rer..Veamos como otras personas ven el matrimonio ,Mas allá de la Biblia y de la moda entre los homosexuales
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Yo no creo en el Matrimonio :
El matrimonio es un concepto bajo el cual se legaliza una unión entre un hombre y una mujer para crear una familia donde la mujer puede embarazarse de manera oficial y ambos cónyuges tienen derechos y obligaciones de tipo jurídico y económico y por supuesto emocional. La finalidad del matrimonio ha sido principalmente crear una institución legal bajo la cual somos socialmente aceptados. Se supone que el firmar un acta de matrimonio equivale a firmar un acuerdo de sociedad en la cual los involucrados tienen los mismos derechos y obligaciones (aja).
Pero veámoslo en retrospectiva, hoy día la funcionalidad de dicho contrato es mierda (ya me había tardado) al firmar el dichoso papel el hombre asume que la mujer se convierte de manera automática en la sirvienta y administradora, pasa de ser la compañera a ser la mamà de los hijos y por ende pierde su sensualidad (ojo, no siempre, solo hablo del 99.99% de los casos) el hombre se convierte en el principal proveedor económico y misteriosamente ese gusto por preparar comida y ocuparse de algunos menesteres hogareños desaparece, misteriosamente y sin siquiera haberlo hablado la mujer debe dedicarse de lleno al hogar, trabaje o no y las amistades deben pasar a segundo plano, el hombre por el contrario adquiere libertad absoluta, el pobre esta tan estresado trabajando y pagando cuentas que debe salir cada fin de semana a beber unas cervezas con sus amigos a los cuales defiende a capa y espada de las insidiosas palabras de su mujer quien piensa que son nefastos, claro que las amigas de ella también pasan a ser las chismosas que se meten donde no deben, en fin, así podría pasar el día desglosando los cambios que se dan con el simple acto de firmar un papel que no dice nada, es en serio, ese papel solo dice que fulanita y sutanito pasan a formar una sociedad conyugal a partir del día X y es todo.
Por si fuera poco desde niñas nos tratan de inculcar que si eres decente te debes de casar, que si no es asi no te respetaran, que el hombre fue creado para pagar todo y mantenernos y nosotras para quedarnos de fodongas en casa comiendo sabritas con coca cola mientras vemos la telenovela, que al ser madres dejamos de ser sexis, que el hombre no debe lavar los platos o preparar la comida o cambiarle el pañal al bebe, en fin, tantas mujeres que piensan en el matrimonio como la solucion a sus problemas y su meta es casarse sea como sea, si hay amor o no es lo de menos.
Yo no creo en el matrimonio, porque no creo que se deba coartar la libertad de nadie ni condicionar situaciones, es decir, conoces a alguien, te cae bien, te gusta, convives con el, te das cuenta que te encanta y zas te enamoras, te fascina estar a su lado, te trata bien, te divierte, comparten gustos, hablan por horas etc. etc. etc., y hasta allí todo es genial, pero llega un momento en que dices las palabras mágicas: quiero vivir contigo para siempre, ¿te quieres casar conmigo? y eso es bueno, hasta el día después de consumado el acto en que empiezan a cambiar las cosas, cosas como: mínimo limpia lo que tiraste en el baño, ¿por que carajos llegas a las 7 si sales de trabajar a las 5.30?, ¿como que otra vez vas con tus amigotes? o carajo, que mala te quedo la comida, se te paso de sal, mierda, ni una camisa puedes planchar de manera adecuada, ¿como que te duele la cabeza? Y así un largo etc. etc. etc.
Y es que es difícil vivir con alguien, es acostumbrarse a manías y costumbres de la otra persona, ser tolerante y comprensivo, tratar de considerar las necesidades y situaciones de la pareja, la mas de las veces un divorcio es por la incompatibilidad de caracteres, pero es que no es en realidad eso, la verdad es que todo se empieza a convertir en una lucha de poderes, manipulación, chantaje, el clásico: quieres mas a tus amigos que a mi (de ser así se habría casado con los amigos) o ya no me amas porque no quieres tener sexo diario (la ingrata fue a trabajar, después por los niños a la escuela, regreso a casa y dio comida, lavo la ropa, ayudo a los niños en la tarea, le dio de comer al perro, plancho, hizo cena y llega casi arrastrándose a la cama) y empiezan los chantajes emocionales, los reproches, los no me amas como antes, ya no hablas conmigo etc. etc. etc.
