<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por Fegna:
Bien maestro Rev Ezequiel, cometí un error (casi un horror), dejamos las cosas en 100000000000000000000000 contra dos.
El Vasallo de Dios: Te extraño, feño. Por fin aprendiste a reconocer tus errores. Por ahora, sólo los ortográficos; más tarde, ojalá que los teológicos como ese de adorar a los seres humanos. ¿Sabes? sólo se adora a Dios. Como decía tu maestro, el que se fue, eso de "maricucha" huele a idolatría. Yo siempre te lo dije; ahora lo que yo te dije ha sido corroborado por personas de tu entorno. ¿Se lo vas a creer?
Fegna: En todo caso pido las disculpas y expreso lo que quería decir hago.
El Vasallo de Dios: ¡Caramba! hasta a pedir disculpas has aprendido. ¿Por qué no le pides disculpas al Creador por estar adorando a sus creaturas? Lee los dos primeros capítulos a los Romanos y te darás cuenta que estás en pecado de muerte. Arrepiéntete y déjate de cuatro vainas.
Fegna: No fue tan difícil pedir perdón, en todo caso errare humanum est.
Está bien que "errar es humano", pero ya es tiempo que endereces tu vida. No te hagas el "seminarista"; tú ya eres bastante crecidito para que pongas las cosas en su sitio y no te dejes engañar ni por "curitas" ni futuros "diáconos". Como buen chileno, tú eres "machote" y nadie debe dominarte sino el Espíritu de Dios.
Fegna: Por otro lado, ¿aprendió a amar?
El Vasallo de Dios: Preguntas si este hombre amado ya aprendió a amar. Si tú supieras qué es el amor, no harías esa pregunta. Si tú me conocieras a mí, no harías esa pregunta. Si tú supieras cómo me aman y cómo amo yo, no harías esa pregunta.
Para no dejar tu pregunta no contestada, te voy a contestar:
Fegna, todos los días aprendo a amar. Amo el sol y la luna, amo las estrellas y los árboles, amo a los niños y a las mujeres. Pero también amó al caído y desvalido; amo a las prostitutas y a los criminales, a los sucios y malolientes pordioseros de Nueva York o de Lima. Amo a los pecadores como tú que todavía no han reconocido su pecado de idolatría y que no sólo adoran a los seres creados por Dios sino que empujan a que otros lo hagan. Tu pecado te persigue: amo a los perseguidos. Refugio puedes encontrar en el amor de mis amores: JESUCRISTO.
No tan fraternalmente hasta que te arrepientas, Rev. Ezequiel Romero.
[/quote]