LAS MENTIRAS DE LOS CALENTÓLOGOS
CÉSAR VIDAL
***
Escucha, pueblo tonto y estúpido,
que tiene ojos pero no quiere ver,
que tiene oídos pero no quiere oír.
»Yo, su Dios, pregunto:
¿Ya no me quieren obedecer?
¿Ya no me tienen respeto?
Fui yo quien le puso límite al mar
y aunque sus olas se pongan bravas
y hagan mucho ruido,
no van más allá de la playa.
Pero este pueblo es muy rebelde;
me abandonó y se fue por mal camino.
Jamás se puso a pensar:
“Debemos adorar a nuestro Dios,
pues él es quien nos da la lluvia
cuando más nos hace falta;
nos la manda en otoño y primavera,
y nos deja cosechar a tiempo”.
Pero todo esto ha cambiado
por causa de sus muchos pecados;
por eso ustedes ya no disfrutan
de todos esos beneficios.
Su maldad no tiene límites.
Están demasiado gordos
y demasiado llenos de orgullo.
No les hacen justicia a los huérfanos,
ni reconocen los derechos de los pobres.
¿Y acaso piensan ustedes
que no los castigaré por todo esto?
¿Qué les hace pensar
que no me voy a vengar de ustedes?
Les juro que sí lo haré.
»¡Miren lo que pasa en el país!
¡Esto es algo muy terrible!
Los profetas solo dicen mentiras,
los sacerdotes enseñan lo que quieren,
y mi pueblo parece estar feliz.
Pero cuando llegue el desastre,
nadie acudirá en su ayuda».
Jeremías 5:21-25, 28-31 TLAI
Jeremías 5:21-31 Escucha, pueblo tonto y estúpido, que tiene ojos pero no quiere ver, que tiene oídos pero no quiere oír. »Yo, su Dios, pregunto: ¿Ya no me quieren obedecer? ¿Ya no me tienen respeto? Fui yo quien le | Traducción en Lenguaje Actual
Escucha, pueblo tonto y estúpido, que tiene ojos pero no quiere ver, que tiene oídos pero no quiere oír. »Yo, su Dios, pregunto: ¿Ya no me quieren obedecer? ¿Ya no me tienen respeto? Fui yo quien lebible.com