Lo que es...


<CENTER>JESÚS VE NUESTRA FE</CENTER>

Jesús no midió a las personas, por su bondad,
por su éxito, por su estado.

Pesó su fe. Sondeó la medida de fe
y sólo valoró eso.
Respondió, no a su conocimiento, ni a su pecado,
sino a su fe.

Alabó la gran fe y lamentó la poca fe.

La madre Cananita2 pareció oír un ‘no’
de Jesús y ella no desistió.
La provocó a fe y entonces la elogió
por su gran fe.

Ella siguió.
Insistió, en su ruego
Y Él contó eso como fe, la gran fe.

La fe es la moneda del reino, eso fue dicho.
Dios da lo que crees que Él da,
Sólo cree que lo da.
Depende de ti. No de Dios.

A la mujer que tocó el borde de Su túnica,3
Jesús le dijo, “Hija, ten ánimo,
tu fe te ha salvado
.”

Su FE - no solo por Su poder,
no por Su buena voluntad –
SU fe lo ha hecho pues.

“Lo siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo:
¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!4

Jesús preguntó precisamente por sus fes.
¿Creéis que puedo hacer esto?
Ellos dijeron: Sí, Señor.

Entonces les tocó los ojos, diciendo:
Conforme a vuestra fe os sea hecho
.”

Llevar tu necesidad a Jesús es la fe.
Sencillamente por pedir, muestras que crees que
Él es la fuente.
Para clamar a Él sin avergonzarte como el Ciego Bartimeo
esa fe maravillosa que es contestada.

Creer que Él es CAPAZ, es la fe buena.
Esto trajo la respuesta de Jesús al leproso.
Creer que Él PUEDE. . . como la mujer Cananita
¡esa es la fe que no se puede denegar!

Creer que Él ciertamente lo HARÁ. . . como el Centurión
¡esta es la fe que estremece a Jesús!


#2 Mat 15:24-26
#3 Mat 9:22
#4 Mat 9:27
#5 Marc 5:28-34

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<CENTER>JESÚS VIVIÓ POR FE</CENTER>

Aunque Jesús vio que se aproximaba la negación de Pedro,
Él tuvo fe en la última restauración de Pedro.
Él había visto lo que iba a suceder por que Su Padre
se lo reveló y
Había orado por la “victoria”
de Pedro para que animara a sus hermanos
a pesar de su fallo en la fe.

“. . . y tú, una vez vuelto,
confirma a tus hermanos.”#6

Jesús durmió durante la tormenta
pese a la angustia de los discípulos.
Le despertaron para que cuidara
de que no perecieran. Creyeron en la tormenta, en la muerte,
en la indiferencia de Jesús.
Así. . . ellos no creyeron al Hijo de Dios.

Pero Su Padre lo había dirigido al otro lado
de Galilea y Jesús no tuvo ninguna duda
acerca de su llegada.
Ninguna tormenta, por fuerte que fuera, lo llevó a una crisis de que podría ahogarse bajo la dirección de Su Padre.

Lo que Su Padre le encargó,
la fe de Jesús lo aceptó.

“. . .El cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz,
menospreciando el oprobio.”7


#6 Lucas 22:31
#7 Heb 12:2
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<CENTER>XI

Encontrando La Fe
</CENTER>

1. Fe y Amor
2. La Voz

1. FE Y AMOR
El Espíritu Santo, en muchos pasajes de la Biblia, vincula fe con el amor.
“Lo que cuenta es la fe,
una fe activa por medio del Amor.”

Gál 5:6 DHH

El Gran Mandato del Señor Jesús
- solo se reduce a. . . Amar. -

La Ley del Antiguo Testamento fue satisfecha en Jesús.
Pero Él nos dejó la Verdadera Ley,
tan Sencilla (pero imposible) Mandó Amar.

En esa obediencia la Fe crece. ¿Crece tu fe?
Pide Amor - no el amor humano – sino que el Amor Divino inunde tu corazón.
Amor ferviente.
Amor incondicional.

