, hasta que Acabemos la Carrera (29), en Paz (30). Que Así Sea.
Sustento Bíblico:
(1) 1 Jn 3.24; 4.16; Ro 8.14-16; 9.23-26; Ef 1.3-5; 1.11; Ro 8.29-31; 2 Ts 2.13-14; 1 P 1.2
(2) Sal 119.166; 18.30; 25.3; 31.24; 32.10; 37.9; Pr 20.22; Is 25.9; Lm 3.25-26; Ro 8.18-25; 2 P 3.11-13
(3) Job 14.14; Ez 37.1-14; Is 26.19; Lc 20.37-38; Jn 14.19; 3.16; 5.24-29; 6.51; 6.57-58; 6.63; 6.68; Ro 6.4-9; 1 Ts 4.13-18; Jn 10.27-28; Hch 13.48; Ro 2.7; 6.22-23; 1 Jn 2.25; Jn 11.25-26; Ap 3.5
(4) 2 P 3.7; 3.13; Ap 21.1-5; Is 65.17; 66.22; 60.21; Mt 5.5; He 11.13-16
(5) Lea Nuestro Estudio: “Jesucristo, Cristo Jesús o Jesús el Cristo es el Nombre Eterno del Dios Viviente”.
(6) Jn 14.17-18; 14.23; Ro 8.9; 1 Co 3.16; 2 Co 6.16; Ef 3.17-19
(7) Mal 3.2; Mt 24.3; 24.27; 1 Ts 2.19; 3.13; 4.15; Stg 5.8; 2 Ts 2.1-4; 2 Ti 4.8; 2 P 3.12; Mt 24.42; Mr 13.26-27; Hch 1.10-11; 1 Co 16.22; 1 Ts 5.2-3; Ap 22.20; 2 P 3.3-7; 1 Ti 6.14-16; Tit 2.13; Ap 1.7; Hab 2.3
(8) 1 Co 15.51-54; Fil 3.20-21
(9) Sal 3.8; 27.1; 119.155; 37.39-40; Is 45.17; Hch 4.12; 2 Ts 2.13-14; He 2.3-4; Ap 19.1; Jud 1.25
(10) Job 5.21; Is 28.22; Jer 50.40; Gn 19.24-25; Ex 9.23-24; Hab 2.13; Ez 7.25; Sof 3.8; 2 P 3.7; 3.10-12; Mt 25.41; 24.35; Sal 37.9-11; He 10.26-27; Is 24.20-21
(11) Is 24.3-6; Ro 9.22-24; 1 Ts 5.1-6; Sal 145.20; 143.11-12; 101.8; 2 Ts 1.6-9; Mt 13.41-42
(12) Job 34.11; Sal 28.3-5; Pr 10.16; Jn 3.18-20; Ro 2.8-9; Gá 5.19-21; Mt 3.10; 13.40-42; Lc 17.28-30; Jud 1.7; Ap 20.9-15; 21.8
(13) Sal 29.2; 93.5; Is 35.8; 57.15; Lc 1.67-75; 2 Co 7.1; Ef 4.22-24; 1 Ts 3.12-13; He 12.10 y 14; Ro 6.19-23; 1 Ts 4.1-4; 1 Co 1.2; 1 Ts 5.22-24; 2 P 3.11; Ap 22.11; 1 P 2.9; 1.13-16; 1 Co 3.17; Sal 50.5; Sal 34.9
(14) Lea Nuestros Estudios: “¿Usted está plenamente Convencido (Romanos 14:5) de que predica el Evangelio Genuino?” y “¿Qué cristianismo heredamos de nuestros padres?”
