Re: Los ministerios bíblicos
Entonces no hay que escudriñar las escrituras?
Ese consejo lo dio Jesús, ¿sabes lo que significa escudriñar?
Estimada hermana Amiga
He de suponer que me esta contestando a mí...
Lo que no entiendo, es de donde supone usted, que yo he dicho que no se debe escudriñar las Escrituras, o que yo no lo hago. No creo que usted esté confundiendo Escrituras con diccionarios, que fue a lo que yo contesté.
Tiene qué ver con estudiar a profundidad. Claro que Dios puede usar a alguien aún sin haberlo hecho, pero alguien que ya tiene un llamamiento formal de Dios debe preocuparse por estar siempre preparado para mostrar defensa con mansedumbre y reverencia acerca de la esperanza que hay en él.
Veamos estimada hermana, que dice su Palabra. Ella nos deja ver que los apóstoles conocían muy bien de sus responsabilidades como asimismo de sus necesidades. Cuando su obra comenzó a crecer, ellos estimaron la necesidad de delegar funciones en otros (diáconos) y ellos, preocuparse de persistir en
"la oración y el ministerio de la Palabra" (Hech. 6:4) Esto nos permite entender la forma en que estos varones de Dios se ocuparon para cumplir responsablemente sus ministerios, y ciertamente de ellos debemos sacar el ejemplo.
Primero, ellos no recurrieron a estudios, ni diccionarios, ni homilética, ni hermenéutica, ni todas las "éuticas", ni estudios de lenguas o idiomas. Su Palabra dice que ellos se preocuparon de dos cosas, y en orden de prioridad:
oración y
predicación (ministerio de la Palabra)
Por tanto, el primer recurso, fue la oración, ellos reconocieron que su ministerio o apostolado, no los eximía de la oración, sino que al contrario, los obligaba a la oración con mayor urgencia y razón.
La dirección del Espíritu Santo y su inspiración, se invoca y recibe, a través de la oración, incesante oración; de modo que los apóstoles entendieron que debían dedicar un buen tiempo a esta práctica, por la cual harían descender al Espíritu Santo sobre sus vidas y mantener su dirección siempre en ellos. Esto mismo debemos hacer hoy, todos los creyentes, que con ministerio o sin él, pretendemos servir a Dios.
Estos varones de Dios le dieron a la oración el primer lugar, y le consignaron la forma: "
persistir" en la oración. Esta devoción en la oración, les permitió servir eficazmente a Dios y prescindir de cualquier otro método en su sevicio. Podemos llenarnos de diccionarios, de estudios linguisticos, pero si carecemos de la dirección de su Espíritu, de nada nos vale. Los apóstoles pusieron a Dios en el corazón de los creyentes con el poder de la oración; y fijaron la posterior predicación de la Palabra de Dios, por la insistencia de sus plegarias u oraciones permanentes ante la presencia de Dios. La oración era una práctica tan exigente, tan imperativa, como lo era la predicación de su Palabra.
El predicador que no ha hecho de su vida un altar de oración, que no ha conocido el arte superior y divino de la oración o intercesión por el pueblo de Dios, nunca tampoco aprenderá el arte de la predicación de su Palabra ni llegará a ser genuinamente un "
ministro de la Palabra" (Lucas 1:2) aunque se vacíen sobre el toneladas de libros, diccionarios y cursos o estudios.
Con tu postura estás diciendo que leer la Biblia no es importante, basta con pedirle guía al espiritu santo.
Discúlpeme usted estimada hermana, no se si usted no me ha entendido o no ha leido concienzudamente mi aporte. ¿donde he dicho que leer la Palabra de Dios no es importante?... al contrario hermana, es quizás, después de la oración, la practica más importante de todo cristiano. Y... ¿como infiere usted que pedir la dirección del Espíritu Santo es desmerecer su palabra? La dirección del Espíritu Santo y la lectura y escudriñamiento de la Palabra de Dios, son absolutamente compatibles, van íntimamente unidas y ligadas por siempre.
Tengo toda mi vida en la iglesia y no sabes la cantidad de veces que he oído levantarse a alguien diciendo: "Así dice el Señor...." y diciendo cosas que son totalmente contrarias a las Escrituras y quien no tiene un estudio sólido de la Palabra son quienes son desviados porque tienden a creer que porque la persona dice eso ya es muy espiritual.
Yo también he oído cosas semejantes. Sin embargo no creo que sea por falta de estudio de su Palabra, sino más bien por la carencia de oración y dirección del Espíritu Santo de Dios, junto al conocimiento de su Palabra.
Todo tiene un equilibrio, un estudio exhaustivo de la Biblia sin la guianza del Espíritu Santo no sirve más que para aumentar conocimiento sin unción, pero tampoco podemos hacer a un lado la Palabra de Dios porque por algo él la dejó ahí y dijo que la escudriñáramos.
Correcto... totalmente de acuerdo.
Y perdóname, pero si hasta los laicos podemos acceder gratuitamente a diccionarios de hebreo y griego cuánto más un pastor que desempeña de manera oficial el ministerio, claro que cuesta tiempo estudiar a profundidad un pasaje de la Biblia, pero vale la pena.
Perdóneme usted a mí, Pero no le veo mayor importancia al estudio de diccionarios de hebreo o griego; sino es como un caso fortuito que se nos pudiera presentar.
Las verdades divinas nunca brotaran de estudios de hebreo o griego ni de todos los diccionarios habidos y por haber;... si es que nuestros labios no han sido tocados por el poder de Dios y la inspiración del Espíritu Santo que descienden a nuestras vidas y ungen nuestros labios a través de la insistente oración y comunicación con la bendita presencia de Dios.
Es como cuando la persona amada te escribe una carta, la lees, la relees, quieres saber qué quiso decirte con tales palabras, pues así también cuando estudiamos la Palabra que fue inspirada por nuestro Amado Dios.
...Seguramente....
Dios le bendiga estimada hermana.
Dagoberto