Sin el Amor de Dios, la fe - aun cuando grande - pierde su valor eterno.
“Si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.” I Cor. 13:2b

Soy nada. . .

La Biblia vincula la fe al amar, pero. . . .
nosotros separamos la fe
y hacemos de ella el fin último. ¿Por qué?
Porque queremos poder.
Vemos la fe como poder.
La humanidad quiere mover montañas,
¿y por que?, ¡para ser Alguien!
Pero con el espectacular mover-montañas por fe,
en ausencia de Amor, “Nada soy
en vez de Alguien.

Nuestro Dios de Apasionado Amor valora el Amor
Sobre todas las verdades espirituales.
Incluso la fe.
Nosotros también debemos valorarlo.
“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.”
I Cor. 13:13

A causa de nuestra auto-exaltación,
la fe no puede operar
sin el Amor de Abba Padre.

La Fe que agrada a Dios tiene el Amor como su meta
El Amor produce Fe.
. . .es de Humildes Pretensiones
El Amor que produce fe prefiere ser un Servidor en lugar de un soberano religioso.

Fe sin Amor es un estímulo para el Orgullo.
La fe agrada al hombre.
El amor agrada Dios.
Y Amar con Fe es la respuesta
de Su Plenitud.

Orar por Amor será contestado con Fe.
La esencia del Amor es creer
en el Amor de Dios que Todo lo Cubre.

“El conocimiento envanece, pero el amor edifica.”
I Cor. 8:1

2. LA VOZ
Lectura: Mateo 13; Lucas 8:11 - 18; Juan 15

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de
Dios.

Romanos 10:17

La FE viene oyendo - la Voz personal de Dios.
La humanidad debe vivir por “toda palabra que
sale de la boca de Dios.”
(Mat. 4:4)

¡Vivir por fe es vivir oyendo!
Sujetando cada duda a la Voz de Dios
sin otra solución que Oír
las palabras de Su boca.

La fe no se obtiene por el mero estudio
de las Sagradas Escrituras
sino oyendo del Autor de las Escrituras
el propósito personal para ti.

La Fe-Real debemos escucharla de la boca de Dios.
Y eso requiere buscar Su rostro.

Jesús vivió por la Voz de Dios, sólo Su Voz
sin otro consejo o remedio.
¡Y por esa Voz se preparó para
responder a Su Mortal Enemigo
y rendirle dejándolo sin poder
en las tentaciones del desierto!


Cuando Eva dejó de escuchar a su Creador,
escuchó a Su enemigo.

Somos oyentes. Vivimos escuchando.
La pregunta no es “¿cómo escuchar?”
Sabemos escuchar.
Todos demasiado bien.

La pregunta es: ¿a quién escuchas?
Hay sólo tres opciones.

La humanidad siempre está anhelando escuchar
de otro reino,
ese reino es del espíritu.

La Voz del Mal habla como sí
fueran tus propios pensamientos,
exalta o condena. . . ambos son mentira.
De esa “habla interior” salen los desastres.
Dios habla de cosas exteriores,
fuera de nuestra familiar degradación.
Comparte simplemente. . . la Verdad Suprema.
Y un Buen Futuro.

La Voz de Dios está viva. ¡Cree lo que habla!
Las Palabras llevan la Vida de Quien las habla.

Oír es vivir. Y ser creado dentro del pensamiento de Él.
Su Voz imparte la fe para que cumpla su fin.
Así. . . oír profundamente, ¡Oír es Creer!

La Palabra de Dios es una semilla, no un pensamiento.
No una idea, ni un principio o una noción.
Éstos están muertos.
Solamente comida para engordar el cerebro,
ninguna nutrición para el ser interno.

Sus palabras son de una naturaleza y origen completamente diferente al nuestro. Son Verdad.
Son Realidad, la Única Realidad. ¡La ÚNICA REALIDAD!


Sus palabras son ciertas. . . absolutas. . . penetrantes.
Nuestras palabras son tenues. . . pueden ser verdad, o no.

