Parece que el mal entendido está en la palabra "ajeno". Sostengo que efraín nunca fue ajeno a las promesas, pactos...ya que en su tiempo tuvo conocimientos de estas cosas. Tu das a entender que ajeno es similar a perdido. Las ovejas son animales que saben están perdidas pero no saben distinguir el camino de regreso; efraín era una oveja perdida, de ahí la necesidad que el pastor salga a buscarla, pero efraín no era ajeno a la palabra de Dios.
Se quiere identificar a efraín como la "oveja perdida de Israel, lo cual en parte es cierto pero no exacto, pues Israel, es decir diez tribus fueron las que se separaron y se perdieron, no solo efraín; de ahí que es un poco antojadizo afirmar que solo efraín es la oveja perdida. En definitiva perdido no es lo mismo que ajeno.
Fueron los gentiles paganos los que estuvieron perdidos y al mismo tiempo ajenos a las promesas de Dios, y en esto cargó con mucha culpa el pueblo de Israel, pues su exclusivismo y desprecio a sus hermanos perdidos, los gentiles, a los cuales no salieron a buscarlos y peor a comunicarles las promesas que TAMBIEN eran para ellos.
Efe 2:12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Me ratifico, EFRAIN nunca estuvo ajeno, pero si perdido, por tanto debe referirse a los gentiles paganos, perdidos por su desconocimiento, pero alejados y ajenos injustamente por el desprecio del profeso pueblo de Dios de ese entonces que era el llamado a predicar las buenas nuevas de redención a los gentiles paganos.
Es cierto que Cristo vino primero por su profeso pueblo, a lo suyo, a su viña, a su casa, pero muy pocos lo recibieron. Vino también a pedirles cuenta de la administración encomendada, en la cual fracasaron rotundamente e incluso mataron al Hijo del dueño de la viña.
Hoy en día veo un intento de restituir el nacionalismo israelita como si fueran todavía la nación que Dios escogió para ser la portadora del conocimiento de Dios. No es así; las promesas se mantienen para el pueblo que se crea israelita y que acepte a Cristo, pero como individuos, no como nación ya que fueron desechados para propagar el evangelio. Fueron los verdaderos israelitas, los que aceptaron a Cristo a quienes se les encargó la predicación del evangelio pero ya no bajo la bandera de una Nación que intenta emular lo que antes no hicieron. La viña cambió de manos y esta viña ya no es una nación ni pueblo exclusivo, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia Hch 10:35
Igual, un saludaso