NO HAY JUSTO NI UNO
En igual manera el salmista expreso:
‘Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quien haga el bien.
Jehová miro desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, que buscara a Dios.
Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay siquiera uno.
Salmos 14: 1-3.
Ciertamente no hay hombre justo en esta tierra, que haga el bien y nunca transgreda la Ley. Todos son pecadores o infractores; sin embargo, toda persona peca o transgrede en algún grado, por lo que nadie propiamente puede llamar a otros al arrepentimiento sin incluirse el mismo. Es quizás por el motivo de la universalidad del pecado, la gravedad del mismo y la proximidad del fin del mundo, es que siempre debemos arrepentirnos de nuestras equivocadas decisiones, nuestros malos actos o malas obras; y realmente el arrepentirnos de nuestros errores que transgreden a los mandamientos de Dios.
Una de las anécdotas acerca de una autoridad de la iglesia se refiere a su ocurrente afirmación de que ‘las autoridades no pueden excomulgarme de la iglesia, porque me arrepiento con demasiada frecuencia’. He aquí una gran reflexión, si se le interpreta correctamente. No hay día en la vida del hombre en que el rectificarse, disciplinarse, pedir perdón, arrepentirse de sus errores no sea esencial para su bienestar y progreso.
Sin embargo, cuando la mayor parte de nosotros pensamos en corregirnos y disciplinarnos, tendemos a estrechar nuestra visión y lo consideramos bueno solamente para nuestros semejantes; para todos y cualquiera menos para nosotros mismos. En forma similar existe una impresión prevalente, quizás subconsciente. De que el arrepentimiento es únicamente para aquellos que cometen homicidio, robo, fornicacion u otros crímenes atroces. Esto, por supuesto, no es verdad. Sí somos realmente verídicos; es decir, somos humildes y sentimos el deseo de obedecer el evangelio. Llegaremos considerar la autodisciplina del arrepentimiento sincero como la corrección de todos nuestros actos como algo que se aplica a todo lo que hacemos en esta vida, bien sea de naturaleza espiritual o terrenal.
El arrepentimiento de todo pecado o infracción a la Ley(amor) es para todo aquel que aun no ha llegado a la perfección.
infinito