meditaciones 21. de septiembre

hgo

2
5 Septiembre 2001
3.029
1
UNA MESA EN EL DESIERTO
Meditaciones diarias
Watchman Nee
21. de septiembre

El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios. Isaias 50:10.

Cuando nos encontramos en la oscuridad, existe el peligro de comenzar a encender fuegos (v.11) rodeándonos de nuestras propias pálidas llamas, en la esperanza de que nos provean luz para ver el camino. “He pensado las cosas; he analizado todos los pormenores… tengo la confianza de que… mi razonamiento etc.”. Tales sentimientos o ideas no representan una fuente de luz. No son más que teas. Examínalas a la luz de Dios y sus conclusiones no serán ni lo suficientemente profundas ni claras. Finalmente “seremos sepultados con dolor”. Si lo que buscamos es confusión, entonces sigamos lo que nuestras ideas y sentimientos nos dictan, pero tenemos presente que la oscuridad jamás será disipada por fuegos humanos. La luz sólo viene de Dios. Mira hacia El. Aun cuando todo aquí sea tinieblas allí siempre hay luz. “En tu luz veremos la luz”.
 
21 de septiembre Primero lo sentirás en tu espíritu

"SE OYE EL RUIDO DE LA LLUVIA" (1 Reyes 18:41b)



¿Estás pasando por una sequía espiritual? ¿Estás ocupado animando a otros mientras tu propia vida parece deshacerse? Tal vez tus negocios no andan bien, o estás afrontando algunos problemas inesperados de salud o de familiares.


Eso es lo que le ocurrió a Elías; este hombre que hizo caer fuego del cielo (Ver 1 Reyes 18:37,38) se encontró en medio de un hambre grave (Ver 1 Reyes 18:2). ¿Que hizo entonces? Escucha: "Elías...postrándose en tierra, puso el rostro entre las rodillas"(1 Reyes 18:42b).

Elías eligió:

(a) Ignorar su entorno por un rato;
(b) Figarse sólo en lo que Dios estaba diciendo;
(c) Continuar orando, y; "aconteció que hubo un gran aguacero" (1 Reyes 18:45). Lo que Elías sintió por dentro de sí mismo era completamente opuesto a lo que ocurrió fuera. Su espíritu sintió "el ruido de la lluvia" (1 Reyes 18:41b) antes que cayera una sola gota.

Dios le habla a tu espíritu, no a tu carne; ¡y lo que Él dice es más real que cualquier cosa que está pasando a tu alrededor! Pero ten cuidado: lo que sientes en tu espíritu puede estar en contra de tu cuenta bancaria, o lo que sucede en el trabajo, en tu hogar, o en tu cuerpo. Elías tenía que ignorar todos "los pronósticos del tiempo" que recibía, y esto debes hacer tú también. Cuando sabes que el Señor te ha prometido cierta cosa, ¡debes ignorar toda negatividad a tu alrededor, rechazar tus dudas y seguir confiando en Dios!


--
Si quiere que sus amigos reciban cada día "La Palabra Para Hoy", dígales que manden un mensaje a:
[email protected]