Re: Nephilims ¿Mito o realidad?
Hola hermanos, he visto los comentarios de todos y quiero aportar información a los interesados. Los Nefilím no eran simios, sino seres humanos de entre 2,5m y más de 5m de altura. La palabra Nefilím significa: “Caídos”, de los cuales hubo muchos antes del diluvio y después del diluvio pues vinieron a la Tierra en grupos (eran soldados, no trajeron mujeres). Hubo dos ocasiones importantes en que los Caídos –o “La Gestapo de Pléyades”, como yo prefiero llamarles- vinieron a la Tierra, en lo que conocemos como “periodo de los dioses sumerios” y “periodo de los dioses griegos”.
Estos grigori (griego: “vigilantes”) fueron engañados por el Imperio Bélico de Satanás, llamado “Draco” (español: “Dragón”).
Un hermano dijo que estaban relacionados con los Neandertales, pero eso no tiene ningún punto de apoyo, si los Caídos venían del cielo, es poco lógico asociar esto con el hecho de que en el Congreso Internacional de Zoología de 1958, el Dr. A.J.E. Cave dijo que su examen de este famoso esqueleto, hallado en Francia hacía más de 50 años, mostró que era de “un hombre anciano que sufría de artritis”.
Creer que el gigantopitecus fue una evolución de seres homínidos tiene dos partes contradictorias: la primera es que cualquiera que crea en la evolución no puede creer en Dios, y segundo, que si el gigantopitecus provino de evolución, hasta que no encuentren sus esqueletos de transición es lo mismo de siempre: una fabula-hipótesis.
Otro punto que ya citaron, fue insinuar que los Caídos habrían sido resultado de manipulación genética. De hecho, el libro de Henóc dice precisamente algo similar, pero no de ellos sino de sus hijos. La escritura sugiere que los Caídos que se según fuentes egipcias y lemurianas, se establecieron en la mitica Atlantis -un grupo de 10 islas junto con Udall, donde se establecieron son supervivientes de Lemuria-, y fueron los creadores de “muchos seres fabulosos” como lo hicieron también los de ellos que dominaron el Sumer. Ellos, no sólo manipularon el ADN de sus hijos y los hicieron extremadamente enormes, sino que violaron las leyes de la naturaleza cruzando a todo tipo de criaturas. Estas criaturas envejecían rápido y no podían reproducirse, fueron pues consideradas como “seres poderosos”, y por tanto puestos como “iconos” en las entradas de los templos y en lugares sagrados.
Otros han postulado que los Caídos, de la estirpe de los Bnei Elohim (hebreo: “Hijos de los Dioses”) eran, de hecho, hijos de Caín. Esto no tiene de donde sustentarse, menos si la maldición de Caín fue cortada de cuajo por su descendiente Lamec, quien le asesinó. De modo que si Lamec mató a Caín, ya su descendencia no es contada más allá de Tubal-caín (Génesis 4:26). Estos, en todo caso, sucumbieron, pues todo el territorio de Mesopotamia y Asia Menor fue cubierta por mares tras el diluvio.
Quienes conocen las novelas antiguas que cuentan sobre los enfrentamientos entre los dioses-gigantes, verán la relación que les une a todos. Los Si-Te-Ca en el Lovelock (EE.UU.) fueron vencidos por una coalición de pueblos paiutes, los cuales dicen que estos gigantes pelirrojos vinieron de algún lugar desconocido pero no eran de estas tierras. Sus esqueletos están en varios museos y llegan a superar fácilmente los 3m de altura.
Vemos también a los aborígenes de Australia hablar sobre los wandjinas, venidos del cielo en luces volantes y tronantes, quienes –según dataciones científicas- estuvieron en Australia hace más de 50.000 años -en casos se estiman los 300.000 años, pues se han encontrado sus armas y utensilios, tan enormes que solo pudieron ser utilizadas por alguien con un porte extraordinario. Los aborígenes relatan con detalle, cómo, hace muchos siglos, estos gigantes se enfrentaron en luchas cuyas armas devastaron la geografía de Australia y dejaron incluzo monolitos fruto de la fisión nuclear de causaron sus aparatos.
Los griegos dan muchos detalles sobre estas luchas, y cuentan, igual que la Biblia y los aborígenes de Australia, que estos titanes (griego: “gigantes”) fueron encerrados en prisiones debajo de la Tierra.
Existen más evidencias sobre los Rafá (nombre genérico de esta raza) y los Anak, diseminadas por todo el globo. Sus esqueletos han sido destruidos, vueltos a enterrar, escondidos y en muchos de los casos guardados en hangares enormes donde constantemente son almacenados cientos y cientos de restos sacados de las entrañas de la Tierra. También, como en tristes casos como el del Dr. Dyer, las personas que lo han hallado y el descubrimiento han desaparecido misteriosamente.
Ya sobre el lugar a donde ese grupo fue destinado, no deberían especular sin una fuente. El libro de Henoc es el que mejor habla sobre esto, lo demás es mera hipótesis, aunque en la novela de Gilgamesh y Orfeo se habla sobre el inframundo pero no de la forma tan profunda que los hace el profeta Henoc. Y entre otras cosas, Henoc jamás dijo que allá abajo estuviese Satanás, más bien si dice la Biblia que cuando venga el Armagedón, Satanás caerá del cielo vencido por Miguel y en la tierra será capturado y atado por 1000 años, en los cuales reinará Cristo (Revelaciones 20:2).
Bendición!