UNA MESA EN EL DESIERTO
Meditaciones diarias
Watchman Nee
27 de agosto
El Hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura. 1. Co.2:14.
En muchas ocasiones Dios ha dicho cosas que dejan malos entendidos, sin explicarlas. Con frecuencia encontramos en la Biblia declaraciones que aparentan ser contradictorias, o que parecen violar hechos conocidos de la vida, sin esclarecerlos. Hay muchas Escrituras que no podemos explicar con claridad. Si nosotros hubiéramos estado escribiendo, lo hubiéramos hecho con más sencillez, para que los hombres tuvieran delante de si toda la doctrina en un orden sistemático. ¿Pero tendrían vida esos escritos?
Las poderosas verdades eternas de Dios están parcialmente oscurecidas en las Escrituras para que el hombre natural no las discierna. Dios las ha escondido de los sabios y revelado a los niños, pues deben ser discernidas espiritualmente. Su Palabra no es un libro de estudio. Está designada para iluminarnos en el curso de nuestro diario andar en el Espíritu. Su propósito es impartirnos conocimiento que puede ser experimentado porque está relacionado con la vida. Si estamos tratando de conocer a Dios por medio de una teología sistemática, andamos por mal camino.
Meditaciones diarias
Watchman Nee
27 de agosto
El Hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura. 1. Co.2:14.
En muchas ocasiones Dios ha dicho cosas que dejan malos entendidos, sin explicarlas. Con frecuencia encontramos en la Biblia declaraciones que aparentan ser contradictorias, o que parecen violar hechos conocidos de la vida, sin esclarecerlos. Hay muchas Escrituras que no podemos explicar con claridad. Si nosotros hubiéramos estado escribiendo, lo hubiéramos hecho con más sencillez, para que los hombres tuvieran delante de si toda la doctrina en un orden sistemático. ¿Pero tendrían vida esos escritos?
Las poderosas verdades eternas de Dios están parcialmente oscurecidas en las Escrituras para que el hombre natural no las discierna. Dios las ha escondido de los sabios y revelado a los niños, pues deben ser discernidas espiritualmente. Su Palabra no es un libro de estudio. Está designada para iluminarnos en el curso de nuestro diario andar en el Espíritu. Su propósito es impartirnos conocimiento que puede ser experimentado porque está relacionado con la vida. Si estamos tratando de conocer a Dios por medio de una teología sistemática, andamos por mal camino.