¿Los cristianos podrían separarse, divorciarse y volverse a casar?

SECCIÓN XIV

SECCIÓN XIV



Tras los abrazos y cálidos apretones de mano que marcaban el reencuentro de los integrantes a la mesa redonda, le fue conferida la apertura al hermano erudito:
- Bastante tiempo hace que no nos reunimos, y esto fue porque estuvimos buscando alguna literatura que nos brindara más y mejores argumentos que los ya expuestos. Fue así que dimos con un librito que fácilmente puede conseguirse en las librerías evangélicas de España y América: DIVORCIO Y NUEVO MATRIMONIO, de la serie DISCOVERY de RBC Ministries. El autor es el experto editor Herb Vander Lugt. Creo que el bien ganado prestigio de las publicaciones de este ministerio, por su enfoque siempre fiel a la enseñanza de las Escrituras, amerita la seria atención de todos ustedes. El hermano Diótrefes les repartirá ahora algunos ejemplares para facilitarles la consideración a los argumentos, y seguidamente hará su exposición.
- Diótrefes: Busquen por favor en la página 5 el párrafo que seleccioné:
Deuteronomio 24:1-4: “En este pasaje, Moisés declaró que después que un hombre se hubiese divorciado de su esposa por haber encontrado en ella “alguna cosa indecente” y ambos se hubiesen casado de nuevo, no podían disolver los nuevos matrimonios y casarse ellos otra vez”. ¿Qué les parece?
- Rústico: ¡Que Moisés nunca declaró tal cosa!
- Veterano: Basta leer el texto que tenemos frente a nuestros ojos para comprobar que lo que allí se dice es que el hombre que despidió a su mujer con la carta de divorcio en su mano no podrá luego volverla a tomar como su mujer.
- Polemista: Pero de ahí hacerle decir a Moisés lo otro, es agregar a la Escritura, lo que está prohibido en Apocalipsis 22:18.
- Primer forista: Se hace evidente la intención de hacer encajar la práctica actual en aquella situación, a efectos de que el precedente sirva para legitimarla.
- Rústico: ¡Es cierto! Pero no somos tontos ni masticamos vidrio. También tenemos ojos para leer y podemos pensar con nuestra propia cabeza.
- Erudito: Bueno, mejor proseguimos. Yo mismo les leeré de la página 9 dos frases que ustedes fácilmente ubicarán: “Jesús dijo que el divorcio está mal “excepto por inmoralidad sexual”.
- Rústico: ¡Otra vez! ¿Por qué le hace decir a Jesús lo que él quisiera que hubiera dicho?
- Polemista: Bueno, si pasa, pasa. Si el lector asume que eso fue lo que Jesús dijo, más fácil será luego ir agregando otras ideas hasta que en cuanto se descuide quedará convencido de la razón que al escritor le asiste. Así es como se introducen las herejías y se propagan las malas doctrinas.
- Primer forista: Para ello se tuercen las Escrituras, y hay que estar bien despiertos y atentos para descubrir la trama desde su inicio.
- Diótrefes: ¡Ustedes se toman todo a la tremenda! ¡No es para tanto! El autor sólo está haciendo una paráfrasis de la cita textual del evangelio.
- Veterano: ¡Claro, pero una paráfrasis que sólo sirve a sus intereses! Menos mal que Pedro nos dejó advertidos de los que tuercen las Escrituras (2Pe.3:16).
- Erudito: Seguramente que al seguir leyendo verán que el autor logra explicarse. En esta misma página ubicarán la frase: “La palabra griega que usó fue porneia, un término que cubre una amplia gama de pecados sexuales”.
- Polemista: Ignoro si en la Grecia actual tenga tantas acepciones, o que ya Homero en la Ilíada y en la Odisea especulara con la diversidad, pero lo que a mí sí me interesa es cual significado se le daba en el koiné del Nuevo Testamento.
- Veterano: Por lo que tengo anotado aquí al margen de mi Biblia, las 25 veces que aparece porneia en el N.T. en todas ellas siempre se tradujo bien fornicación.
- Primer forista: Por ejemplo, en Gálatas 5:19 tenemos: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia”. Si el Sr. Vander Lugt tuviera razón, Pablo hubiera ahorrado tinta escribiendo solamente porneia sin necesidad de especificar esos y otros muchos pecados sexuales de la amplia gama que el término incluiría. También en 1Corintios 6:9 “No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones”. Aquí también, con solo escribir pornos podría englobar la diversidad; sin embargo fue bien explícito distinguiendo unos de otros.
- Erudito: Quizás es prudente que por hoy nos detengamos aquí y mañana podríamos seguir repasando otras consideraciones que quizás terminen por convencerles que están equivocados, y que Diótrefes y yo estamos en los cierto, al admitir, en algunos casos excepcionales, el divorcio con nuevo matrimonio.
- Diótrefes: También se me ocurre que podríamos enviar un e-mail a la editorial del librito, para darles oportunidad a que efectúen sus descargos a los cuestionamientos que ustedes han planteado.
Con el unánime asentimiento de todos así se acordó y se dio fin a aquella rueda.
 
