Las llaves, entonces al igual que ahora, abren y cierran puertas.
LAS LLAVES YA NO LAS TIENE PEDRO
Tuvieron que ser devueltas a su legítimo dueño, por cortarle la oreja al siervo del sumo sacerdote, negar al Señor tres veces, y elegir a Matías con una tirada de dados.
Apo 1:18 y el que vivo, y estuve muerto; más he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.