MEDITACIONES DIARIAS

hgo

2
5 Septiembre 2001
3.029
1
UNA MESA EN EL DESIERTO
Meditaciones diarias
Watchman Nee
7 de agosto

Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera. Génesis 32:31.

Aquí en Peniel, cara a cara con Dios, Jacob recibió su nuevo nombre, sin embargo en la narración se continúa llamándole Jacob. Existe una razón. La verdad por supuesto, es que nadie puede ser transformado completamente en una noche. El mismo Jacob no estaba consciente de un gran cambio. Sólo sabía que se había encontrado con Dios y que tenía una renguera permanente.
Es legítimo utilizar las Escrituras para interpretar nuestras experiencias, particularmente cuando Dios ha estado hablándonos en una manera particular. Pero guardémonos de utilizar las Escrituras para elaborar falsas ideas de perfección. La palabra de Dios se adhiere firmemente a los hechos reales, pues nada detiene el crecimiento espiritual tanto como pretender una falsa perfección. Para Jacob, Peniel no fue un toque de perfección; sólo fue el comienzo de una nueva y transformadora experiencia con Dios. “Le salió el sol”.