Re: SECCIÓN XIV

Re: SECCIÓN XIV



Tras los abrazos y cálidos apretones de mano que marcaban el reencuentro de los integrantes a la mesa redonda, le fue conferida la apertura al hermano erudito:
- Bastante tiempo hace que no nos reunimos, y esto fue porque estuvimos buscando alguna literatura que nos brindara más y mejores argumentos que los ya expuestos. Fue así que dimos con un librito que fácilmente puede conseguirse en las librerías evangélicas de España y América: DIVORCIO Y NUEVO MATRIMONIO, de la serie DISCOVERY de RBC Ministries. El autor es el experto editor Herb Vander Lugt. Creo que el bien ganado prestigio de las publicaciones de este ministerio, por su enfoque siempre fiel a la enseñanza de las Escrituras, amerita la seria atención de todos ustedes. El hermano Diótrefes les repartirá ahora algunos ejemplares para facilitarles la consideración a los argumentos, y seguidamente hará su exposición.
- Diótrefes: Busquen por favor en la página 5 el párrafo que seleccioné:
Deuteronomio 24:1-4: “En este pasaje, Moisés declaró que después que un hombre se hubiese divorciado de su esposa por haber encontrado en ella “alguna cosa indecente” y ambos se hubiesen casado de nuevo, no podían disolver los nuevos matrimonios y casarse ellos otra vez”. ¿Qué les parece?
- Rústico: ¡Que Moisés nunca declaró tal cosa!
- Veterano: Basta leer el texto que tenemos frente a nuestros ojos para comprobar que lo que allí se dice es que el hombre que despidió a su mujer con la carta de divorcio en su mano no podrá luego volverla a tomar como su mujer.
- Polemista: Pero de ahí hacerle decir a Moisés lo otro, es agregar a la Escritura, lo que está prohibido en Apocalipsis 22:18.
- Primer forista: Se hace evidente la intención de hacer encajar la práctica actual en aquella situación, a efectos de que el precedente sirva para legitimarla.
- Rústico: ¡Es cierto! Pero no somos tontos ni masticamos vidrio. También tenemos ojos para leer y podemos pensar con nuestra propia cabeza.
- Erudito: Bueno, mejor proseguimos. Yo mismo les leeré de la página 9 dos frases que ustedes fácilmente ubicarán: “Jesús dijo que el divorcio está mal “excepto por inmoralidad sexual”.
- Rústico: ¡Otra vez! ¿Por qué le hace decir a Jesús lo que él quisiera que hubiera dicho?
- Polemista: Bueno, si pasa, pasa. Si el lector asume que eso fue lo que Jesús dijo, más fácil será luego ir agregando otras ideas hasta que en cuanto se descuide quedará convencido de la razón que al escritor le asiste. Así es como se introducen las herejías y se propagan las malas doctrinas.
- Primer forista: Para ello se tuercen las Escrituras, y hay que estar bien despiertos y atentos para descubrir la trama desde su inicio.
- Diótrefes: ¡Ustedes se toman todo a la tremenda! ¡No es para tanto! El autor sólo está haciendo una paráfrasis de la cita textual del evangelio.
- Veterano: ¡Claro, pero una paráfrasis que sólo sirve a sus intereses! Menos mal que Pedro nos dejó advertidos de los que tuercen las Escrituras (2Pe.3:16).
- Erudito: Seguramente que al seguir leyendo verán que el autor logra explicarse. En esta misma página ubicarán la frase: “La palabra griega que usó fue porneia, un término que cubre una amplia gama de pecados sexuales”.
- Polemista: Ignoro si en la Grecia actual tenga tantas acepciones, o que ya Homero en la Ilíada y en la Odisea especulara con la diversidad, pero lo que a mí sí me interesa es cual significado se le daba en el koiné del Nuevo Testamento.
- Veterano: Por lo que tengo anotado aquí al margen de mi Biblia, las 25 veces que aparece porneia en el N.T. en todas ellas siempre se tradujo bien fornicación.
- Primer forista: Por ejemplo, en Gálatas 5:19 tenemos: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia”. Si el Sr. Vander Lugt tuviera razón, Pablo hubiera ahorrado tinta escribiendo solamente porneia sin necesidad de especificar esos y otros muchos pecados sexuales de la amplia gama que el término incluiría. También en 1Corintios 6:9 “No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones”. Aquí también, con solo escribir pornos podría englobar la diversidad; sin embargo fue bien explícito distinguiendo unos de otros.
- Erudito: Quizás es prudente que por hoy nos detengamos aquí y mañana podríamos seguir repasando otras consideraciones que quizás terminen por convencerles que están equivocados, y que Diótrefes y yo estamos en los cierto, al admitir, en algunos casos excepcionales, el divorcio con nuevo matrimonio.
- Diótrefes: También se me ocurre que podríamos enviar un e-mail a la editorial del librito, para darles oportunidad a que efectúen sus descargos a los cuestionamientos que ustedes han planteado.
Con el unánime asentimiento de todos así se acordó y se dio fin a aquella rueda.