Lo ideal seria que cada quien tuviera su espacio, sus obligaciones y deberes, si ambos aportan a la economía ambos deben compartir el trabajo en casa, porque es una sociedad, oye, ¿estas aburrido y quieres irte de fiesta? OK, vámonos, ¿que van tus amigos? perfecto, si quieres llamo a mis amigas, ¿que a ti te gusta el rock?, ok, vámonos al concierto y la semana próxima a ver la película que me gusta, mi amor, pero es día de hombres, ok, don’t worry, ve con tus amigos, yo tengo pendiente visitar a la fulanita, lo justo es dar y recibir, compartir, hablar, ser cómplices y amigos, no convertirse en enemigos, el sigue siendo ese hombre que te gusto, no ha cambiado, ella sigue siendo la mujer sexi que te volvía loco, aun cuando se acabe de levantar y la veas sin maquillaje en sus ojos esta el amor por ti, ¿para que firmar un papel? por cuestiones legales tal vez, yo no creo en el matrimonio, solo creo en el amor.

El matrimonio es un concepto bajo el cual se legaliza una unión entre un hombre y una mujer para crear una familia donde la mujer puede embarazarse de manera oficial y ambos cónyuges tienen derechos y obligaciones de tipo jurídico y económico y por supuesto emocional. La finalidad del matrimonio ha sido principalmente crear una institución legal bajo la cual somos socialmente aceptados. Se supone que el firmar un acta de matrimonio equivale a firmar un acuerdo de sociedad en la cual los involucrados tienen los mismos derechos y obligaciones (aja).
Pero veámoslo en retrospectiva, hoy día la funcionalidad de dicho contrato es mierda (ya me había tardado) al firmar el dichoso papel el hombre asume que la mujer se convierte de manera automática en la sirvienta y administradora, pasa de ser la compañera a ser la mamà de los hijos y por ende pierde su sensualidad (ojo, no siempre, solo hablo del 99.99% de los casos) el hombre se convierte en el principal proveedor económico y misteriosamente ese gusto por preparar comida y ocuparse de algunos menesteres hogareños desaparece, misteriosamente y sin siquiera haberlo hablado la mujer debe dedicarse de lleno al hogar, trabaje o no y las amistades deben pasar a segundo plano, el hombre por el contrario adquiere libertad absoluta, el pobre esta tan estresado trabajando y pagando cuentas que debe salir cada fin de semana a beber unas cervezas con sus amigos a los cuales defiende a capa y espada de las insidiosas palabras de su mujer quien piensa que son nefastos, claro que las amigas de ella también pasan a ser las chismosas que se meten donde no deben, en fin, así podría pasar el día desglosando los cambios que se dan con el simple acto de firmar un papel que no dice nada, es en serio, ese papel solo dice que fulanita y sutanito pasan a formar una sociedad conyugal a partir del día X y es todo.
Por si fuera poco desde niñas nos tratan de inculcar que si eres decente te debes de casar, que si no es asi no te respetaran, que el hombre fue creado para pagar todo y mantenernos y nosotras para quedarnos de fodongas en casa comiendo sabritas con coca cola mientras vemos la telenovela, que al ser madres dejamos de ser sexis, que el hombre no debe lavar los platos o preparar la comida o cambiarle el pañal al bebe, en fin, tantas mujeres que piensan en el matrimonio como la solucion a sus problemas y su meta es casarse sea como sea, si hay amor o no es lo de menos.
Yo no creo en el matrimonio, porque no creo que se deba coartar la libertad de nadie ni condicionar situaciones, es decir, conoces a alguien, te cae bien, te gusta, convives con el, te das cuenta que te encanta y zas te enamoras, te fascina estar a su lado, te trata bien, te divierte, comparten gustos, hablan por horas etc. etc. etc., y hasta allí todo es genial, pero llega un momento en que dices las palabras mágicas: quiero vivir contigo para siempre, ¿te quieres casar conmigo? y eso es bueno, hasta el día después de consumado el acto en que empiezan a cambiar las cosas, cosas como: mínimo limpia lo que tiraste en el baño, ¿por que carajos llegas a las 7 si sales de trabajar a las 5.30?, ¿como que otra vez vas con tus amigotes? o carajo, que mala te quedo la comida, se te paso de sal, mierda, ni una camisa puedes planchar de manera adecuada, ¿como que te duele la cabeza? Y así un largo etc. etc. etc.
