Re: Los Adventistas y el Evangelio
Lo que es y lo que no es el Evangelio.
Evangelio es buenas noticias. Somos salvados por la intervención de Cristo. Aunque su muerte nos garantiza la salvación, esta carecería de importancia si Cristo hubiera violado la ley, o sea, hubiera pecado. Es por eso que Pablo da suma importancia a la vida de Cristo: Rom. 5:10 "Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida". Noten que la muerte de Cristo nos reconcilia con Dios, mas es su vida la que nos salva.
Nosotros, antes que nada, reconocemos que somos pecadores, violadores de los mandamientos de Dios, pero también reconocemos que nosotros no podemos hacer nada con el problema. Es ahí donde entra Cristo. Acudimos a El y lo reconocemos como Señor y Salvador. El nos proporciona su justicia, o sea, nos declara justos delante del Padre. No es justicia inherente en nosotros, sino que es imputada. ¿Y qué podemos entender por IMPUTADA? Esta palabra no es común en nuestro léxico. Pero todos conocemos la palabra ACREDITADA. Sí, porque apelamos a menudo al crédito. Nuestra cuenta de justicia esté en "0". Pero Cristo acredita a esta su abundante cuenta de justicia y ahora somos felices. "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" (Rom. 5:1).
Una vez somos justificados, ¿cuál será nuestra actitud hacia la ley de Dios, aquella que nos hizo ver que somos pecadores y nos llevó a aceptar a Cristo? ¿Le daremos la espalda? Pablo dice: "¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley" (Rom. 3:31).
El propósito de la ley nunca ha sido salvar; la ley señala el pecado pero no da el remedio para quitarlo. Sólo la gracia provee para esto. Pero, ¿termina la obra de la gracia al ser justificados? NO. Al contrario, ahora es que más dependemos de la gracia, pues por medio de ella es que podremos ser obedientes a los mandamientos de Dios. En el nuevo pacto, Dios promete escribir su ley en nuestros corazones. "Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra" (Ezequiel 36:26,27). El obedecer es una delicia para los que están en Cristo. Seguir los mandamientos de Dios será tan natural como el agua bajar por una pendiente. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17)..
Así que el verdadero Evangelio es el que nos perdona, nos redime, nos justifica, nos reconcilia con Dios y finalmente nos lleva a la obediencia. No es que la obediencia nos lleva a Cristo, sino que Cristo nos lleva a la obediecia. No obedecemos para ser salvos, sino que obedecemos porque somos salvos. Ese es elverdadero y único Evangelio de la gracia. "Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús" (Apocalipsis 14:12).