UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
David consultó a Jehová. II Samuel 21:1.
Hay tiempos cuando ponemos tremendo esfuerzo en la oraci6n, sin obtener respuesta de Dios, y lamentablemente. pocas veces descubrirnos la razón. Cómo podemos esperar que Dios responda a oraciones que no están en armonía con su pensar? En toda oración debemos primero detectar la clave. Fue esto lo que buscó David durante el prolongado tiempo de hambre que describe este capítulo.
El no clamó a Dios diciendo: “El hambre ha durado ya tres años. Ten misericordia de nosotros y danos una gran cosecha este año”. No, lo que hizo fue buscar a Jehová. ¿Tenía Dios algo que decirle acerca de esta situación particular? A su pregunta directa, Dios respondió en forma directa dándole la clave para obtener contestación a la oración. Al matar a algunos de los gabaonitas, Saúl había violado el entendimiento de Dios con los Israelitas, de no destruirlos. Es cierto que lo había hecho por celo hacia Dios, pero había pecado. Dios no aprueba la violación de un voto solemne. Había pues algo que debía ser corregido. En el verso 14 leemos que “Dios fue propicio a la tierra después de esto”. David había encontrado la clave.
Watchman Nee
David consultó a Jehová. II Samuel 21:1.
Hay tiempos cuando ponemos tremendo esfuerzo en la oraci6n, sin obtener respuesta de Dios, y lamentablemente. pocas veces descubrirnos la razón. Cómo podemos esperar que Dios responda a oraciones que no están en armonía con su pensar? En toda oración debemos primero detectar la clave. Fue esto lo que buscó David durante el prolongado tiempo de hambre que describe este capítulo.
El no clamó a Dios diciendo: “El hambre ha durado ya tres años. Ten misericordia de nosotros y danos una gran cosecha este año”. No, lo que hizo fue buscar a Jehová. ¿Tenía Dios algo que decirle acerca de esta situación particular? A su pregunta directa, Dios respondió en forma directa dándole la clave para obtener contestación a la oración. Al matar a algunos de los gabaonitas, Saúl había violado el entendimiento de Dios con los Israelitas, de no destruirlos. Es cierto que lo había hecho por celo hacia Dios, pero había pecado. Dios no aprueba la violación de un voto solemne. Había pues algo que debía ser corregido. En el verso 14 leemos que “Dios fue propicio a la tierra después de esto”. David había encontrado la clave.