UNA MESA EN EL DESIERTO
Meditaciones diarias
Watchman Nee
24. de septiembre
Nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. Romanos 12:5.
Este concepto de Jesús y su pueblo como el de un cuerpo y sus miembros se plasmó en la misma conversión y llamado de Saulo de Tarso. Las primeras palabras del Señor: “Yo soy Jesús a quien tú persigues”, subrayaron el hecho de que al tocar a los suyos, Saulo tocaba a Jesús. Por lo tanto, de una manera notable precedieron a la gran revelación que le seria dada del misterio de la Iglesia. Pero el Señor no dejó el tema allí. El mandato que siguió, llevó de inmediato a consecuencias prácticas de tal reve1acion “Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer”. Se te dirá. Debía aguardar instrucciones de aquellos a quienes hasta ahora había odiado. Aparte de los mismos discípulos a quienes él se había propuesto destruir, Saulo estaría desamparado; no sabría qué hacer.
Meditaciones diarias
Watchman Nee
24. de septiembre
Nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. Romanos 12:5.
Este concepto de Jesús y su pueblo como el de un cuerpo y sus miembros se plasmó en la misma conversión y llamado de Saulo de Tarso. Las primeras palabras del Señor: “Yo soy Jesús a quien tú persigues”, subrayaron el hecho de que al tocar a los suyos, Saulo tocaba a Jesús. Por lo tanto, de una manera notable precedieron a la gran revelación que le seria dada del misterio de la Iglesia. Pero el Señor no dejó el tema allí. El mandato que siguió, llevó de inmediato a consecuencias prácticas de tal reve1acion “Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer”. Se te dirá. Debía aguardar instrucciones de aquellos a quienes hasta ahora había odiado. Aparte de los mismos discípulos a quienes él se había propuesto destruir, Saulo estaría desamparado; no sabría qué hacer.