Sus pensamientos son Cuadros Vivientes, - no imaginación - y cuando habla o mira,
el misterio de Su poder
mora dentro de Sus Palabras, produciendo Vida.


La humanidad produce pensamientos-muertos- y
gira alrededor de ellos en charla necia.
En un diluvio de palabras en que volcamos afanados “pensamientos” inundando la tierra todos los días,
Solo la voz de Dios lleva Vida.

La Semilla Divina de Sus Calladas Palabras, es un grano diminuto que alberga una Explosión de Vida.
Alimento del corazón de Enorme Reproducción.

Él habla al piadoso y al impío.
Proclama Sus Palabras en una
ofrenda constante de Sus Amables Pensamientos.

Sus Palabras son abundantes, por la generosidad del
Corazón de Su Padre.
Es “Consejero Maravilloso”.

Ningún problema con el Dios que habla. Él habla.
Es el Sembrador que esparce Su Semilla preciosa.

Mire una semilla y verá una mota.
Pero comprender la maravilla de la semilla es ver su
fruto inacabable.
Formando la semilla a más semillas. . . para siempre.

La semilla debe tener su ambiente.
El potencial de la semilla
depende de su hogar.

Sobre el estante, sin plantar queda inactiva.
En arcilla dura se muere por el sol,
cuadro del corazón duro.
La semilla es comida por los pájaros del aire,
símbolo de los demonios.


La posibilidad de la semilla descansa
completamente en la tierra.
Vida o muerte queda en la condición de la tierra.

Y ése es Mí preparar.
La piedra de mi naturaleza pecadora debe ser sacada.
Deben arrancarse las cizañas de mis pecados.
Mi integridad debe absoluta al decir la verdad
en mi interior.

Cuando la Escritura se vuelve la Palabra por Su Voz
dentro de tu vida, sólo míralo fijamente.
Deja que la Palabra te posea, tómalo, que entre en ti.

Y cuando se planta la Semilla de Su Voz
en tu espíritu y encuentra un lugar listo en la oscuridad
de tú recóndito corazón
se libera a sí misma en una vida completamente nueva.

La nutrición para sostener esa semilla
depende del valor de su Fuente y Su Poder,
regada con la Escritura, enterrada en oración,
- con la paciencia del granjero -
esa Palabra/Semilla es dejada libre para
descargar su Energía Creadora y
fructifican y producen, algunas cien por uno,
otras el sesenta, el treinta”.

¿Eres la tierra rica?
¿Esta sembrada con Su voz?
¿Eres un jardín plantado?
¿Estás lleno de las semillas de promesa,
¿nutrido por el riego diario de la Palabra?

Entonces la fe crecerá fácilmente y milagrosamente,
como el fruto que solamente aparece en la vid sana.


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<CENTER>XII

La Semilla de Mostaza y los
Árboles de las Moras…
</CENTER>

Cuando Jesús habló acerca de La Fe, la semilla de mostaza fue su símbolo, “la más pequeña de las semillas”.

Sus discípulos oyeron que la voz de Dios es una semilla, escondida en el interior con poder de vida y reproducción, “algunos produjeron el treinta, el sesenta, y algunas cientos por uno.” Mateo 13.

La semilla de mostaza, es una representación de la Palabra Viva, impartida en el corazón de aquel que escucha
y llevando en sí misma
la fe misma de Dios,
traspasando la incapacidad humana para creer.
La Fe es una semilla sembrada, una partícula de Vida Celestial lista para echar raíces y crecer en la
tierra oscura de un corazón vacío. Lucas 8

La Fe no es la exaltación de un hecho elegido
por un ser humano,
imponiéndose a Dios para controlar sus obras.

Esta Semilla viene de una Esfera diferente,
muy superior, porque es Vida,
no solamente ideas o algo mental.

La Semilla de la Voz de Dios es derramada sobre nosotros cada día, por su gran generosidad.

