Meditaciones 30. de noviembre

hgo

2
5 Septiembre 2001
3.029
1
UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee

Tu salvación esperé, oh Jehová. Génesis 49:18.

El capítulo 49 de Génesis nos revela a Jacob como profeta. Con un verdadero entendimiento del corazón de Dios podía dar expresión a estas tremendas profecías. Sin embargo, este versículo insertado en el centro de la porción no es una profecía sino un clamor de Jacob mismo. En estos oráculos había tristeza y abandono del pecado junto con gozo y bienestar, pero justo antes acababa de presentar un cuadro muy oscuro de Dan como una serpiente el camino. Es precisamente aquí donde Jacob se muestra a si mismo. Llevando los ojos al cielo, revela lo que el profeta era. Es fácil predicar pero cuando oímos predicar a un hombre, nos damos cuenta de inmediato si está controlado por Dios o no. El viejo Jacob hubiera comenzado de inmediato a elaborar una estrategia para tratar con Dan. Siempre había sabido cómo sacar ventaja de los demás, pero ahora no. Ya había aprendido cómo conocer a Dios. “Tu salvación esperé, oh Jehová”.