Hermano Ricardo, saludos, q bueno volver a verte por estos lados, sabes leí esto q acabas de publicar, no entiendo muy bien que quiere dejar dicho estas cosas, me gustaría que lo explicaras de un modo más claro que al fin quieres dejar dicho con este dialogo.
 
Re: ¿Los cristianos podrían separarse, divorciarse y volverse a casar?

Mi hermano Ricardo, aunque te pedí que explicases el contenido solo lo hago con intenciones de que los q lo lean tengan una mejor idea de lo que acabas de exponer de mi parte yo estoy claro y es lo que hemos venido diciendo acerca del tema de que por la manera como muchos han interpretado las Escrituras agregando cosas que no estan escritas solo al modo de pensar de quien las lee y adactandola a la conveniencia han permitido doctrinas que no estan ni fueron aceptadas por los apostoles como es el hecho de divorciarse y volverse a casar.
 
Mi apreciado Juan Cristóbal:

Mi apreciado Juan Cristóbal:


Muchas gracias por tu consideraciòn y tus comentarios.
El hacer esta mesa redonda imaginaria donde varios hermanos discuten los puntos que se proponen, es para precisamente hacer màs sencillo y ameno el debate.
Pero si entra algùn otro foristas necesitado de una exposiciòn todavìa màs clara, entonces podrà revisar los mensajes desde el principio, y si el punto que a él le interesa no lo hubièramos todavìa tratado, que lo formule y le contestaremos.
Gracias por tu interès y que el Señor te bendiga mucho.
Ricardo.
 
