«Esto dice el Señor:
«Deténganse en el cruce
y miren a su alrededor;
pregunten por el camino antiguo,
el camino justo,
y anden en él.
Vayan por esa senda
y encontrarán descanso para el alma.
Pero ustedes responden:
“¡No, ese no es el camino que queremos!”.
Puse centinelas sobre ustedes,
que dijeron:
“Estén atentos al sonido de alarma”.
Pero ustedes respondieron:
“¡No! ¡No prestaremos atención!”.
»Por lo tanto, naciones,
escuchen esto;
tomen nota de la situación de mi pueblo.
¡Escuchen,
habitantes de toda la tierra!
Traeré desastre sobre mi pueblo.
Es el fruto de sus propias intrigas,
porque se niegan a escucharme;
han rechazado mi palabra.
Es inútil ofrecerme
el incienso dulce de Saba.
¡Guárdense su cálamo aromático
importado de tierras lejanas!
No aceptaré sus ofrendas quemadas;
sus sacrificios no tienen ningún aroma
agradable para mí».
Por lo tanto, esto dice el Señor:
«Pondré obstáculos en el camino
de mi pueblo.
Padres e hijos tropezarán contra ellos.
Vecinos y amigos morirán juntos».»
Jeremías 6:16-21 NTV