Isaias 63:8-9 (B. de Jerusalén)
Dijo él: "De cierto que ellos son mi pueblo, hijos que no engañarán." Y fue él su Salvador
en todas sus angustias. No fue un mensajero ni un ángel: él mismo en persona los liberó. Por su amor y su compasión él los rescató: los levantó y los llevó todos los días desde siempre.
Isa 63:8-9 (NVI Protestante)
Declaró: "Verdaderamente son mi pueblo,
hijos que no me engañarán."
de todas sus angustias.
Él mismo los salvó;
no envió un emisario ni un ángel.[2]
En su amor y misericordia los rescató;
los levantó y los llevó en sus brazos
como en los tiempos de antaño.
Isa 63:8-9 (Septuaginta)
Y dijo: «¿No, pueblo mío? Hijos, no prevaricarán, no»; e hízose para ellos en salud
de toda su tribulación. No legado ni mensajero, sino él mismo les salvó por amarles y perdonarles; él mismo los redimió, y los acogió y los ensalzó todos los días del siglo;
Las versiones bíblicas que no se basan en la Septuaginta sino en la versión masorética u otros códices, tergiversan por completo la cita.
Saludos
Dijo él: "De cierto que ellos son mi pueblo, hijos que no engañarán." Y fue él su Salvador
en todas sus angustias. No fue un mensajero ni un ángel: él mismo en persona los liberó. Por su amor y su compasión él los rescató: los levantó y los llevó todos los días desde siempre.
Isa 63:8-9 (NVI Protestante)
Declaró: "Verdaderamente son mi pueblo,
hijos que no me engañarán."
de todas sus angustias.
Él mismo los salvó;
no envió un emisario ni un ángel.[2]
En su amor y misericordia los rescató;
los levantó y los llevó en sus brazos
como en los tiempos de antaño.
Isa 63:8-9 (Septuaginta)
Y dijo: «¿No, pueblo mío? Hijos, no prevaricarán, no»; e hízose para ellos en salud
de toda su tribulación. No legado ni mensajero, sino él mismo les salvó por amarles y perdonarles; él mismo los redimió, y los acogió y los ensalzó todos los días del siglo;
Las versiones bíblicas que no se basan en la Septuaginta sino en la versión masorética u otros códices, tergiversan por completo la cita.
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