Meditaciones 16 de agosto

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5 Septiembre 2001
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Meditaciones diarias
Watchman Nee
16 de agosto

Dará poder a su Rey. 1 Samuel 2:10.

El libro de los Jueces es un relato de avivamientos. La historia del pueblo de Dios es una repetición de apostasías, cuando Dios a tenido que elegir instrumentos de distintos lugares, para lograr la recuperación. Pero nos preguntamos: “¿es este su verdadero propósito para ellos? ¿Debemos nosotros esperar otro avivamiento en nuestros días?” Sin duda que nuestros pensamientos se mueven en esa dirección, pero ¿es ésa la intención de Dios, o tiene El algo distinto? Los ojos de Dios miran hacia su reino. Sus planes giran en torno a un Rey. El profeta Samuel viene a ser un eslabón entre la triste historia de los Jueces y la plenitud final representada en David. El aparece como el hombre de oración, en el cruce de los caminos que llevan al propósito de Dios. Un gran cambio se habrá de operar y un reino será instaurado, y la oración es lo que cerrará la brecha. Aquí radica la maravilla del ministerio de Ana. Su condición natural no fue accidental, sino determinada por Dios (1:5). La llevó casi a la desesperación, pero con Dios en mente, no la aceptó como final. Oró diciendo: “Jehová de los ejércitos”, y de una manera sorprendente el ejercicio de su alma armonizó con los intereses del cielo. Lo más aro de su vida fue dedicado en forma anticipada a esos intereses, y cuando llegó el momento crucial fue entregado sin recelos, para su cumplimiento.