1Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles;
2si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros;
3que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente,
4leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo,
5misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu:
6que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio,
7del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder.
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La nueva dispensación de la Gracia se la dio Dios en revelación y a nadie mas se la dio antes.
Ef 3:8A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,
9y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas.
Hoy todo mundo puede ser salvo, judíos y gentiles, por la Gracia y no la Ley.
Jesus se reveló como el Mesías en su entrada a Jerusalén el Domingo de palmas pero no lo aceptaron y a la mitad de la semana, literalmente, fue crucificado, y para antes del Domingo ya había resucitado, y a los 40 días fue levantado al cielo.
Pero a Israel se le dio la segunda oportunidad de recibir a su Mesías en Hechos 7. Esteban testificó ante el gobierno del concilio y no solamente lo rechazaron otra ves sino que también mataron al mensajero. Esa fue la ultima chanza que Dios les dio para recibir a Jesus como su Mesías.