Fil 1.15-18; Sal 5.9-10; Mt 23.33; 2 Co 2.17; 4.2; 13.5
(15) Dt 8.20; Sal 28.5; Pr 8.33; Tit 1.14; He 2.1; Gn 19.17; 2 Co 1.12; Sal 124.6-7; Pr 6.5; Ec 7.25-26; Zac 2.7; 2 Ti 2.24-26; Lc 21.36; Jer 51.6; 1 Co 10.14; Ef 4.14-15; He 2.3; 2 P 1.19
(16) 2 Ti 3.1-5; 1 Ti 4.1-3; 2 P 3.3-4; 1 Jn 2.18-20; Pr 4.19; Mt 24.11-13; 1 Ts 5.4-9
(17) Ap 14.11; 2 Co 6.14-18; 1 Jn 5.19; Ef 2.1-2; Stg 4.4; 1 Jn 2.15-17; Ro 13.11-14
(18) Dn 12.4; 1 Ti 6.20-21; 1 Co 1.4-5; 3.18-20; Is 55.8-9
(19) 2 Co 4.3-4; 2 Ts 2.8-12; Sal 55.23; Mt 7.13; 2 Ts 1.7-10
(20) Sal 27.1; 97.11; 112.4; Mt 5.14-16; Jn 1.5; 8.12; 12.46; 1 P 2.9; 1 Ts 5.5; 1 Jn 1.5-7; Dn 12.3; Mt 13.43; Fil 2.15
(21) Lea Nuestro Estudio: “La Religión Pura y sin Mácula”
(22) Sal 42.5; 62.1-2; 149.4; Is 45.17; 61.10; Lm 3.26; Hch 4.12; 2 Ts 2.13-14; Ap 19.1-9; He 2.3
(23) Lea Nuestro Estudio: “Jesucristo es Nuestro Pastor, también Nuestro Maestro y Padre”
(24) He 3.12-15; 4.4-11; 2 Co 6.1-2
(25) Ro 8.35-39; Job 32.13; Jer 1.19; Jn 16.33; Ro 12.21; 1 Jn 4.4; 5.4; Ap 5.5; 6.2; 2.7; 2.11; 3.5; 3.12; 12.11; 17.14; 21.7
(26) Ap 22.20; 1.3; 22.12
(27) Mt 7.13-14; 5.20; 7.21; Jn 3.5-7; Ap 22.14
(28) Lc 12.32; 1 P 5.1-7; Jos 24.17; 1 S 2.9; Sal 44.7; 97.10; Is 26.3; Jn 17.15-17; 1 Ts 5.23; 1 Jn 5.18; Jud 1.24-25
(29) Sal 40.17; 60.11-12; Hch 20.24; 2 Ti 4.7-8; He 12.1; 1 Co 9.24-27; Fil 3.12-15; 2 Jn 1.8; Ap 22.12
(30) Is 26.3; 2 P 3.14; He 12.14.
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Los Hijos del Dios Viviente, Único y Verdadero, cuyo Nombre Es y Será siempre Jesús Cristo (5), Sabemos por Su Espíritu Santo que Mora (6) en cada uno de Nosotros, que el Evangelio para Salvación Eterna alcanzará su Colofón cuando Nuestro Amado Dios, Padre y Salvador Regrese (7) para Rescatarnos, luego de Transformarnos (8) al Cuerpo de Su Gloria, a todos nuestros Hermanos que Durmieron y a los que estemos en carne, para que así comencemos a Vivir Eternamente, junto a Jesús Cristo, todos Sus Hijos Preelegidos por Él desde antes de la Fundación del mundo, para que Alcancemos una Salvación tan Grande (9).
Inmediatamente después de nuestro Rescate, Jesús Cristo Mismo Destruirá completamente por Fuego a esta tierra (10); así y aquí comenzará el Castigo Eterno (11) para el Demonio y todos sus seguidores, por sus Malas obras (12).
Puesto que todo lo que ahora vemos será desecho completamente por fuego, ¿cómo no Debemos Procurar Sostener y Acrecentar cada día Nuestra Santidad (13) sin La Cual nadie Vivirá Eternamente Dichoso junto al Señor Jesús Cristo?
No se Engañe todo aquel que se dice cristiano pero que, en gran parte sin darse cuenta, participa de una doctrina “Liviana” (14), “Conformista”, “Adaptada a las necesidades” del ser humano natural y no Acorde a un Hijo del Dios Viviente; ¿cree esa persona que Alcanzará la Salvación Eterna si continúa obrando así? ¡Salgan (15) de las Falsas doctrinas todos aquellos que quieran Invocar Sinceramente el Nombre de Jesús Cristo!
