Estimados hermanos en Cristo, me llamo Roberto González y me presento por primera vez deseándole toda clase de bendiciones.
Nací dentro de una familia tradicionalmente cristiana y acepte al señor en forma personal cuando tenia 9 años. Dios a mostrado su misericordia al mostrarme sus caminos y permitirme poder llamarme un hijo suyo.
Les escribo porque en mi país, Guatemala, hay un movimiento cristiano evangélico (protestante sí quieren llamarle así), muy grande desde hace ya muchos años. Cada vez hay mas iglesias y “Mega” iglesias con templos muy hermosos y grandes con capacidades superiores a 4000 asientos, y varios servicios el Domingo para poder albergar a todos los feligreses; estas iglesias tienen colegios, radios y un sin fin de ministerios que permiten que muchas almas lleguen a Cristo y ser un ejemplo de éxito y prosperidad.
En este marco de crecimiento evangelistico me he encontrado con congregaciones “pentecostales” (ya casi nadie se autodenomina así), que seguramente por el poder y manifestación del Espíritu Santo, son las que más crecen y se multiplican.
Pero hay una congregación donde además de las manifestaciones del espíritu que ya conocemos (como hablar en lenguas, profetizar, etc.) hay momentos en la adoración o alabanza donde algunos hermanos comienzan a reír descontroladamente, se carcajean, en ocasiones no se sabe si están llorando o riendo, porque tambien lo hacen al mismo tiempo.
Les puse toda esta introducción porque lo que pasa es, que esto es nuevo para mí, y a mis 37 años de vida cristiana, esto no lo había visto antes....
La pregunta queridos hermanos es:
Con el perdón de Dios si digo algo malo:
· Es esto bíblico, o es una moda?
· Es una manifestación real de la influencia del Espíritu Santo sobre las personas, o es un afán exhibicionista de algunos hermanos?
· Hay alguna referencia bíblica que esto aconteciera en el pasado?
Yo he optado por no creer, ni dejar de creer, porque tampoco creía antes cuando tocaban a las personas y estas se caían al suelo, pero una vez me toco y sé lo que se siente ahora y sé que es algo de Dios y no simple exhibicionismo.
Me preocupa lo que algunas almas no convertidas puedan pensar, cuando ocurren estas cosas y puedan pensar que estamos locos o que es un relajo lo que hay en nuestras iglesias.
Nací dentro de una familia tradicionalmente cristiana y acepte al señor en forma personal cuando tenia 9 años. Dios a mostrado su misericordia al mostrarme sus caminos y permitirme poder llamarme un hijo suyo.
Les escribo porque en mi país, Guatemala, hay un movimiento cristiano evangélico (protestante sí quieren llamarle así), muy grande desde hace ya muchos años. Cada vez hay mas iglesias y “Mega” iglesias con templos muy hermosos y grandes con capacidades superiores a 4000 asientos, y varios servicios el Domingo para poder albergar a todos los feligreses; estas iglesias tienen colegios, radios y un sin fin de ministerios que permiten que muchas almas lleguen a Cristo y ser un ejemplo de éxito y prosperidad.
En este marco de crecimiento evangelistico me he encontrado con congregaciones “pentecostales” (ya casi nadie se autodenomina así), que seguramente por el poder y manifestación del Espíritu Santo, son las que más crecen y se multiplican.
Pero hay una congregación donde además de las manifestaciones del espíritu que ya conocemos (como hablar en lenguas, profetizar, etc.) hay momentos en la adoración o alabanza donde algunos hermanos comienzan a reír descontroladamente, se carcajean, en ocasiones no se sabe si están llorando o riendo, porque tambien lo hacen al mismo tiempo.
Les puse toda esta introducción porque lo que pasa es, que esto es nuevo para mí, y a mis 37 años de vida cristiana, esto no lo había visto antes....
La pregunta queridos hermanos es:
Con el perdón de Dios si digo algo malo:
· Es esto bíblico, o es una moda?
· Es una manifestación real de la influencia del Espíritu Santo sobre las personas, o es un afán exhibicionista de algunos hermanos?
· Hay alguna referencia bíblica que esto aconteciera en el pasado?
Yo he optado por no creer, ni dejar de creer, porque tampoco creía antes cuando tocaban a las personas y estas se caían al suelo, pero una vez me toco y sé lo que se siente ahora y sé que es algo de Dios y no simple exhibicionismo.
Me preocupa lo que algunas almas no convertidas puedan pensar, cuando ocurren estas cosas y puedan pensar que estamos locos o que es un relajo lo que hay en nuestras iglesias.