Y es que es difícil vivir con alguien, es acostumbrarse a manías y costumbres de la otra persona, ser tolerante y comprensivo, tratar de considerar las necesidades y situaciones de la pareja, la mas de las veces un divorcio es por la incompatibilidad de caracteres, pero es que no es en realidad eso, la verdad es que todo se empieza a convertir en una lucha de poderes, manipulación, chantaje, el clásico: quieres mas a tus amigos que a mi (de ser así se habría casado con los amigos) o ya no me amas porque no quieres tener sexo diario (la ingrata fue a trabajar, después por los niños a la escuela, regreso a casa y dio comida, lavo la ropa, ayudo a los niños en la tarea, le dio de comer al perro, plancho, hizo cena y llega casi arrastrándose a la cama) y empiezan los chantajes emocionales, los reproches, los no me amas como antes, ya no hablas conmigo etc. etc. etc.
Lo ideal seria que cada quien tuviera su espacio, sus obligaciones y deberes, si ambos aportan a la economía ambos deben compartir el trabajo en casa, porque es una sociedad, oye, ¿estas aburrido y quieres irte de fiesta? OK, vámonos, ¿que van tus amigos? perfecto, si quieres llamo a mis amigas, ¿que a ti te gusta el rock?, ok, vámonos al concierto y la semana próxima a ver la película que me gusta, mi amor, pero es día de hombres, ok, don’t worry, ve con tus amigos, yo tengo pendiente visitar a la fulanita, lo justo es dar y recibir, compartir, hablar, ser cómplices y amigos, no convertirse en enemigos, el sigue siendo ese hombre que te gusto, no ha cambiado, ella sigue siendo la mujer sexi que te volvía loco, aun cuando se acabe de levantar y la veas sin maquillaje en sus ojos esta el amor por ti, ¿para que firmar un papel? por cuestiones legales tal vez, yo no creo en el matrimonio, solo creo en el amor.
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Yo no creo en el Matrimonio :
El matrimonio es un concepto bajo el cual se legaliza una unión entre un hombre y una mujer para crear una familia donde la mujer puede embarazarse de manera oficial y ambos cónyuges tienen derechos y obligaciones de tipo jurídico y económico y por supuesto emocional. La finalidad del matrimonio ha sido principalmente crear una institución legal bajo la cual somos socialmente aceptados. Se supone que el firmar un acta de matrimonio equivale a firmar un acuerdo de sociedad en la cual los involucrados tienen los mismos derechos y obligaciones (aja).
Pero veámoslo en retrospectiva, hoy día la funcionalidad de dicho contrato es mierda (ya me había tardado) al firmar el dichoso papel el hombre asume que la mujer se convierte de manera automática en la sirvienta y administradora, pasa de ser la compañera a ser la mamà de los hijos y por ende pierde su sensualidad (ojo, no siempre, solo hablo del 99.99% de los casos) el hombre se convierte en el principal proveedor económico y misteriosamente ese gusto por preparar comida y ocuparse de algunos menesteres hogareños desaparece, misteriosamente y sin siquiera haberlo hablado la mujer debe dedicarse de lleno al hogar, trabaje o no y las amistades deben pasar a segundo plano, el hombre por el contrario adquiere libertad absoluta, el pobre esta tan estresado trabajando y pagando cuentas que debe salir cada fin de semana a beber unas cervezas con sus amigos a los cuales defiende a capa y espada de las insidiosas palabras de su mujer quien piensa que son nefastos, claro que las amigas de ella también pasan a ser las chismosas que se meten donde no deben, en fin, así podría pasar el día desglosando los cambios que se dan con el simple acto de firmar un papel que no dice nada, es en serio, ese papel solo dice que fulanita y sutanito pasan a formar una sociedad conyugal a partir del día X y es todo.
