Mensaje 31
Vida interior
Desarrollo, crecimiento y madurez
Lectura bíblica
1 Co.12:12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también el Cristo.
Col. 2:19 …asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el Cuerpo … crece con el crecimiento de Dios.
El Cuerpo de Cristo
El Cuerpo de Cristo es la expresión de Cristo
El Nuevo Testamento afirma enfáticamente que la iglesia es el Cuerpo de Cristo (Ef. 1:22-23; Ro. 12:5; 1 Co. 12:12).110 La función del Cuerpo es ser la expresión plena de Cristo. Del mismo modo en que nosotros no podemos manifestar nuestra personalidad a través de un solo miembro de nuestro cuerpo —oídos, boca, ojos, manos ni pies—, así Cristo no puede manifestar Su personalidad a través de un solo miembro de Su Cuerpo, individualmente. Se necesita todo Su Cuerpo para que El pueda ser manifestado… Hoy El se revela por medio de la iglesia, la cual es el Cristo corporativo. Anteriormente, Cristo era expresado individualmente, pero ahora El es expresado corporativamente. Así que, no sólo la Cabeza es Cristo, sino que el Cuerpo también es Cristo. En 1 Corintios 12:12… dice claramente que el Cuerpo es Cristo.112 Todos los creyentes de Cristo están unidos orgánicamente a El y están constituidos por Su vida y elemento, de tal manera que llegan a ser Su Cuerpo, un organismo que le expresa. Por tanto, El no sólo es la Cabeza, sino también el Cuerpo. Tal como nuestro cuerpo físico tiene muchos miembros y aun así es uno solo, así también Cristo.
El Cuerpo crece con el crecimiento de Dios
Si tenemos la luz de la clara revelación del Nuevo Testamento, veremos que la iglesia es… un organismo viviente, el Cuerpo, del cual Cristo es la Cabeza.114 [En Colosenses] 2:19, Pablo menciona la frase “asiéndose de la Cabeza…” Asirse de la Cabeza equivale a permanecer en Cristo. Por supuesto, asirse de la Cabeza implica que no estamos desprendidos, separados, de Cristo … Asirnos de la Cabeza es permanecer en Cristo, sin nada que nos separe de El.
La frase en virtud de quien mencionada en el versículo 19 indica que algo proviene de la Cabeza que causa que el Cuerpo crezca. El crecimiento del Cuerpo depende de lo que surge de Cristo, la Cabeza, tal como el crecimiento de una planta depende de lo que se trasmite a la planta proveniente de sus raíces. Si una planta no absorbe los nutrientes de la tierra, no puede crecer. Del mismo modo, si nosotros no recibimos lo que proviene de Cristo, quien es la Cabeza, el Cuerpo no puede crecer. Por lo tanto, asirse de la Cabeza es estar arraigados en Cristo [2:7], la tierra.
[Además], en 2:19 Pablo dice que el Cuerpo “crece con el crecimiento de Dios”.115 En Sí mismo, Dios no necesita crecer; El es absolutamente completo y perfecto. Pero en nosotros, El sí necesita crecer. La medida de Cristo que tenemos es muy limitada, y la cantidad es muy pequeña. Necesitamos más de Cristo. Necesitamos que Dios aumente en nuestro interior.
Ahora debemos preguntarnos de qué manera nos da Dios el crecimiento… Dios nos da el crecimiento al darse a Sí mismo a nosotros de una manera muy subjetiva. Ya que es así como Dios nos da el crecimiento, necesitamos dedicar tiempo a absorberlo… No debemos tocar al Señor a las carreras. Si lo hacemos de prisa, las riquezas que absorbamos no serán muchas. Necesitamos un tiempo razonable para orar. Si queremos crecer, debemos profundizar en la Palabra, alimentarnos de ella y ejercitar nuestro espíritu para orar y recibir al Señor cada día. Cada mañana debemos invertir un tiempo razonable en absorber al Señor. Aunque incluso diez minutos es bueno, es mejor invertir treinta minutos para disfrutarle al comenzar cada día. Si uno invierte treinta minutos para absorber al Señor y disfrutarle en la mañana, no le molestarán las cosas negativas que deba enfrentar durante el día. Las “moscas” y los “escorpiones” no le fastidiarán, pues los elementos que haya absorbido de la “tierra”, los repelerán.119 En lugar de pasar tanto tiempo en su mente, en su parte afectiva y en su voluntad, debe invertir más tiempo ejercitando su espíritu para adorar al Señor, alabarle, ofrecerle acciones de gracias y hablarle libremente. Debe olvidarse de sus problemas, de la condición en que se halle, de sus fracasos y debilidades, y simplemente pasar tiempo disfrutando al Señor… Abrámonos al Señor ejercitando nuestro espíritu y digámosle: “Oh Señor Jesús, te amo… Señor, me entrego a Ti. Te entrego mi corazón y todo lo que suceda en este día.
