Re: nacimiento defectuoso de la reina valera.
A ver, si dices que el Textus receptus "es menos exacto si lo que buscamos es la exactitud con los originales".
Si tengo una copia de un original, y no "es menos exacto" es orue contiene diferencias, es decir errores.
Estás reconociendo que en Textus Receptus hay una añadido apócrifo en 1 Juan 5:7, pues el códice Sinaítico, más confiable, no contiene esa añadidura.
Los textos bíblicos de la actual crítica de la Iglesia Católica Romana y de algunas sociedades bíblicas protestantes, como el Nestlé-Alland o el Westcott-Hort son las fuentes que probablemente más se ajustan a los textos originales perdidos. Para redactar dichos textos se ha cotejado numerosísimos papiros y distintos códices de los cuales los más importantes por su confiable antigüedad y pureza son el sinaítico y el vaticano; todo ésto sin olvidar la primera tradición latina recogida en las biblias pre-vulgata y también por supuesto en la vulgata (que son traducciones tan antiguas como el códice sinaítico o el vaticano).
Como ya te dije, y creo que no me acabas de entender, existen diversas tradiciones y la que se impone actualmente favorecida por la crítica científica es la sinaítica-vaticana. La tradición bizantina que culminó en el siglo XVI con el llamado textus receptus es menos exacta
si lo que buscas es la originalidad pero una joya de gran valor si quieres entender como la Iglesia ordenó y trasladó la palabra de Dios dándole explendor (mejorando la gramática y el estilo) y en ocasiones introduciendo comentarios o glosas que con el tiempo pasaron a formar parte de la Biblia y de la tradición literaria bíblica.
Por ejemplo es 1 de Juan 5:7 donde la Iglesia comprendiendo la profundidad de dicho pasaje glosó con el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo un texto del apóstol Juan como un comentario oportuno y teológicamente perfecto e impecable; pero que desde la perspectiva textualista de nuestros días es una aberrancia: no por su contenido, sino por añadirse a un texto a posteriori.
La mayoría de las iglesias cristianas, excepto un gran porcentaje de evangélicos tradicionalistas (mal enterados) y la Iglesia Oriental (ortodoxa), actualmente han retirado de sus traducciones dicha glosa para que se diferencia correctamente el añadido (que corresponde presumiblemente al siglo III o IV) del texto original del siglo I. Esta interpolación ha sido rescatada no obstante en las notas de las biblias de dichas iglesias para que el creyente tenga en cuenta cual ha sido la tradición de XVI siglos de Biblia y la oportunidad de dicha glosa.
También son famosos añadidos como al final de la oración del Señor:
Mat 6:13 Y no nos metas en tentacion, mas libranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amen.
Esta glosa nuevamente ejemplariza la gran devoción que los copistas tuvieron por esta oración y que en la liturgia del culto diario y dominical terminaba con la declaración de: "porque tuyo es el reino, el poder, y la gloria, por los siglos de los siglos. Amen"
El problema es que aunque esta oración en la liturgia terminaba así, en el texto original de Mateo muy probablemente no. El copista añadió la glosa porque era lo que estaba acostumbrado a oír diariamente en el culto, y con fundamento creía que faltaba en el texto primero en el que se hizo tal interpolación. Así nos quedó a la posteridad hasta que se descubrieron fuentes más confiables y hoy en día se retira de las Biblias cristianas.
Hay muchos casos como éste, aunque la mayoría de las diferencias sólo obedecen a normas de estilo e hipercorrección.