Desde luego que Sostener y Acrecentar cada día Nuestra Santificación no es Tarea sencilla, porque vivimos y padecemos los tiempos del Fin, Peligrosos (16) para los que Perseveramos, ya que la Oscuridad avanza manifestándose más y más en los hombres naturales o mundanos, todos los cuales adoran a la Bestia y Reflejan su imagen (17). Además, la ciencia humana se incrementa vertiginosamente (18), “distrayéndolos” para que se Pierdan para Siempre (19). Pero, paralelamente, la Luz Admirable de Nuestro Gran Dios, Padre y Salvador Jesús Cristo Resplandece progresivamente con mayor Intensidad en los Miembros de Su Cuerpo Místico (20), los que Profesamos la Religión Pura y sin Mácula (21); y esto será así hasta el Regreso Triunfal para Nuestra Salvación Eterna (22), del Único Sabio Dios Jesús Cristo, el Verdadero Pastor y Maestro (23).
En tanto que se Dice “Hoy” (24), usted está a tiempo de Buscar salir como Vencedor (25) del presente Siglo Malo. No se Descuide, porque el tiempo es Corto (26). Procure Entrar por la Puerta Estrecha, Jesús Cristo (27), porque únicamente a Su Manada Pequeña Cuida el Gran Pastor (28). Por lo tanto, Sigámoslo Sus Ovejas, con Su Ayuda Mayúscula, hasta que Acabemos la Carrera (29), en Paz (30). Que Así Sea.
Sustento Bíblico:
(1) 1 Jn 3.24; 4.16; Ro 8.14-16; 9.23-26; Ef 1.3-5; 1.11; Ro 8.29-31; 2 Ts 2.13-14; 1 P 1.2
(2) Sal 119.166; 18.30; 25.3; 31.24; 32.10; 37.9; Pr 20.22; Is 25.9; Lm 3.25-26; Ro 8.18-25; 2 P 3.11-13
(3) Job 14.14; Ez 37.1-14; Is 26.19; Lc 20.37-38; Jn 14.19; 3.16; 5.24-29; 6.51; 6.57-58; 6.63; 6.68; Ro 6.4-9; 1 Ts 4.13-18; Jn 10.27-28; Hch 13.48; Ro 2.7; 6.22-23; 1 Jn 2.25; Jn 11.25-26; Ap 3.5
(4) 2 P 3.7; 3.13; Ap 21.1-5; Is 65.17; 66.22; 60.21; Mt 5.5; He 11.13-16
(5) Lea Nuestro Estudio: “Jesucristo, Cristo Jesús o Jesús el Cristo es el Nombre Eterno del Dios Viviente”.
(6) Jn 14.17-18; 14.23; Ro 8.9; 1 Co 3.16; 2 Co 6.16; Ef 3.17-19
(7) Mal 3.2; Mt 24.3; 24.27; 1 Ts 2.19; 3.13; 4.15; Stg 5.8; 2 Ts 2.1-4; 2 Ti 4.8; 2 P 3.12; Mt 24.42; Mr 13.26-27; Hch 1.10-11; 1 Co 16.22; 1 Ts 5.2-3; Ap 22.20; 2 P 3.3-7; 1 Ti 6.14-16; Tit 2.13; Ap 1.7; Hab 2.3
(8) 1 Co 15.51-54; Fil 3.20-21
(9) Sal 3.8; 27.1; 119.155; 37.39-40; Is 45.17; Hch 4.12; 2 Ts 2.13-14; He 2.3-4; Ap 19.1; Jud 1.25
(10) Job 5.21; Is 28.22; Jer 50.40; Gn 19.24-25; Ex 9.23-24; Hab 2.13; Ez 7.25; Sof 3.8; 2 P 3.7; 3.10-12; Mt 25.41; 24.35; Sal 37.9-11; He 10.26-27; Is 24.20-21
(11) Is 24.3-6; Ro 9.22-24; 1 Ts 5.1-6; Sal 145.20; 143.11-12; 101.8; 2 Ts 1.6-9; Mt 13.41-42
(12) Job 34.11; Sal 28.3-5; Pr 10.16; Jn 3.18-20; Ro 2.8-9; Gá 5.19-21; Mt 3.10; 13.40-42; Lc 17.28-30; Jud 1.7; Ap 20.9-15; 21.8
(13) Sal 29.2; 93.5; Is 35.8; 57.15; Lc 1.67-75; 2 Co 7.1; Ef 4.22-24; 1 Ts 3.12-13; He 12.10 y 14; Ro 6.19-23; 1 Ts 4.1-4; 1 Co 1.2; 1 Ts 5.22-24; 2 P 3.11; Ap 22.11; 1 P 2.9; 1.13-16; 1 Co 3.17; Sal 50.5; Sal 34.9
(14) Lea Nuestros Estudios: “¿Usted está plenamente Convencido (Romanos 14:5) de que predica el Evangelio Genuino?” y “¿Qué cristianismo heredamos de nuestros padres?”
