Estaba buscando una conferencia del cardenal Ratzinger para completar mi respuesta a un mensaje de Tobi, pero me ha parecido mejor abrir un tema de debate sobre magisterio y exégesis ya que la sinceridad de Ratzinger nos permite aclarar el porqué del atasco doctrinal en que está metido el catolicismo hoy en día.
No copipego toda la conferencia porque son seis páginas. Me limito a reproducir el párrafo relativo al fracaso profesional que experimentan muchos investigadores católicos por causa de las limitaciones de que les imponen el magisterio y los miedos jerárquicos a que se descubran cosas "nuevas".
Marco en rojo lo que me parece más importante.
Saludos.
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Relación entre magisterio de la iglesia y exégesis (fragmento)<o
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PONENCIA DEL CARDENAL JOSEPH RATZINGER CON OCASIÓN DE LOS CIEN AÑOS DE LA CONSTITUCIÓN DE LA PONTIFICIA COMISIÓN BÍBLICA<o
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Publicada en la versión española del L'Osservatore Romano del 16 de mayo de 2003
"Me resulta más familiar el segundo nombre citado, es decir, Fritz Tillmann, bajo cuya dirección se publicó un Comentario del Nuevo Testamento definido inaceptable. En esa obra, el autor del comentario a los Sinópticos fue Friedrich Wilhelm Maier, un amigo de Tillmann, entonces profesor en Estrasburgo. El decreto de la Congregación Consistorial establecía que estos comentarios debían ser completamente borrados de la institución de los clérigos (expungenda omnino esse ab institutione clericorum). Ese Comentario, del que yo, cuando era estudiante en el seminario menor de Traunstein, había encontrado un ejemplar olvidado, debía ser prohibido y retirado de la venta, dado que en él Maier sostenía, con respecto a la cuestión sinóptica, la así llamada teoría de las dos fuentes, que hoy es aceptada prácticamente por todos. En aquel momento, eso significó también el final de la carrera científica de Tillmann y de Maier. Sin embargo, a ambos se les permitió cambiar de disciplina teológica. Tillmann aprovechó esta posibilidad y llegó a ser un destacado teólogo moral alemán. Juntamente con Th. Steinbüchel y Th. Müncker, dirigió un manual de teología moral de vanguardia, que trataba de una manera nueva esta importante disciplina y la presentaba según la idea de fondo de la imitación de Cristo.
Maier no quiso aprovechar la posibilidad de cambiar de disciplina, pues estaba dedicado en alma y cuerpo al trabajo sobre el Nuevo Testamento. Así, se hizo capellán militar y, como tal, participó en la primera guerra mundial; seguidamente, trabajó como capellán en las cárceles hasta 1924, cuando, con el nihil obstat del arzobispo de Breslau (hoy Wroclaw), cardenal Bertram, en un clima ya más distendido, fue llamado a la cátedra de Nuevo Testamento en la Facultad teológica del lugar. En 1945, cuando esa Facultad fue suprimida, juntamente con otros colegios, se trasladó a Münich, donde yo lo tuve como profesor.
La herida de 1912 nunca cicatrizó del todo en él, a pesar de que en ese tiempo ya podía enseñar su materia prácticamente sin problemas y de que le apoyaban con entusiasmo sus alumnos, a los que lograba transmitir el amor al Nuevo Testamento y una interpretación correcta del mismo. De vez en cuando, en sus clases afloraban recuerdos del pasado. Se me ha quedado grabada, sobre todo, una afirmación que hizo en 1948 ó 1949. Dijo que ya podía seguir libremente su conciencia de historiador, pero que aún no se había llegado a la libertad completa de la exégesis que él soñaba.
Asimismo, aseguró que él probablemente no llegaría a verlo, pero que al menos deseaba poder contemplar, como Moisés desde el monte Nebo, la tierra prometida de una exégesis sin ningún control ni condicionamiento del Magisterio."
Cardenal Ratzinger
No copipego toda la conferencia porque son seis páginas. Me limito a reproducir el párrafo relativo al fracaso profesional que experimentan muchos investigadores católicos por causa de las limitaciones de que les imponen el magisterio y los miedos jerárquicos a que se descubran cosas "nuevas".
Marco en rojo lo que me parece más importante.
Saludos.
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Relación entre magisterio de la iglesia y exégesis (fragmento)<o


PONENCIA DEL CARDENAL JOSEPH RATZINGER CON OCASIÓN DE LOS CIEN AÑOS DE LA CONSTITUCIÓN DE LA PONTIFICIA COMISIÓN BÍBLICA<o

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Publicada en la versión española del L'Osservatore Romano del 16 de mayo de 2003
"Me resulta más familiar el segundo nombre citado, es decir, Fritz Tillmann, bajo cuya dirección se publicó un Comentario del Nuevo Testamento definido inaceptable. En esa obra, el autor del comentario a los Sinópticos fue Friedrich Wilhelm Maier, un amigo de Tillmann, entonces profesor en Estrasburgo. El decreto de la Congregación Consistorial establecía que estos comentarios debían ser completamente borrados de la institución de los clérigos (expungenda omnino esse ab institutione clericorum). Ese Comentario, del que yo, cuando era estudiante en el seminario menor de Traunstein, había encontrado un ejemplar olvidado, debía ser prohibido y retirado de la venta, dado que en él Maier sostenía, con respecto a la cuestión sinóptica, la así llamada teoría de las dos fuentes, que hoy es aceptada prácticamente por todos. En aquel momento, eso significó también el final de la carrera científica de Tillmann y de Maier. Sin embargo, a ambos se les permitió cambiar de disciplina teológica. Tillmann aprovechó esta posibilidad y llegó a ser un destacado teólogo moral alemán. Juntamente con Th. Steinbüchel y Th. Müncker, dirigió un manual de teología moral de vanguardia, que trataba de una manera nueva esta importante disciplina y la presentaba según la idea de fondo de la imitación de Cristo.
Maier no quiso aprovechar la posibilidad de cambiar de disciplina, pues estaba dedicado en alma y cuerpo al trabajo sobre el Nuevo Testamento. Así, se hizo capellán militar y, como tal, participó en la primera guerra mundial; seguidamente, trabajó como capellán en las cárceles hasta 1924, cuando, con el nihil obstat del arzobispo de Breslau (hoy Wroclaw), cardenal Bertram, en un clima ya más distendido, fue llamado a la cátedra de Nuevo Testamento en la Facultad teológica del lugar. En 1945, cuando esa Facultad fue suprimida, juntamente con otros colegios, se trasladó a Münich, donde yo lo tuve como profesor.
La herida de 1912 nunca cicatrizó del todo en él, a pesar de que en ese tiempo ya podía enseñar su materia prácticamente sin problemas y de que le apoyaban con entusiasmo sus alumnos, a los que lograba transmitir el amor al Nuevo Testamento y una interpretación correcta del mismo. De vez en cuando, en sus clases afloraban recuerdos del pasado. Se me ha quedado grabada, sobre todo, una afirmación que hizo en 1948 ó 1949. Dijo que ya podía seguir libremente su conciencia de historiador, pero que aún no se había llegado a la libertad completa de la exégesis que él soñaba.
Asimismo, aseguró que él probablemente no llegaría a verlo, pero que al menos deseaba poder contemplar, como Moisés desde el monte Nebo, la tierra prometida de una exégesis sin ningún control ni condicionamiento del Magisterio."
Cardenal Ratzinger