Independientemente de lo que te haya motivado a decir lo que dijiste, lo has dicho, y cualquiera entiende a lo que te refieres. Tú dices que si se quiere ser israelita hay que circuncidarse. Pero lo que has dicho, lo has dicho sarcásticamente. ¿por qué nos tomas? ¿crees que no lo hemos entendido? Tú dices que si guardamos la ley, hay que guardarla toda y eso involucra el circuncidarse, lo cual es un error, dado que los cristianos que observamos el sábado, no creemos en la circuncisión en la carne.
Entonces no te escudes en que no estás judaizando al decir que tenemos que circuncidarnos si queremos guardar los diez mandamientos. No es israelita el que lo es en la carne, sino aquel que lo es espiritual. Nuestra ciudadanía israelita está en el cielo (hablo espiritualmente). Pero tú, solamente hablas sarcásticamente porque no crees que hay que obedecer la ley moral (los diez mandamientos) para no pecar contra Dios.
Pablo enfatizó que somos israelitas espirituales; o sea que somos del pueblo de Dios. Los espirituales no guardamos ordenanzas nacionales de los israelitas según la carne; mas bien, hacemos lo que Dios estableció en el corazón, según el pacto que dio a Israel, pero ya no en piedras sin sentimiento, sino en el corazón que siente y vive.
Observa la escritura: 11 Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.
12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,
Ahora mira lo que hizo Cristo. El no abolió la ley del pacto, sino que de acuerdo al pacto con Israel, El escribió esa ley en el corazón y ya no en piedra. ¿Es esto difícil de entender?
Mira lo que dice:
"porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días--declara el SEÑOR--. Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo".
Y otra vez aquí: "y diré al que no era mi pueblo: Tú eres mi pueblo, y él dirá: Tú eres mi Dios".
Y bien sabido es que el pueblo de Dios solamente es uno. Por lo tanto dice: "Este dirá: ``Yo soy del SEÑOR, otro invocará el nombre de Jacob, y otro escribirá en su mano: ``Del SEÑOR soy y se llamará con el nombre de Israel".
"Porque desearía yo mismo ser anatema, separado de Cristo por amor a mis hermanos, mis parientes según la carne, que son israelitas, a quienes pertenece la adopción como hijos, y la gloria, los pactos, la promulgación de la ley, el culto y las promesas,"
Entonces según la escritura, el pacto es de Israel, mas Israel es el espiritual como lo dice Pablo.