Fil 1.15-18; Sal 5.9-10; Mt 23.33; 2 Co 2.17; 4.2; 13.5
(15) Dt 8.20; Sal 28.5; Pr 8.33; Tit 1.14; He 2.1; Gn 19.17; 2 Co 1.12; Sal 124.6-7; Pr 6.5; Ec 7.25-26; Zac 2.7; 2 Ti 2.24-26; Lc 21.36; Jer 51.6; 1 Co 10.14; Ef 4.14-15; He 2.3; 2 P 1.19
(16) 2 Ti 3.1-5; 1 Ti 4.1-3; 2 P 3.3-4; 1 Jn 2.18-20; Pr 4.19; Mt 24.11-13; 1 Ts 5.4-9
(17) Ap 14.11; 2 Co 6.14-18; 1 Jn 5.19; Ef 2.1-2; Stg 4.4; 1 Jn 2.15-17; Ro 13.11-14
(18) Dn 12.4; 1 Ti 6.20-21; 1 Co 1.4-5; 3.18-20; Is 55.8-9
(19) 2 Co 4.3-4; 2 Ts 2.8-12; Sal 55.23; Mt 7.13; 2 Ts 1.7-10
(20) Sal 27.1; 97.11; 112.4; Mt 5.14-16; Jn 1.5; 8.12; 12.46; 1 P 2.9; 1 Ts 5.5; 1 Jn 1.5-7; Dn 12.3; Mt 13.43; Fil 2.15
(21) Lea Nuestro Estudio: “La Religión Pura y sin Mácula”
(22) Sal 42.5; 62.1-2; 149.4; Is 45.17; 61.10; Lm 3.26; Hch 4.12; 2 Ts 2.13-14; Ap 19.1-9; He 2.3
(23) Lea Nuestro Estudio: “Jesucristo es Nuestro Pastor, también Nuestro Maestro y Padre”
(24) He 3.12-15; 4.4-11; 2 Co 6.1-2
(25) Ro 8.35-39; Job 32.13; Jer 1.19; Jn 16.33; Ro 12.21; 1 Jn 4.4; 5.4; Ap 5.5; 6.2; 2.7; 2.11; 3.5; 3.12; 12.11; 17.14; 21.7
(26) Ap 22.20; 1.3; 22.12
(27) Mt 7.13-14; 5.20; 7.21; Jn 3.5-7; Ap 22.14
(28) Lc 12.32; 1 P 5.1-7; Jos 24.17; 1 S 2.9; Sal 44.7; 97.10; Is 26.3; Jn 17.15-17; 1 Ts 5.23; 1 Jn 5.18; Jud 1.24-25
(29) Sal 40.17; 60.11-12; Hch 20.24; 2 Ti 4.7-8; He 12.1; 1 Co 9.24-27; Fil 3.12-15; 2 Jn 1.8; Ap 22.12
(30) Is 26.3; 2 P 3.14; He 12.14.
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