Lo que sale de dentro

18 Noviembre 1998
12.218
23
blogs.periodistadigital.com
Lo que sale de dentro
07.02.07 @ 09:30:00. Archivado en Evangelio

Marcos 7, 14-23
En aquel tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo: -"Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. El que tenga oídos para oír, que oiga." Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola. Él les dijo: -"¿Tan torpes sois también vosotros? ¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón, sino en el vientre, y se echa en la letrina." Con esto declaraba puros todos los alimentos. Y siguió: -"Lo que sale de dentro, eso sí mancha al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro."

Tanto en tiempos de Jesús como hoy en día, hay un tipo de religiosidad que pretende reivindicar su autenticidad por su fidelidad a normas externas, las cuales, sin embargo, tienen su razón de ser sólo como reflejo de lo que ha de ser una actitud interna del creyente.
Es decir, se podía guardar la ley como hoy se puede ir a misa todos los domingos; se podía evitar alimentos impuros como hoy se puede hacer abstinencia de carne. Pero de nada vale la fidelidad a la ley y la norma escrita si el corazón está gravemente enfermo por el pecado.

Pocas cosas hay tan peligrosas para la credibilidad del evangelio como la existencia de esos hipócritas que van de beatos por la vida, cuando en realidad son como demonios. Y aunque sólo Dios escudriña el corazón y conoce sus intenciones, en no pocas ocasiones el hipócrita no puede esconder su hipocresía y demuestra con sus obras que su religiosidad es vacua, poco más que el envoltorio perfumado de un alma en proceso de descomposición.

Además, ese tipo de religiosidad inane suele ser un impedimento formidable para la conversión de la persona. Se convierte antes quienes han estado lejos de la fe que aquellos que la han prostituido con la hipocresía. Por eso Cristo fue tan duro con los fariseos. Eran muertos con apariencia de vivos.

Mas la gracia de Dios puede tocar también el corazón de esas personas. Un buen sacerdote puede y debe guiar a los fariseos modernos por el camino de la conversión. Y ya sabemos que pocas cosas provocan tanta alegría en el cielo como el regreso a la vida de quien estaba muerto por el pecado.

Es tiempo de que hagamos un profundo examen de conciencia. Pidamos a Dios, como el rey David, que no haya pecados ocultos en nuestra vida. Y no permitamos que la falsedad y el fariseísmo tenga el más mínimo espacio en nuestros corazones, pues son el peor de los enemigos de nuestra alma.

Luis Fernando Pérez Bustamante

Fuente


PD: Donde pone misa y sacerdote, léase culto y pastor si se es protestante evangélico.
 
Re: Lo que sale de dentro

Apreciado Luís Fernando;

Entiendo que este escrito es tuyo, de tu factoría, de ser así, quiero hablarte al respecto, desde mi experiencia y andar diario en busca del adecuado andar de un siervo de Cristo y su Evangelio.

Si, ya se, no somos perfectos, necesitamos de sufrir, de caer, de darnos de puntapiés por cada ocasión que a la verdad vemos cuan errado hemos andado parte del camino, pero aun así, es nuestro deber el dar testimonio de aquello que, y por la gracia de Dios, a la verdad sabemos por experiencia propia, y lo cual, evita en gran medida que otros hermanos terminen sufriendo lo que uno ya ha pasado.

Bien, Luís, este es tu verdadero sentir en Cristo, este es el verdadero Espíritu de Dios, el cual y si prestas atención, verás que es Aquel que menos prestan todos atención, por una sencilla razón, son muy pocos los que en verdad oyen Su voz, los que en verdad son capaces de digerir el suave y dulce expresar del Espíritu Santo… y ello, bien sabes que es y siempre por razón de nuestro pecaminoso ser carnal y anímico aun no entregado a la cruz, y por el cual, y como causa mayor, nos impide y la mayoría de ocasiones el oír Su voz cuando a nosotros mismo nos habla…

Y de ello quiero hablarte Luís, esto ha salido de tí, te ha llenado, por ser aquello que Dios mismo te está y primeramente reclamando a ti, quiero decir, es Su Palabra que te ha sido dada y la cual, debes aprender a escuchar y como no, guardar…

Él nos dijo;

- El que me ama, hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él.

Y esta Palabra, la que tu has recibido, es la Suya, la que nos habla y primeramente a nosotros mismos, aquella que es más cortante que una espada de dos filos, aquella por la cual lograremos y en Su gracia llegar a ser uno con Él, y por ello; ser y finalmente guiados por el Espíritu Santo.

Nada más Luís, solo fue un compartir, y en esta ocasión, con la mayor de las intenciones, y te lo digo con todo el corazón. Tan siquiera quiero que respondas, sino más bien, que tomes lo que consideres, y…

Recuerda;

- Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos.

Y sí, la oyes, en ocasiones das muestras claras de ello, pero recuerda, no se puede servir a dos amos, y a la vez, la sabiduría de este mundo de nada sierve, Dios se rie de todo ello.

Que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y paz para con tigo y los tuyos