Malos pensamientos
- Autor jomaccio
- Fecha de inicio
Cierta vez un joven preguntó a un experimentado predicador:
-¿Cómo puedo alejar de mí los malos pensamientos?
-¡No puedes!
-¿Entonces?
-No puedes impedir que los pájaros vuelen sobre ti ¡pero sí que hagan nido sobre tu cabeza!
El mejor modo de ahuyentar los malos pensamientos es proveerse siempre de los buenos y mejores.
-¿Cómo puedo alejar de mí los malos pensamientos?
-¡No puedes!
-¿Entonces?
-No puedes impedir que los pájaros vuelen sobre ti ¡pero sí que hagan nido sobre tu cabeza!
El mejor modo de ahuyentar los malos pensamientos es proveerse siempre de los buenos y mejores.
El hombre si viene inocente al mundo como un lindo bebe sonriente, entonces no tiene naturaleza pecaminosa. La fuente de los malos pensamientos es adquirida del entorno... se conoce... se aprende... bien lo acepta o la rechaza. Otra cosa es que la hace suya, no que haya nacido con una especie de tara la naturaleza pecaminosa.
Es en ese sentido, que al hacer voluntariamente como suya los malos pensamientos, es que ya le sale del corazón.
Nuestro cerebro está generando constantemente un "menú" de pensamientos de todo tipo, y esto no es malo: es parte de su función.
Corresponde a nosotros, sin embargo, ELEGIR qué pensamientos aceptamos para recrearnos en ellos, hacerlos crecer y transformarlos, eventualmente, en palabras y acciones.
Imagínate que estás con un control remoto saltando de canal en canal de televisión, y que tienes esos planes de 200 canales de todo tipo.
Tú decides en qué canal quedarte para ver el programa.
Así es con la mente más o menos.
Corresponde a nosotros, sin embargo, ELEGIR qué pensamientos aceptamos para recrearnos en ellos, hacerlos crecer y transformarlos, eventualmente, en palabras y acciones.
Imagínate que estás con un control remoto saltando de canal en canal de televisión, y que tienes esos planes de 200 canales de todo tipo.
Tú decides en qué canal quedarte para ver el programa.
Así es con la mente más o menos.
-El diablo es criatura angelical caída, por lo tanto, no posee ninguno de los atributos divinos.
-Probablemente, las personas que él ataca, tienta o induce malos pensamientos, ni son todas ni son muchas, sino solamente aquellas que le interesa involucrar en sus malévolos planes. El Espíritu Santo, en cambio, sí puede actuar simultáneamente en los hijos de Dios guiándolos a hacer su bendita voluntad.
-El diablo no tienta a colectivos sino a individuos, y tampoco a los que dicen ser y no son, sino a los que con sus testimonios irradian luz a sus tinieblas.
-A los arminianos, en cambio, sería raro que los tiente, pues ellos ya están equivocados al por mayor.
El diablo no molesta a los calvinistas, eso de la tentación es algo que no le toca al que es elegido de DIOS.
Tremendo.
¡Velad! bueno, solo si eres arminiano porque los calvinistas ya tienen el cupo asegurado allá arriba.
Luego, todo este mundo en una pantomima. Los buenos no necesitan esforzarse y los malos no pueden cambiar su condición.
Tremendo.
¡Velad! bueno, solo si eres arminiano porque los calvinistas ya tienen el cupo asegurado allá arriba.
Luego, todo este mundo en una pantomima. Los buenos no necesitan esforzarse y los malos no pueden cambiar su condición.
Exacto.
Porque la fé no es por obras; sino que nuestras obras externas solo reflejan QUIÉNES SOMOS.
Digamos que sucede al igual que con un vehículo; este no necesita "esforzarse" para ponerse en marcha y ser lo que es; es el combustible el que le da la energía para ponerse en movimiento. Está hecho de tal manera que al recibir el carburante sea el que le impele al accionar. Pero sin el combustible está "muerto".
Asi también nuestra fé nos pone en movimiento para hacer buenas obras; es nuestro combustible. Porque aunque nuestras obras reflejen externamente QUIÉNES SOMOS, es la fé la que nos da el natural accionar.
¿Puede el malo esforzarse para ser bueno? Sin la fé no puede ser bueno.
TITAN.
EX-FUTURISTA Y EX-CREYENTE EN ESPECULACIONES.
Última edición:
La salvación es por obras (de caridad)
Mateo 25
34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: «Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; 36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí». 37 Entonces los justos le responderán, diciendo: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos como forastero, y te recibimos, o desnudo, y te vestimos? 39 ¿Y cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?». 40 Respondiendo el Rey, les dirá: «En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis». 41 Entonces dirá también a los de su izquierda: «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer, tuve sed, y no me disteis de beber; 43 fui forastero, y no me recibisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis». 44 Entonces ellos también responderán, diciendo: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o como forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?». 45 Él entonces les responderá, diciendo: «En verdad os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de los más pequeños de estos, tampoco a mí lo hicisteis». 46 Y estos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna.
La salvación en cambio NO ES por las obras de Ley: Lavacros, holocaustos, y ritos de purificación propios de la Torá.
-Las obras muestran la realidad de la fe en el individuo ya salvado: "...yo te mostraré mi fe por mis obras" (Santiago 2:18).
¿Y por qué Pablo corría se esforzaba y temía por su salvación? "No sea que habiendo predicado a los demás sea yo mismo descalificado"
Un buen calvinista no teme.
-Ahí la analogía de la carrera cristiana es con una competencia deportiva: se trata de obtener el premio, la recompensa ¡no la salvación! (1Co 9:24-27).
-Es la misma que actualmente tendría un joven entrenador de cualquier disciplina deportiva, que al querer calificar él mismo, no fuera admitido a la competencia por faltar a las normas y no resistir la prueba. O sea, no se le mata, pero no se le permite acceder al premio.
Ganar una competencia te brinda un premio perecedero una corona de laureles que se marchita, pero esta carrera a la que se refiere Pablo es para obtener una corona incorruptible. Está escrito.
¿Cual es esa corona? ¿una satisfacción efímera? ¿o un galardón eterno?