SECCIÓN XV

SECCIÓN XV



- Erudito: Reitero a ustedes que si estamos haciendo uso de los argumentos que favorecen nuestra posición en este librito, es porque a pesar de las reiterada invitaciones que hemos hecho a hermanos y pastores que también piensan como nosotros, no han querido exponerse a la confrontación. Así que ahora Diótrefes continuará citando desde la página 10.
- Diótrefes: “Por tanto, todas las versiones modernas traducen la palabra porneia que aparece aquí como “impureza”, “infidelidad” o “inmoralidad sexual”.
¿Qué les parece?
- Veterano: Que eso no prueba nada. Apenas la tendencia moderna a traducir a tono con los criterios de la época actual.
- Diótrefes: Más abajo dice el autor: ““Al aprobar el divorcio por causa de inmoralidad sexual, Jesús también permitió el nuevo matrimonio a las personas que se divorciaban por eso”.
- Rústico: ¡ Jesús jamás aprobó divorcio alguno por la causa que fuese!
- Primer forista: La salvedad de la cláusula de excepción (sólo en Mateo) para nada implica aprobación, sino el perfecto conocimiento de la ley de Moisés que el Señor tenía, inclusive de esta permisión.
- Polemista: Una cosa es que haga referencia de tal circunstancia, y otra muy distinta que Él le dé su beneplácito, lo cual no hace.
- Diótrefes: ¡Pero a ustedes nada les sirve!
- Rústico: No es nuestra culpa que el autor siga sacando conejos de su galera.
- Diótrefes: Probemos ahora como les va con esta otra frase:
“siempre que se produce un divorcio sobre bases que Dios ha declarado válidas…”.
- Veterano: ¡Dios nunca ha declarado bases válidas para el divorcio! Lo que el autor infiere, osadamente se lo atribuye a Dios.
- Erudito: Ahora quiero leerles yo de la página 11 a ver si tenemos mejor suerte.
“Por tanto, concluimos que Jesús permitió el divorcio por causa de inmoralidad sexual, y que ese divorcio asumía el derecho a casarse de nuevo”.
- Primer forista: Obviamente, la conclusión corre por cuenta del autor y sus lectores desatentos o aparceros.
- Veterano: Esta presunción se refuta fácilmente. ¿Qué ha de entenderse por inmoralidad sexual? Pues apenas cuatro versículos antes de la salvedad en Mateo 5:32 el Señor había dicho “que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (v.28). Nadie dudaría entonces que la gravedad de la intención es apenas menor que el hecho físico del adulterio, lo que le da carácter de “inmoralidad sexual” grave.
- Polemista: Así que un judío que quisiera cambiar de esposa podía decirle:
-Te pesqué cuando en el mercado se te fueron los ojos tras un apuesto vendedor. Vi brillar en ellos el mismo fulgor que destellaba en los de la esposa de Potifar ante la bella presencia y hermoso semblante del casto José. Tu ensoñación y fantasía es tan inmoral y adúltera como la de la infame egipcia. ¡Te daré carta de divorcio!
- Veterano: Si Jesús hubiera consentido con eso, estaría favoreciendo la escuela del rabino Hillel y respondiendo por la afirmativa a la inquisitoria de los fariseos de repudiar a la mujer por cualquier causa.
- Diótrefes: Bueno, probemos ahora en la página 12 donde trae el caso de los maridos de la mujer samaritana:
“Jesús aun reconocía a cada hombre con el que ella se había casado como su esposo”. Como podrán ustedes suponer, siendo que este no es un caso hipotético sino real, no habría ella enviudado de tantos esposos, sino que de algunos de ellos se habría divorciado legítimamente.
- Polemista: ¡Esta es una propuesta insólita! Escapa al sentido común y es refutada en el contexto. Tanto Jesús como la samaritana no utilizan la palabra “esposo” sino “marido”, que tanto entonces como ahora servía para presentar a un concubino, compañero o pareja, con quien no se está legalmente casado. Noten en Juan 4 el v. 29: “Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho”. Y también el v. 39: “…la mujer, que daba testimonio diciendo: “Me dijo todo lo que he hecho”.
Tanto en español ahora como en arameo y griego entonces, aquel “todo lo que he hecho” era una confesión de acciones malas. Si hubiese enviudado o divorciado y luego recasado “legalmente” no se habría expresado así, sino más bien: “cuanto me ha pasado” o “lo que me ha ocurrido”.
- Erudito: ¡Es cierto! No había advertido ese detalle…
- Diótrefes: Y ahora, ¿qué pasa con usted? ¿Ya se me está dando vuelta?
- Erudito: ¡No! Pero es que desde que fui enseñado en la Escuela Dominical siempre entendí que se trataba de una mujer ligera que cambiaba de marido con frecuencia. Nunca me hubiera imaginado que hubiera tenido cinco esposos legales, y que sólo este último no lo fuera. Mejor proseguimos mañana, pues he quedado desanimado.
 
