Meditaciones 2 de octubre

2 Junio 1999
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UNA MESA EN EL DESIERTO

Watchman Nee



Acordaos de la mujer de Lot. Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvara’. Lucas 17:32 Ss.



Si no me equivoco, este es el único pasaje en el Nuevo Testamento que habla acerca de nuestra reacción al llamado del Señor en el arrebatamiento. En ese momento, descubriremos el verdadero tesoro de nuestro corazón. Si el Señor es verdaderamente el tesoro, no habrá mirada hacia atrás. Es muy fácil apegarnos más a los dones de Dios que al Dador; y más aún a la obra de Dios, que a Dios mismo. Pero aquel que esté en el terrado no debe volver buscar sus pertenencias. Permítanme ilustrar esto. Yo estoy escribiendo un libro. He completado ocho capítulos y debo escribir todavía otros nueve, acerca de los cuales estoy sumamente ejercitado delante del Señor. Ahora supongamos que venga el llamado del Señor y mi reacción fuera: “¿Qué de mi libro?” ¿Existe la posibilidad, no es verdad, que ese trabajo valioso que estoy haciendo en la planta baja de la casa me haga desear aferrarme a la tierra? La pregunta vital siempre es: ¿Dónde está mi corazón?





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2 de octubre Pautas para los padrastros - Primera parte

"EN LA INTEGRIDAD DE MI CORAZÓN ANDARÉ EN MEDIO DE MI CASA"
(Salmo 101:2b)

Si triunfas en todo pero fracasas en el hogar, tu éxito en realidad
será vacío. La doctora Gayle Peterson ofreció algunas
consideraciones útiles para el fortalecimiento de familias que
tienen padrastros:
(1) Tomad tiempo para resolver vuestros problemas y
desarrollar la intimidad. La clave para tener una familia fuerte es
el amor, el cuidado y el respeto que se demuestran los cónyuges
entre sí. No olvidéis: los niños toman vuestro ejemplo.
(2) Recordad que como padrastros pudisteis elegir, pero
vuestros hijos no. Ellos no pidieron encontrarse en esta situación.
Así que, sed comprensivos. Esforzaos para que se sientan cada vez
más seguros durante esta transición difícil.
(3) No esperéis amor instantáneo. Sed realistas acerca
del "trabajo" que se requiere. No existe la intimidad instantánea.
El hacer que se estrechen los lazos y se estabilice la familia lleva
su tiempo; por lo tanto: ¡tened paciencia!
(4) Dejad tiempo para llorar por las pérdidas pasadas. Jesús
dijo: "...los que lloran... recibirán consolación" (Mateo 5:4). Para
cuando sus padres se casan por segunda vez, algunos niños han vivido
ya en tres contextos distintos: (a) en su familia biológica; (b) en
una familia con sólo uno de los padres; (c) conociendo al nuevo
padre o a la nueva madre. Además, el padre/la madre estará sufriendo
un sentimiento personal de pérdida. Si no pasas dolor por eso, puede
convertirse en ira y alienación; por lo tanto, ¡trata con el pasado
antes de asumir el futuro!