UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo ... Adora a Dios. Apocalipsis 19: 10.
¿Qué había ocurrido? ¿Había perdido Juan su razonamiento, al tratar de adorar a un ángel? Puede ser que haya perdido la cabeza, pero es bien cierto que había sido impulsado por su corazón. Existen aquellos que tienen cabezas tan inteligentes que nunca cometen una estupidez. Juan no era de esta clase, pues en dos oportunidades cometió el mismo error (comp. 22:8). La verdad es que tenía un buen corazón, y los corazones buenos a veces pueden confundirse y hacer cosas insensatas. Su corazón estaba transportado por la visión de esta Iglesia “que descendía del cielo, de Dios” y por el hecho maravilloso que en su propia paciencia y tribulación estaba compartíendo con obreros celestiales en esta obra maestra de todos los tiempos. Su acción, sin duda, estaba equivocada pero surgió de una actitud acertada, que podemos seguramente emular.
Watchman Nee
Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo ... Adora a Dios. Apocalipsis 19: 10.
¿Qué había ocurrido? ¿Había perdido Juan su razonamiento, al tratar de adorar a un ángel? Puede ser que haya perdido la cabeza, pero es bien cierto que había sido impulsado por su corazón. Existen aquellos que tienen cabezas tan inteligentes que nunca cometen una estupidez. Juan no era de esta clase, pues en dos oportunidades cometió el mismo error (comp. 22:8). La verdad es que tenía un buen corazón, y los corazones buenos a veces pueden confundirse y hacer cosas insensatas. Su corazón estaba transportado por la visión de esta Iglesia “que descendía del cielo, de Dios” y por el hecho maravilloso que en su propia paciencia y tribulación estaba compartíendo con obreros celestiales en esta obra maestra de todos los tiempos. Su acción, sin duda, estaba equivocada pero surgió de una actitud acertada, que podemos seguramente emular.