SECCIÓN XVI

SECCIÓN XVI


- Erudito: Bien, seguimos ahora en la página 15 del librito de la serie DISCOVERY:
“El hecho de que Pablo dijese que el abandono de un creyente por parte de un incrédulo es causa de divorcio…”. ¿Algo que decir a esto?
- Polemista: ¡Por supuesto! Existe la manía de tomar el repudiar, despedir y el separar como si equivaliesen al divorcio, lo que no es así ni en español ni en griego, y que apenas sería admisible en sentido figurado, mas no en el directo. Las cinco veces que aparece en nuestra Biblia (Reina-Valera) la palabra “divorcio” siempre está precedida de “carta de” y en griego es APOSTASION.
- Rústico: No es cierto que Pablo considere en 1Co. 7 el asunto del divorcio, sino la separación.
- Diótrefes: Ahora leeré otra frase en esta misma página:
“Jesús, que se dirigió a los judíos que estaban bajo la ley, estaba pensando en el matrimonio entre judíos, dentro de la comunidad del pacto”.
- Veterano: Esta cláusula es correcta, pero entonces está en contradicción con lo que hemos visto de la pg.10: “Al aprobar el divorcio por causa de inmoralidad sexual, Jesús también permitió el nuevo matrimonio a las personas que se divorciaban por eso”. Pues aquí se le da trascendencia universal y actual a lo que en esta pg.15 se dice que Jesús habló a los judíos que estaban bajo la ley.
- Primer forista: Siempre que el autor puede, dice la verdad. Cuando no puede, la acomoda a las circunstancias.
- Erudito: Vamos a ver que tienen que decir ahora a un párrafo bastante contundente:
“Dios, a través del apóstol Pablo, dictó que un creyente no peca si permite un divorcio cuando el incrédulo se quiere divorciar. Por consiguiente, un divorcio bajo tales circunstancias es válido. Dios considera el matrimonio terminado. Por tanto el creyente que se divorcia así tiene el derecho de volverse a casar”.
- Rústico: Lo que Dios dice a través de Pablo en 1Co. 7:15 es muy distinto. Basta confrontar este párrafo del librito con el texto bíblico para comprobar que pese al parecido la diferencia es sustancial. No es a través de Pablo sino de Herb Vander Lugt que se valida el divorcio y el fin del matrimonio; no porque Dios lo diga.
- Veterano: Es perfectamente comprensible, que si el cónyuge se vuelve adúltero o abusivo o peligroso, quien sufre la situación se separe procurando su preservación y la de los hijos, deseando vivir en la paz a la que somos llamados. No importa acá diferenciar entre cónyuge creyente o incrédulo, porque de ser creyente se ha comportado como un incrédulo, no haciendo caso ni siquiera de la iglesia. La pregunta es: Si como el autor dice, el cónyuge inocente, después de cumplidas todas las instancias posibles de reconciliación, roto todo vínculo y fenecida ya toda esperanza de reconstituir el matrimonio, obtiene el divorcio, ¿cómo puede determinarse el prudencial tiempo de espera para contraer segundas nupcias?
- Primer forista: La vida nos da sorpresas; sorpresas tiene la vida.
- Polemista: Conocemos un caso, en que al mismo tiempo que el cónyuge culpable de adulterio se arrepentía y volvía al camino del Señor, el cónyuge inocente contraía un segundo matrimonio. Un poquito de tiempo más que hubiera esperado, se hubiera reconciliado, pues nos consta que había perdonado y seguía amando a su cónyuge que le había sido infiel. En su segundo matrimonio tampoco es feliz. Ha llegado al extremo, inclusive, de proponer rehacer su primer matrimonio (con hijos) deshaciendo el segundo (sin hijos). En cambio, de mantenerse sin casar, aunque fuese de por vida, siempre quedaría abierta la puerta de la oportunidad para el reencuentro. Así que ahora se resigna a acariciar la esperanza de una pronta viudez.
- Diótrefes: Bueno, me temo que se acalore la polémica con lo que sigue en la página 18 al centro:
“Como se dijo antes, Jesús enseñó que, a veces, el espíritu de la ley permite que algunos requisitos legales específicos se dejen de lado”.
