Re: Manifestaciones raras
¿Porqué sucede esto? Yo diría que por la SECIBILIDAD espiritual que se tenga.
Algunos somos sencibles de espíritu, otros sencibles de Espíritu y otros, ninguna de las dos enteriores. Estos por lo general juzgan lo que no conocen, identifican o lo que no comprenden. De los tales no deberíamos preocuparnos tanto, sino orar, para que ellos también sean partícipes de los efectos de la fe y del mover espiritual que se da cuando los hermanos se congregan y suceden las cosas que suceden y que no tienen explicación para los incrédulos.
Yo he dejado de ver manifestaciones raras, para dar paso a ver manifestaciones normales en el cuerpo de Cristo. Cuando afinamos nuestra vista espiritual, entonces si identificamos las manifestaciones raras, sin tener que llamar raro a todo aquello que no nos es normal.
Dios te bendice!
Greivin.
Mejor observación aún la suya! Y tiene razón!!! La mayoría de veces, aún en las mismas congregaciones en un mismo momento, tenemos las tres manifestaciones: 1 La del tipo de Ana, 2 La del tipo de Pentecostés y 3 Las del tipo de Elí y aquellos en Pentecostés.Estimado:Greivin
Muy buena tu observación sobre estos dos ejemplos.
Sin embargo, en el primer ejemplo, el sacerdote Elí fue quien la tuvo por ebria. Por lo tanto, Elí no tuvo la capacidad de discernir lo que era aquella manifestación o no le pregunta al Señor; ¿QUE LE PASABA A ANA? No obstante, Ana estaba hablando en su corazón, y solamente; SE MOVíAN SUS LABIOS, Y SU VOZ NO SE OíA.
Por tal motivo, no debemos juzgar a nadie, y sin haber tenido y sin lugar a dudas, UN JUSTO JUICIO.
Finalmente, en el segundo ejemplo de Pentecostès, me llama mucho la atención, ALGO RARO y al igual, que en el sacerdote Elías. ¿Què cosa rara? Que ambos personas piadosas: SE BURLABAN DE LO QUE NO PODíAN DISCERNIR.
Paz y Gracia del SJ
¿Porqué sucede esto? Yo diría que por la SECIBILIDAD espiritual que se tenga.
Algunos somos sencibles de espíritu, otros sencibles de Espíritu y otros, ninguna de las dos enteriores. Estos por lo general juzgan lo que no conocen, identifican o lo que no comprenden. De los tales no deberíamos preocuparnos tanto, sino orar, para que ellos también sean partícipes de los efectos de la fe y del mover espiritual que se da cuando los hermanos se congregan y suceden las cosas que suceden y que no tienen explicación para los incrédulos.
Yo he dejado de ver manifestaciones raras, para dar paso a ver manifestaciones normales en el cuerpo de Cristo. Cuando afinamos nuestra vista espiritual, entonces si identificamos las manifestaciones raras, sin tener que llamar raro a todo aquello que no nos es normal.
Dios te bendice!
Greivin.