Por si fuera poco desde niñas nos tratan de inculcar que si eres decente te debes de casar, que si no es asi no te respetaran, que el hombre fue creado para pagar todo y mantenernos y nosotras para quedarnos de fodongas en casa comiendo sabritas con coca cola mientras vemos la telenovela, que al ser madres dejamos de ser sexis, que el hombre no debe lavar los platos o preparar la comida o cambiarle el pañal al bebe, en fin, tantas mujeres que piensan en el matrimonio como la solucion a sus problemas y su meta es casarse sea como sea, si hay amor o no es lo de menos.
Yo no creo en el matrimonio, porque no creo que se deba coartar la libertad de nadie ni condicionar situaciones, es decir, conoces a alguien, te cae bien, te gusta, convives con el, te das cuenta que te encanta y zas te enamoras, te fascina estar a su lado, te trata bien, te divierte, comparten gustos, hablan por horas etc. etc. etc., y hasta allí todo es genial, pero llega un momento en que dices las palabras mágicas: quiero vivir contigo para siempre, ¿te quieres casar conmigo? y eso es bueno, hasta el día después de consumado el acto en que empiezan a cambiar las cosas, cosas como: mínimo limpia lo que tiraste en el baño, ¿por que carajos llegas a las 7 si sales de trabajar a las 5.30?, ¿como que otra vez vas con tus amigotes? o carajo, que mala te quedo la comida, se te paso de sal, mierda, ni una camisa puedes planchar de manera adecuada, ¿como que te duele la cabeza? Y así un largo etc. etc. etc.
Y es que es difícil vivir con alguien, es acostumbrarse a manías y costumbres de la otra persona, ser tolerante y comprensivo, tratar de considerar las necesidades y situaciones de la pareja, la mas de las veces un divorcio es por la incompatibilidad de caracteres, pero es que no es en realidad eso, la verdad es que todo se empieza a convertir en una lucha de poderes, manipulación, chantaje, el clásico: quieres mas a tus amigos que a mi (de ser así se habría casado con los amigos) o ya no me amas porque no quieres tener sexo diario (la ingrata fue a trabajar, después por los niños a la escuela, regreso a casa y dio comida, lavo la ropa, ayudo a los niños en la tarea, le dio de comer al perro, plancho, hizo cena y llega casi arrastrándose a la cama) y empiezan los chantajes emocionales, los reproches, los no me amas como antes, ya no hablas conmigo etc. etc. etc.
Lo ideal seria que cada quien tuviera su espacio, sus obligaciones y deberes, si ambos aportan a la economía ambos deben compartir el trabajo en casa, porque es una sociedad, oye, ¿estas aburrido y quieres irte de fiesta? OK, vámonos, ¿que van tus amigos? perfecto, si quieres llamo a mis amigas, ¿que a ti te gusta el rock?, ok, vámonos al concierto y la semana próxima a ver la película que me gusta, mi amor, pero es día de hombres, ok, don’t worry, ve con tus amigos, yo tengo pendiente visitar a la fulanita, lo justo es dar y recibir, compartir, hablar, ser cómplices y amigos, no convertirse en enemigos, el sigue siendo ese hombre que te gusto, no ha cambiado, ella sigue siendo la mujer sexi que te volvía loco, aun cuando se acabe de levantar y la veas sin maquillaje en sus ojos esta el amor por ti, ¿para que firmar un papel? por cuestiones legales tal vez, yo no creo en el matrimonio, solo creo en el amor.

El matrimonio es un concepto bajo el cual se legaliza una unión entre un hombre y una mujer para crear una familia donde la mujer puede embarazarse de manera oficial y ambos cónyuges tienen derechos y obligaciones de tipo jurídico y económico y por supuesto emocional. La finalidad del matrimonio ha sido principalmente crear una institución legal bajo la cual somos socialmente aceptados. Se supone que el firmar un acta de matrimonio equivale a firmar un acuerdo de sociedad en la cual los involucrados tienen los mismos derechos y obligaciones (aja).
