Meditaciones 2. de diciembre

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5 Septiembre 2001
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee

Por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí... para que supieseis cuán grande es el amor que os tengo. II Corintios 2:4.

Un ministerio que imparte vida y sanidad espiritual debe surgir esencialmente de la experiencia. Este hecho queda claramente destacado en el apóstol Pablo. El ministerio de 1 Corintios por ejemplo, está firmemente basado en el hombre que es revelado en II Corintios.
En 1 Corintios Pablo escribe acerca de cómo Dios elige “lo débil”; II Corintios demuestra en austera realidad, su propia experiencia de una debilidad divinamente impuesta.
En su primer carta apela a los creyentes a la unidad; en la segunda demuestra cómo, a pesar de sus desprecios, todavía se cuenta a sí mismo como uno de ellos. El capítulo 13 de la primera carta contiene su clásico tratado de amor; en II Corintios 12:15 afirma: “Yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas”. Finalmente, 1 Corintios 15 nos brinda la enseñanza más clara del Nuevo Testamento acerca de la resurrección, pero en II Corintios hace mención de su desesperada necesidad de confiar momento a momento en el Dios que “resucita a los muertos”. En cada punto su doctrina está respaldada con experiencias. En realidad, ninguna otra cosa constituye una base para un ministerio de Cristo.