UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
Amigo de publicanos y de pecadores. Lucas 7:34.
Desde que comprendí que el Salvador es amigo de pecadores, he visto a muchas personas difíciles atraídas a El. Recuerdo que en cierta oportunidad una mujer me atacó diciendo que no quería ser salva. Me dijo que era joven, quería divertirse y que no tenía ninguna intención de dejar el pecado ni tampoco deseo alguno de ser salva. Después de haberme gritado ella en forma casi delirante le dije: “Vamos a orar?” Ella me dijo en forma despectiva: “Para qué quiero orar?”, a lo que respondí: “Yo no me haré responsable por su oración, pero oraré primero y después usted puede decirle al Señor Jesús todo lo que me está diciendo a mí”. Estas palabras la tomaron desprevenida y respondió: “Oh, no puedo hacer eso”. “Sí lo puede hacer” le dije, “no sabe acaso que El es amigo de los pecadores?” Esto la conmovió, y en efecto oró —una oración poco ortodoxa— pero desde aquel momento el Señor empezó a obrar en su corazón y a los pocos días se había salvado gloriosamente.
Watchman Nee
Amigo de publicanos y de pecadores. Lucas 7:34.
Desde que comprendí que el Salvador es amigo de pecadores, he visto a muchas personas difíciles atraídas a El. Recuerdo que en cierta oportunidad una mujer me atacó diciendo que no quería ser salva. Me dijo que era joven, quería divertirse y que no tenía ninguna intención de dejar el pecado ni tampoco deseo alguno de ser salva. Después de haberme gritado ella en forma casi delirante le dije: “Vamos a orar?” Ella me dijo en forma despectiva: “Para qué quiero orar?”, a lo que respondí: “Yo no me haré responsable por su oración, pero oraré primero y después usted puede decirle al Señor Jesús todo lo que me está diciendo a mí”. Estas palabras la tomaron desprevenida y respondió: “Oh, no puedo hacer eso”. “Sí lo puede hacer” le dije, “no sabe acaso que El es amigo de los pecadores?” Esto la conmovió, y en efecto oró —una oración poco ortodoxa— pero desde aquel momento el Señor empezó a obrar en su corazón y a los pocos días se había salvado gloriosamente.