Ay, Dreamer...
Ay, Dreamer...
Originalmente enviado por: Dreamer Angel
Solo me tomo un dia d edescanso y ya me encuentro con temas asi....me parec epoco divino juzgar alas craciones de dios como "vencedores " o "no vencedores " ...me recuerda la ley d ela selva o alguna ley barbara donde habian "elegidos" como el nacismo y el fascismo ( imaginense que en mi Sailune quieren colocar un partido nazi......y hablan d eque la vida es un derecho que un ose gana
y que los dema sno lo merecen ......me parece tanf amiliar esta spalabras a esas de "vencedores " y " no vencedores" ....ma sque ser tan categoricos hay que ser sinceros y cuidar con mayor atencion a los debiles de todo tipo...
el mundo no los hac e los fuertes.......
Querido Dreamer...
Tal vez deberías dejar de soñar tanto, y tratar de aprender de la Palabra de Dios.
Así como los servidores de Cristo no se guían por los criterios de los poderosos de las naciones, tampoco los vencedores en Cristo se parecen a los triunfadores del mundo.
Por si no lo sabes hay una lucha entre Dios y Satán, entre el bien y el mal. Y somos llamados a vencer en esa lucha poniéndonos bajo el amparo de Dios.
No son nuestras fuerzas ni talentos, sino el poder de Dios lo que nos puede hacer vencedores.
El Apóstol Pablo rogó a Dios que le quitase una dolencia física. Pero el Señor le dijo que no.
Y El me ha dicho: te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.
Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
2 Corintios 12:9-10
Por eso Pablo pudo escribirles a los Romanos (cap. 8) que en medio de todas nuestras pruebas, somos más que vencedores en Cristo.
Reitero que los vencedores del Apocalipsis no son combatientes con las armas del mundo, sino quienes triunfan como Cristo triunfó, a través del sufrimiento (o al menos están dispuestos si llega la ocasión).
Como dijo un cristiano que vivió de cerca la persecución, la sangre de los mártires es la semilla de la Iglesia. Estos son los vencedores de los que se habla en Apocalipsis, una revelación dirigida a Iglesias que enfrentaban la persecución del más formidable imperio que jamás hubiera existido.
Recuerdo la historia de una joven esclava llamada Blandina. Era miembro de la Iglesia de Lyon, y fue aprisionada en 177, cuando también el anciano obispo Potino (que tenía aprox. 90 años) fue ejecutado. Los compañeros de Blandina temían que esta jovencita cediese ante las presiones. El hecho es que Blandina no solamente soportó más tormentos de lo que ninguno de sus compañeros hubiese resistido, sino que incluso alentaba a los débiles, y a los torturadores solamente les decía: "Soy cristiana, y ningún mal hago con ello". Fue finalmente ejecutada, sin que se le pudiera arrancar una palabra contra Cristo.
¡En Cristo somos más que vencedores!
Bendiciones en el Amado,
Jetonius
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