Pero veámoslo en retrospectiva, hoy día la funcionalidad de dicho contrato es mierda (ya me había tardado) al firmar el dichoso papel el hombre asume que la mujer se convierte de manera automática en la sirvienta y administradora, pasa de ser la compañera a ser la mamà de los hijos y por ende pierde su sensualidad (ojo, no siempre, solo hablo del 99.99% de los casos) el hombre se convierte en el principal proveedor económico y misteriosamente ese gusto por preparar comida y ocuparse de algunos menesteres hogareños desaparece, misteriosamente y sin siquiera haberlo hablado la mujer debe dedicarse de lleno al hogar, trabaje o no y las amistades deben pasar a segundo plano, el hombre por el contrario adquiere libertad absoluta, el pobre esta tan estresado trabajando y pagando cuentas que debe salir cada fin de semana a beber unas cervezas con sus amigos a los cuales defiende a capa y espada de las insidiosas palabras de su mujer quien piensa que son nefastos, claro que las amigas de ella también pasan a ser las chismosas que se meten donde no deben, en fin, así podría pasar el día desglosando los cambios que se dan con el simple acto de firmar un papel que no dice nada, es en serio, ese papel solo dice que fulanita y sutanito pasan a formar una sociedad conyugal a partir del día X y es todo.
Por si fuera poco desde niñas nos tratan de inculcar que si eres decente te debes de casar, que si no es asi no te respetaran, que el hombre fue creado para pagar todo y mantenernos y nosotras para quedarnos de fodongas en casa comiendo sabritas con coca cola mientras vemos la telenovela, que al ser madres dejamos de ser sexis, que el hombre no debe lavar los platos o preparar la comida o cambiarle el pañal al bebe, en fin, tantas mujeres que piensan en el matrimonio como la solucion a sus problemas y su meta es casarse sea como sea, si hay amor o no es lo de menos.
Yo no creo en el matrimonio, porque no creo que se deba coartar la libertad de nadie ni condicionar situaciones, es decir, conoces a alguien, te cae bien, te gusta, convives con el, te das cuenta que te encanta y zas te enamoras, te fascina estar a su lado, te trata bien, te divierte, comparten gustos, hablan por horas etc. etc. etc., y hasta allí todo es genial, pero llega un momento en que dices las palabras mágicas: quiero vivir contigo para siempre, ¿te quieres casar conmigo? y eso es bueno, hasta el día después de consumado el acto en que empiezan a cambiar las cosas, cosas como: mínimo limpia lo que tiraste en el baño, ¿por que carajos llegas a las 7 si sales de trabajar a las 5.30?, ¿como que otra vez vas con tus amigotes? o carajo, que mala te quedo la comida, se te paso de sal, mierda, ni una camisa puedes planchar de manera adecuada, ¿como que te duele la cabeza? Y así un largo etc. etc. etc.
Y es que es difícil vivir con alguien, es acostumbrarse a manías y costumbres de la otra persona, ser tolerante y comprensivo, tratar de considerar las necesidades y situaciones de la pareja, la mas de las veces un divorcio es por la incompatibilidad de caracteres, pero es que no es en realidad eso, la verdad es que todo se empieza a convertir en una lucha de poderes, manipulación, chantaje, el clásico: quieres mas a tus amigos que a mi (de ser así se habría casado con los amigos) o ya no me amas porque no quieres tener sexo diario (la ingrata fue a trabajar, después por los niños a la escuela, regreso a casa y dio comida, lavo la ropa, ayudo a los niños en la tarea, le dio de comer al perro, plancho, hizo cena y llega casi arrastrándose a la cama) y empiezan los chantajes emocionales, los reproches, los no me amas como antes, ya no hablas conmigo etc. etc. etc.
Lo ideal seria que cada quien tuviera su espacio, sus obligaciones y deberes, si ambos aportan a la economía ambos deben compartir el trabajo en casa, porque es una sociedad, oye, ¿estas aburrido y quieres irte de fiesta? OK, vámonos, ¿que van tus amigos? perfecto, si quieres llamo a mis amigas, ¿que a ti te gusta el rock?, ok, vámonos al concierto y la semana próxima a ver la película que me gusta, mi amor, pero es día de hombres, ok, don’t worry, ve con tus amigos, yo tengo pendiente visitar a la fulanita, lo justo es dar y recibir, compartir, hablar, ser cómplices y amigos, no convertirse en enemigos, el sigue siendo ese hombre que te gusto, no ha cambiado, ella sigue siendo la mujer sexi que te volvía loco, aun cuando se acabe de levantar y la veas sin maquillaje en sus ojos esta el amor por ti, ¿para que firmar un papel? por cuestiones legales tal vez, yo no creo en el matrimonio, solo creo en el amor.