Re: Los mil y un errores de E.G.White
Estimado Bohemio. Saludos cordiales.
Tú dices:
Ese odio tan grande hacia esa señora no es normal , ya hasta parecen cosas del diablo!
Respondo: Ese odio ha sido siempre la actitud en contra de los profetas del Señor.
Es simple el deducir el porque, se sabe por la historia que las mayores organizaciones espiritistas del mundo hoy, encuentran su resurgimiento moderno en una pequeña choza en el Estado de Nueva York en 1848.
El mismo año, las mayores organizaciones ateas del mundo, el comunismo, también comenzaron a surgir. Porque en ese año Karl Marx en coautoría con Friedrich Engels produjeron el libro "Manifiesto Comunista", en un pequeño cuarto en Bruselas, Bélgica. Los fieles cristianos reconocen que los seguidores de esos dos grupos, el espiritismo y el ateismo, sirven al mismo maestro.
Y once años más tarde, la mayor religión que se opone a Dios, de los tiempos modernos, vino a la existencia: Carlos Darwin escribió su libro "El Origen de las Especies".
Hay una razón por la cual estas tres organizaciones comenzaron casi al mismo tiempo.
Los pensadores de hoy reconocen que estamos al borde una gran crisis, la cual puede ser el fin del mundo. Estudiantes cuidadosos de las Escrituras, hace más de un siglo y medio atrás, descubrieron la misma verdad. Ciertas profecías bíblicas revelaban que nuestro planeta estaba cercano a su fin. Pero lo que muchos no sabían era que Dios iba a enviar un profeta para darle una guía a Su pueblo en estos ajetreados días finales, antes que viniese el clímax final de todos los tiempos. Pero Satanás lo sabía, y comenzó a levantar a los falsos profetas luego después de aquello. Ya que la primera visión del verdadero profeta vino en el año 1844.
Llegaron un par de mellizas en el hogar de Robert y Eunice Harmon el 26 de Noviembre de 1827. Se llamaron Ellen y Elizabeth. El pequeño campo estaba cerca de la villa de Gorham, Maine, cerca de 8 Km al Oeste de Portland, Maine, en la parte Noreste de los Estados Unidos.
Durante su niñez, la activa y ayudadora Ellen trató alegremente de ayudar en el hogar. Ella era despierta y alerta, pero a la edad de nueve años, mientras volvía de la escuela a su casa, fue herida por una piedra que le arrojó una compañera de clases. El accidente, que casi le costó la vida. Detuvo su formación escolar, que hasta entonces apenas llegaba al tercer año básico. Se esperaba que muriera pronto.
En el año 1840, a la edad de 12 años, Ellen le dio su corazón a Dios. Bajo su insistencia, fue bautizada ese mismo día en las espumosas olas del Océano Atlántico. Durante los siguientes años, ella encontró suficiente fuerza como para tejer medias, las cuales eran vendidas, para así poder ayudar a los misioneros. Sus padres, ambos fieles cristianos, estaban agradecidos de que ella pudiera estar tan ocupada, porque ellos sabían que no viviría mucho tiempo más.
Pero había una cosa que ella no podía hacer por sí misma para el Señor, y eso era testimoniar públicamente de su fe cuando oraba ante los demás. Aun cuando sentía que no podía hacerlo, se resistió a trabajar durante varias semanas. He aquí como ella describe lo que sucedió después:
"Regresé a casa y volví a orar al Señor, a quien le prometí que haría y sufriría cualquier cosa con tal de que el Señor Jesús me sonriese. Se me presentó el mismo deber. Iba a realizarse esa noche una reunión de oración y asistí a ella. Cuando otras personas se arrodillaron para orar, me postré con ellas temblando, y después que dos o tres hubieron orado, abrí la boca en oración antes que me diera cuenta de ello, y las promesas de Dios me parecieron otras tantas perlas preciosas que se recibían con sólo pedirlas. Mientras oraba, me abandonaron la carga y la agonía que durante tanto tiempo me habían oprimido, y la bendición de Dios descendió sobre mi como suave rocío. Di gloria a Dios por lo que sentía, pero deseaba más. Sólo la plenitud de Dios podía satisfacerme. Llenaba mi alma un amor inefable hacía el Señor Jesús... Todo tenía aspecto glorioso y nuevo, como si sonriese y alabase a Dios. Estaba yo, entonces dispuesta a confesar en todas partes al Señor Jesús".
Ellen tomó las cosas espirituales muy en serio. Liberada de sus miedos de hablar, y ansiosa al saber que sus preocupaciones juveniles podían ser conocidas por el Señor, ella inmediatamente comenzó a orar y a suplicarle individualmente.
"Hice planes para realizar reuniones con mis jóvenes amigas, algunas de las cuales eran considerablemente mayores que yo, y unas pocas eran personas casadas. Algunas de ellas eran vanas y frívolas; mi experiencia les sonaba como un cuento ocioso, y no prestaban oído a mis ruegos. Pero yo resolví que mis esfuerzos no cesarían nunca hasta que estas amadas almas por las cuales tenía un interés tan grande, se entregaran a Dios. Varias noches enteras las pasé en fervorosa, oración por aquellas personas a quienes había buscado y reunido con el propósito de trabajar y orar con ellas.
"Algunas de éstas se habían unido a nosotras por la curiosidad de escuchar lo que yo tenía que decir; otras pensaron que yo estaba fuera de mí al ser tan persistente en mis esfuerzos, especialmente cuando no manifestaron preocupación alguna de su parte. Pero continué exhortando a cada una de las que concurrían a nuestras pequeñas reuniones, y orando con cada una por separado, hasta que todas se hubieron entregado a Jesús, reconociendo los méritos de su amor perdonador. Cada una se convirtió a Dios.
Esa es la labor silenciosa y abnegada de esta gran mujer tan criticada por los detractores del mensaje del tercer ángel, porque ella trabaja para el Señor y El bendice esta labor: "Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen." Apocalipsis 14:12,13.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.