Witness Lee. Living Stream Ministry
Vida interior
Desarrollo, crecimiento y madurez
Lectura bíblica
1 Co.12:12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también el Cristo.
Col. 2:19 …asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el Cuerpo … crece con el crecimiento de Dios.
El Cuerpo de Cristo
El Cuerpo de Cristo es la expresión de Cristo
El Nuevo Testamento afirma enfáticamente que la iglesia es el Cuerpo de Cristo (Ef. 1:22-23; Ro. 12:5; 1 Co. 12:12).110 La función del Cuerpo es ser la expresión plena de Cristo. Del mismo modo en que nosotros no podemos manifestar nuestra personalidad a través de un solo miembro de nuestro cuerpo —oídos, boca, ojos, manos ni pies—, así Cristo no puede manifestar Su personalidad a través de un solo miembro de Su Cuerpo, individualmente. Se necesita todo Su Cuerpo para que El pueda ser manifestado… Hoy El se revela por medio de la iglesia, la cual es el Cristo corporativo. Anteriormente, Cristo era expresado individualmente, pero ahora El es expresado corporativamente. Así que, no sólo la Cabeza es Cristo, sino que el Cuerpo también es Cristo. En 1 Corintios 12:12… dice claramente que el Cuerpo es Cristo.112 Todos los creyentes de Cristo están unidos orgánicamente a El y están constituidos por Su vida y elemento, de tal manera que llegan a ser Su Cuerpo, un organismo que le expresa. Por tanto, El no sólo es la Cabeza, sino también el Cuerpo. Tal como nuestro cuerpo físico tiene muchos miembros y aun así es uno solo, así también Cristo.
El Cuerpo crece con el crecimiento de Dios
Si tenemos la luz de la clara revelación del Nuevo Testamento, veremos que la iglesia es… un organismo viviente, el Cuerpo, del cual Cristo es la Cabeza.114 [En Colosenses] 2:19, Pablo menciona la frase “asiéndose de la Cabeza…” Asirse de la Cabeza equivale a permanecer en Cristo. Por supuesto, asirse de la Cabeza implica que no estamos desprendidos, separados, de Cristo … Asirnos de la Cabeza es permanecer en Cristo, sin nada que nos separe de El.
La frase en virtud de quien mencionada en el versículo 19 indica que algo proviene de la Cabeza que causa que el Cuerpo crezca. El crecimiento del Cuerpo depende de lo que surge de Cristo, la Cabeza, tal como el crecimiento de una planta depende de lo que se trasmite a la planta proveniente de sus raíces. Si una planta no absorbe los nutrientes de la tierra, no puede crecer. Del mismo modo, si nosotros no recibimos lo que proviene de Cristo, quien es la Cabeza, el Cuerpo no puede crecer. Por lo tanto, asirse de la Cabeza es estar arraigados en Cristo [2:7], la tierra.
[Además], en 2:19 Pablo dice que el Cuerpo “crece con el crecimiento de Dios”.115 En Sí mismo, Dios no necesita crecer; El es absolutamente completo y perfecto. Pero en nosotros, El sí necesita crecer. La medida de Cristo que tenemos es muy limitada, y la cantidad es muy pequeña. Necesitamos más de Cristo. Necesitamos que Dios aumente en nuestro interior.
Ahora debemos preguntarnos de qué manera nos da Dios el crecimiento… Dios nos da el crecimiento al darse a Sí mismo a nosotros de una manera muy subjetiva. Ya que es así como Dios nos da el crecimiento, necesitamos dedicar tiempo a absorberlo… No debemos tocar al Señor a las carreras. Si lo hacemos de prisa, las riquezas que absorbamos no serán muchas. Necesitamos un tiempo razonable para orar. Si queremos crecer, debemos profundizar en la Palabra, alimentarnos de ella y ejercitar nuestro espíritu para orar y recibir al Señor cada día. Cada mañana debemos invertir un tiempo razonable en absorber al Señor. Aunque incluso diez minutos es bueno, es mejor invertir treinta minutos para disfrutarle al comenzar cada día. Si uno invierte treinta minutos para absorber al Señor y disfrutarle en la mañana, no le molestarán las cosas negativas que deba enfrentar durante el día. Las “moscas” y los “escorpiones” no le fastidiarán, pues los elementos que haya absorbido de la “tierra”, los repelerán.119 En lugar de pasar tanto tiempo en su mente, en su parte afectiva y en su voluntad, debe invertir más tiempo ejercitando su espíritu para adorar al Señor, alabarle, ofrecerle acciones de gracias y hablarle libremente. Debe olvidarse de sus problemas, de la condición en que se halle, de sus fracasos y debilidades, y simplemente pasar tiempo disfrutando al Señor… Abrámonos al Señor ejercitando nuestro espíritu y digámosle: “Oh Señor Jesús, te amo… Señor, me entrego a Ti. Te entrego mi corazón y todo lo que suceda en este día.
Witness Lee. Living Stream Ministry