Meditaciones 30 de octubre

hgo

2
5 Septiembre 2001
3.029
1
UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee

Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos. Mateo5:44.

Conocí a un hombre que odiaba a otro. El otro había pecado en contra suyo cruelmente y la injuria fue tan grande que asesinarlo hubiera parecido una débil venganza. El injuriado llegó a conocer al Señor y por años nada supo acerca del otro hombre. Pero en cierta oportunidad, visitando un pueblo de campaña, en día domingo se reunió con los creyentes del lugar en la Cena del Señor. Pocos instantes después de ser presentado, vio, repentinamente, que allí estaba su antiguo enemigo. Habló consigo mismo y dijo: “Está aquí. No sabía que se había salvado. ¿Qué haré?” Durante, la siguiente oración, se levantó silenciosamente y salió. Comenzó a caminar y al alejarse pensó por una parte en su salvación y por la otra en su odio hacia aquel hombre. Cuanto más se alejaba, más lamentaba haber dejado la reunión, pero al mismo tiempo más furioso se sentía hacia su enemigo. Luego volvió su memoria diez años atrás y pensó cómo Dios le había perdonado. Sin embargo, sentía que no podía perdonar a su enemigo, pero el Espíritu Santo le recordó las palabras: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”. Se detuvo. Clamó a Dios: “Señor, perdónalo”. Y dando vuelta regresó a la reunión con lágrimas que corrían por su rostro. Cuando llegó, estaban a punto de partir el pan, de manera que se puso en pie y confesó públicamente lo que había acontecido, explicando cómo Dios había quitado el odio de su corazón. -
 
30 de octubre - Hazlo a la manera de Dios!



"TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE" (Filipenses 4:13)



Este versículo tan citado no significa que puedas hacer todo lo que quieras, ni tampoco lo que otros hacen. No, Pablo dijo que puedes hacer cualquier cosa que Dios te ha asignado que hagas, porque con la tarea viene también la capacidad. De hecho, este versículo te enseña a mantenerte dentro de los límites de lo que Dios te ha llamado a hacer y a no intentar de embarcarte en cosas que no son parte de su voluntad para ti. Eso no es negativismo; ¡es sabiduría divina!

Dios quiere que le mires a Él para encontrar respuestas, no a los demás. Eso no significa que no puedas aprender de otros, sino que el plan que te va a llevar al éxito ¡tiene que provenir sólo de Dios! Él tiene un plan único para ti. Acéptalo, si no, ¡vas a vivir en frustración constante!

Juan dijo: "No puede el hombre recibir nada a menos que le sea dado del cielo" (Juan 3:27). Lee los versículos anteriores; algunos de los discípulos de Juan el Bautista se estaban preocupando porque Jesús bautizaba también, y las multitudes le estaban dejando a Juan y yéndose en masa a Jesús. Si Juan no hubiera estado seguro en su propia identidad y de su llamado, hubiera podido sentir temor, celos y competencia. ¡Pero no Juan! No, él manifestó una actitud distinta, una que todos debemos apropiar. Escucha: "No puede el hombre recibir nada a menos que le sea dado del cielo. Por eso, mi gozo está completo" (Juan 3:27,29). ¡Lo mismo cuenta para ti también!