«Ustedes compran propiedades
y las acaparan para que otros
no tengan donde vivir.
Edifican sus casas
en medio de extensos terrenos
para vivir a sus anchas en la tierra.
Pero el Señor Todopoderoso
ha decretado para ustedes
un espantoso destino;
con mis propios oídos lo escuché:
«Quedarán desiertas muchas casas hermosas,
y su dueños morirán o desaparecerán».
¡Cinco hectáreas de viñedos
producirán sólo veinticuatro litros de jugo!
¡Doscientos cuarenta litros de semilla
no darán más que veinticuatro litros de cosecha!»
Isaías 5:8-10 NBV
Algunos que tenían muchos hijos
decían que les faltaba trigo
para darles de comer.
Otros decían que, para obtener
un préstamo y así poder comprar trigo,
habían tenido que hipotecar
sus campos, casas y viñedos.
También estaban los que decían que,
para pagar los impuestos
sobre sus campos y viñedos
habían tenido que pedir dinero prestado.
Además, decían:
«Somos de la misma raza
que nuestros compatriotas,
y nuestros hijos tienen
los mismos derechos que los de ellos.
Sin embargo, tendremos que vender
a nuestros hijos como esclavos.
La verdad es que algunas
de nuestras hijas ya lo son,
y no podemos hacer nada para evitarlo,
porque nuestros campos y viñedos
ya pertenecen a otros».
Cuando escuché sus quejas,
me enojé mucho.
Y después de pensarlo bien,
reprendí a los jefes y a los gobernantes
por tratar mal a sus propios compatriotas,
y les mandé que se reunieran
para hablar del asunto.
Entonces les dije:
«Nosotros hemos estado haciendo
todo lo posible por rescatar
a nuestros compatriotas
que fueron vendidos como esclavos
a otras naciones.
Ahora ustedes los están obligando
a venderse de nuevo,
y después nosotros tendremos
que volver a rescatarlos».
Ellos no supieron qué responder,
así que se quedaron en silencio.
Nehemías 5:2-8 TLAI
«Ustedes odian al que delante de todos
desenmascara la injusticia;
detestan al que habla con la verdad.
Se han aprovechado de los pobres,
cobrándoles impuestos injustos.
Con su mal proceder
han logrado construir casas lujosas,
pero no podrán vivir en ellas.
Han plantado hermosos viñedos,
pero no podrán beber su vino.
Yo sé cuántas faltas han cometido
y sé lo terrible que son sus pecados.
Ustedes oprimen a los justos
y aceptan sobornos.
No dejan que en los tribunales
haya justicia para los pobres.
Por eso el sabio calla,
pues son tiempos malos.»
Amós 5:10-13 PDT