- Rústico: ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo enseñó Jesús tal cosa?
- Primer forista: Esta es la más peligrosa de las declaraciones de Herb Vander Lugt escritas en su librito, y es extraño que pasara desapercibida a los editores de RBC Ministries.
- Veterano: Si esa enseñanza de Jesús efectivamente existe en alguna parte del Nuevo Testamento, entonces toda la teología quedará alterada y a muchos se les enfriará la fe. Pero ¿qué leemos?
“17»No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolir, sino a cumplir, 18porque de cierto os digo que antes que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la Ley, hasta que todo se haya cumplido. 19De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; pero cualquiera que los cumpla y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos. (Mateo 5).
- Polemista: Pero, ¿qué fue lo que había dicho antes el autor? Pues en la pg.16 (arriba) ya había dicho algo que en una primera lectura dejé pasar, y que sin embargo debí observar al momento. Fácilmente nos dejamos persuadir luego que consentimos con algo que al primer asomo de error debimos haber cuestionado:
“Dios en su compasión permite a veces que su pueblo deje de lado una estricta conformidad a ciertas reglas que Él ha dado”. Que Dios postergue el castigo para más adelante o para el día de juicio todas las cosas malas que los hombres hacen, no implica que al momento condescienda con ellas.
- Veterano: Entonces recuerda el autor cuando a David y a sus hombres se les permitió mitigar su hambre con los panes de la proposición (1Samuel 21:1-6). La desesperación de David le llevó a engañar al sacerdote Ahimelec, para obtener algunos panes y una espada, pero ello ocasionó luego la matanza de todos los sacerdotes del lugar y sus familias. Así, el otro ejemplo que da de cuando los discípulos, hambrientos, pasaban por los campos y arrancaban espigas restregando los granos con sus manos (Mt.12:1-13), hacían lo que la Ley les permitía (Dt. 23: 25). Los fariseos llevaron la abstención del trabajo y el guardar el reposo del sábado a extremos ridículos. Por ello el Señor les recordó como la misma Ley asignaba algún trabajo a los sacerdotes en el sábado (Mt.12:5; Nm.28:9,10).
- Rústico: El sanar a los enfermos que Jesús a veces hacía sin importar que fuera sábado, no podría tomarse como un trabajo u obra que violara el mandamiento del decálogo. Ello no le demandaba el tiempo y el esfuerzo físico que supone la realización de cualquier trabajo común.
- Polemista: Además, ni Jesús ni sus discípulos hicieron jamás a un lado regla alguna que Dios hubiera dado. No hubo requisito legal que hubiesen violado. Su conflicto jamás estuvo con la Ley o la Palabra de Dios, sino con la tradición de los ancianos, con la cual los fariseos invalidaban el mandamiento de Dios (Mt. 15:1-9).
- Erudito: Dice también el autor que “a veces, el espíritu de la ley permite…” ¿Cuál es este permisivo “espíritu de la ley”? Ciertamente que no el Espíritu Santo que inspiró la Sagrada Escritura y que guía al lector a toda verdad. ¿Cuál, entonces?
- Primer forista: Montesquieu escribió su famoso ensayo El Espíritu de las Leyes y también escuchamos a nuestros legisladores apelar al “espíritu de la ley” cuando quieren introducir en el texto algo que no está explícitamente escrito. Pero nos es totalmente extraña esta enseñanza de Jesús en cuanto al “espíritu de la ley”.
- Rústico: Si en verdad el autor pretendía decir que Jesús en su enseñanza explicaba el recto sentido de la Ley conforme al propósito de Dios, ¡pues lo hubiera dicho!
Así de fácil. Cuando no se escriben las palabras precisas es de temer que tampoco lo sean las ideas.
- Erudito: Sugiero que dejemos por aquí, y prosigamos luego más descansados. Mientras tanto siempre estaremos a la espera que algún otro hermano se sume al debate para reforzar nuestra posición y la de Diótrefes, ya que este librito no nos está dando la ayuda que imaginábamos.
 
Re: ¿Los cristianos podrían separarse, divorciarse y volverse a casar?

. Leo que varios forista contestan a base de su criterio y no el de la Biblia la pregunta es “los cristiano según la Biblia “y no la sociedad o mi opinión

Veamos el libro de Deut 24;1, Mat. 5;31-32. ; 19; 7-9 permitido a causa del adulterio, y otorgado por escrito, pues se entiende que si una de las partes les es infiel o esta en adulterio se le de carta de divorcios.

En 1 de Cor. 7;10-11, y si se separa, quédese sin casar “esto no es en adulterio” esperándose una reconciliación


Señalando esto al día de hoy y sin ser machista creo que se aplica tanto a la mujer como al hombre.

Luego señala que se puede volver a casar... Rom 7:2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.

Rom 7:3 Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera.
 
SECCIÓN XVII

SECCIÓN XVII



- Erudito: Tras unas buenas vacaciones que nos hemos tomado volvemos a saltar a la palestra sin que se nos haya sumado algún otro forista para unir fuerzas acreditando la virtud de este librito de la Serie DISCOVERY que ustedes lamentablemente se empeñan en cuestionar. Considero una refutación interesante que hace el autor al manido argumento usado por ustedes de que en los relatos de Marcos y Lucas no está la cláusula de excepción “a no ser por causa de fornicación”. En la sección “ Preguntas que la gente hace” Vander Lugt explica que no era necesario que ellos la citaran en sus evangelios por estar sobrentendida para sus lectores.
- Polemista: ¡Al contrario! Podría servir el argumento si el caso fuese al revés, o sea, si estuviera en Marcos y Lucas y faltara en Mateo. Los lectores romanos de Marcos, y griegos de Lucas, podrían necesitar tal acotación por ser una disposición que competía exclusivamente al judaísmo; mientras que los destinatarios judíos del evangelio de Mateo bien la conocían, como se advierte en el pasaje del cap. 19:3-9.
- Rústico: ¡Le salió el tiro por la culata! Menos mal que usted se dio cuenta.
- Primer forista: Si no estamos atentos a nuestra lectura podemos consentir con un argumento que demuestra lo contrario que se pretende probar.
- Veterano: Además, el ejemplo que después propone de la obediencia a la autoridad civil y a la de Dios no es compatible con el caso de la cláusula de excepción, pues aquella está a un nivel superior, tanto como puede serlo el guardar el primer mandamiento. La permisión de Moisés, en cambio, es un aspecto de la ley que no es de dominio universal.
- Polemista: La razón de que esté en Mateo, es porque competía a los judíos contemporáneos de Jesús, como los fariseos que le preguntaban y los destinatarios de ese evangelio. El que no esté en Marcos y Lucas, es porque los cristianos romanos y griegos nada tenían que ver con un asunto que arrancaba de la dureza de corazón de los judíos.
- Diótrefes: Ahora yo les leeré un testimonio del autor, de la página 30:
“He conocido hombres que han confesado que en realidad eran más felices con su primera esposa. De hecho, el porcentaje de fracaso es mayor en los segundos matrimonios que en los primeros.” ¿Qué les parece?
- Veterano: ¡Esta es una gran verdad cuya admisión por el autor vale la pena que la destaquemos! Hay algo de lo que ningún cónyuge recasado podrá divorciarse: esto es, su memoria que se ha mantenido indisolublemente unida a su experiencia de vida con el cónyuge anterior. Podrá haber situaciones dichosas en las que se felicitará del ventajoso cambio logrado. Pero habrán otras muchas, en que no podrá evitar hacer esas “odiosas comparaciones” en las que el primer cónyuge sale notoriamente favorecido. Al principio podrá callarlas, pero cuando en medio de una trifulca se sienta provocado por quien le acusa de ocultar sus preferencias en el trato y actitudes, estallará de ira espetándole en la cara el contraste de virtudes que adornaba a su primer pareja. Luego, en todo pleito cotidiano se alzará el fantasma del primer cónyuge, que habiendo sido lleno de defectos, ahora resplandece como un dechado de virtudes al manifestarse en su real naturaleza y carácter el segundo cónyuge que tan promisorio parecía. Ahí cabe el dicho popular: “Luego vendrá, quien bueno te hará”.
- Erudito: Finalmente, en las páginas 30 y 31 el autor relativiza el pasaje de Romanos 7:1-6 con el hecho de que aquí no está Pablo desarrollando el tema del divorcio y nuevo matrimonio, sino usándolo simplemente a modo de ilustración.
- Polemista: Cierto, pero para que la ilustración sea pertinente la figura debe ser apropiada. Y ambas lo son. El gran tema en este contexto es la esclavitud del pecado y la ley y la libertad en Cristo por el Espíritu. Pues bien, para lograr el efecto deseado, las cosas debían de ser tal cual el apóstol propone con su analogía. Siendo que el núcleo de las incipientes iglesias cristianas estaba constituido por judíos convertidos (muchas veces oyentes de Pablo en las sinagogas), él ponía este ejemplo a hermanos familiarizados con la Ley.
- Veterano: El punto aquí no es el divorcio y el nuevo casamiento, sino la viudez que faculta a un nuevo matrimonio, caso imposible en vida del cónyuge.
- Rústico: Es un hecho que cada día aumenta el desparpajo con que se relativiza la Biblia, dado que será siempre posible seleccionar los textos acomodándolos de manera que parezca ella legitimar cualquier cosa. Si el lector que la consulta no la escudriña como la Palabra viva y verdadera de Dios, mejor fuera que olvidara que existe, a trabajar sobre ella como si fuera un cuerpo muerto del que pueda tomar órganos, tejidos y demás miembros para recomponer su propio monstruo.
- Erudito: Propongo dar por concluida nuestra mesa redonda, sin vencidos ni vencedores, dejando a juicio de nuestros oyentes o lectores que decidan de cual lado está la razón.
- Diótrefes: Creo que en estas circunstancias es lo mejor que podemos hacer, ya que ustedes no se dejan convencer tan fácilmente de las razones que aducimos como los hermanos a quienes enseñamos en nuestras congregaciones, y a mí tampoco no me viene en gana reconocer que pudiera estar equivocado.
- Veterano: Bien, veo que hay consenso para dar por finalizado nuestro diálogo, pero esto no implica un cierre definitivo, pues quedaremos a las órdenes de cualquier hermano que quiera hacer un planteamiento serio de algún aspecto que no hayamos considerado, o que no lo hayamos resuelto del modo más apropiado. Me tomo la libertad de dirigirles estas últimas palabras en razón de mi edad, y que cuando el Señor me lleve ojalá ustedes todavía puedan reunirse en mesa redonda para a Biblia y corazón abiertos examinar cualquier tema que se proponga.
De todos modos, si tras la lectura de nuestra conferencia algún hermano
persistiera en su propósito de divorciarse y volverse a casar, se saldrá con la suya pues nada ni nadie se lo impedirá. Pero al menos sepa que fue advertido y no podrá después decir que pecó por ignorancia. También debo informarles que hemos recibido una muy amable respuesta de RBC Ministries donde se nos dice que por el momento no están en disposición de darnos respuesta por escrito a los puntos que hemos mencionado.
Caso que en algún momento nos hagan llegar respuesta, tendremos el gusto de compartirla y examinarla con todos ustedes. ¡Que Dios los bendiga a todos!
 
Re: ¿Los cristianos podrían separarse, divorciarse y volverse a casar?

En el protestantismo la gente por lo general se casa y recasa sin ningun problema, todo queda reducido a la libre interpretacion del librepensador, como con el matrimonio , con todo lo demas. En la Iglesia Catolica el que se casa, cazado queda, hasta que la muerte los separe, y si el conyugue se separa no se puede volver a casar al menos sacramentalmente, hasta que la pareja haya fallecido. Tambien hay casos en que el matrimonio no se consuma, pero ya eso es otra cosa.
 
Re: ¿Los cristianos podrían separarse, divorciarse y volverse a casar?

- ¡He aquí un tema opinable! – dirá un forista.
- ¡Y sumamente polémico! – agrega otro.
- ¡Que cada cual haga como quiera! - expresa un libre pensador de mente estrecha.
- ¡Lo mejor es no casarse! – receta un discípulo escéptico candidato a santón.
- Mi religión no permite tales cosas – alega un adúltero impune defensor a ultranza de la indisolubilidad del matrimonio.
- ¿Es que a Dios no se le da vela en este entierro? – pregunta un rústico con criterio.
- ¡Pues todos creemos en Dios y aceptamos la Biblia como nuestra única regla de fe y práctica! – asevera un hermano viejo con aire muy formal.
- Eso es cierto – consiente el rústico criterioso – Entonces, ¿por qué a medida que surjan las preguntas no procuramos responderlas a Biblia, mente y corazón abiertos?
- ¡De acuerdo! – responden todos.
- Pero para no embrollarnos ya de entrada con todos los casos raros y problemáticos que provienen de la vieja vida cuando inconversos, ¿por qué no concretamos la discusión a la situación que más nos preocupa en nuestras iglesias, es decir, cuando la separación, divorcio y recasamiento atañe a aquellos matrimonios que fueron contraídos siendo ambos ya creyentes?
La propuesta del viejo formalista fue aceptada unánimemente, y el debate comienza.
¡Se oyen voces! – invita Ricardo

-----------------------------------------------------------------

Hola..

No, no es correcto volverse a casar
porque ya seria un adultero
El Señor dice que cada hombre tenga su mujer
y no codicie a la de su hno..

Asi o mas claro?

A menos de que el hombre muriere
o la mujer, entonces el podra casarse
pero de igual anera con una mujer que sea libre
o que simplemente sea soltera

Pero si se divorcian
y se casan por separado
los dos estan en adulterio
y si quieren regresar despues de tiempo
es peor el pecado...

Ojo, no juzgo simplemente
digo la verdad y con esto
no quiero que nadie se
escandalize y mucho menos me critique
porque solo doy mi opinon y sostengo mi creencia...

Dios les bendiga...

=)
 
Re: ¿Los cristianos podrían separarse, divorciarse y volverse a casar?

No he querido leer todos los post... pero de seguro que hay un texto clave que siempre se debe considerar en este tema...

Mal 2:15 ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud.
Mal 2:16 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.