Dios se goza en hablar a Su creación, y por
Su voz impartir el Potencial Vivo
de una partícula, que lleva en su interior
una dinámica explosión de fruto.

La única cosa que se necesita para tener fe es
un Oído Abierto a través de un Corazón Rendido,
arado y rastrillado
y no distraído por un
ansia de información y conocimiento mental.


<CENTER>Maria Oyó</CENTER>

La Fe es impartida por la Voz de Dios al
creyente que se encierra en soledad.
Oír es obtener a Dios.
“La Fe viene por el oír y el oír por la Palabra (la voz) de Dios.”

La Palabra por la voz del mismo Dios es única
porque es germinal, no es informativa.
Es una semilla de la reproducción de Dios,
capaz de cumplir su propósito.

Maria, la madre de Jesús, escuchó al ángel
y sabiamente buscó entender
aquellas Palabras Divinas.

“Para Dios nada es imposible y
ninguna palabra de Dios es sin poder o
imposible de cumplir”.
Lucas 2:37


La Explicación Divina le dio
un entendimiento sobrenatural.
Su obediencia no fue por deducción humana.
Sabiendo los propósitos de Dios y sus caminos,
ella se entregó a sí misma, su destino y su futuro
para que fuera tomado por la Semilla de Dios,
la Palabra personal para ella.
Entonces Maria dijo, “He aquí la sierva del Señor. Hágase conmigo según tu palabra.”
Esto es un recibir profundo de la Palabra...
Dándose a sí misma para
que fuera concebido el Hijo de Dios.

Así como el esperma lleva en él la vida del padre,
la Semilla-Palabra lleva interiormente,
la Vida Infinita del Padre Eterno.

Cuando Él habla, Su vida está en Sus Palabras,
Vida Reproductora o la Vida de Dios.

Y la semilla contiene junto con la Vida,
la fe del Mismo Dios
para su nacimiento.

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<CENTER>El Mover de Montañas y Árboles</CENTER>

Lucas 17:6 Si ustedes tuvieran una fe
tan pequeña como un grano de mostaza,
podrían decirle a este árbol: desarráigate y plántate en
el mar y les obedecería.

Mateo 17:20 Porque ustedes tienen tan poca fe,
les respondió. Les aseguro
que si tienen fe tan pequeña como un grano de mostaza,
podrán decirle a esta montaña:

“trasládate de aquí para allá”, y se trasladará. Para ustedes nada será imposible.

Si tuvieran fe (que vive) así como
un grano de mostaza.


Jesús comparó la fe con una semilla de mostaza.
La Fe debe ser una Semilla, no una opinión.
La Fe es como ser preñado con la Semilla
“Sea.. y fue.”


El propósito de la Fe es mover montañas
y desarraigar árboles.

“Las montañas” aquí simbolizan el
hombre de polvo engrandeciéndose mas y más
con montones de su sucio yo.
La montaña es orgullo, oscurece a Dios
y presuntuosamente toma su lugar.

Los árboles de balsamera son símbolo de la guerra
de los enemigos de Dios. I Crónicas 14:15.
Son árboles cuyas raíces se enredan
en nuestra humanidad terrenal,
obstáculos malignos, levantados
en el camino impidiendo la obra de Dios.

El propósito de La Fe es mover
montañas de orgullo humano y
desarraigar los árboles de interferencia maligna.

La fe es como una semilla de mostaza,
por la que Dios concede vida y poder.
La Semilla de su Voz Creadora.


<CENTER>Permaneciendo en Su Palabra</CENTER>

Si permanecieras en mí y mis palabras permanecen
en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho.
Juan 15:7.


La Oración es contestada, los deseos son cumplidos
cuando la Palabra, el Rema, de la Voz de Dios,
- especifica y secreta para aquel que escucha -
es alimentada y guardada como
una maravilla preciosa.

Este recuerdo de la creencia,
La Semilla Atesorada, puede
germinar y aparecer.

Nada puede detenerla.


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<CENTER>Los árboles en que anidan</CENTER>

La Fe es una Impartición Divina
para el engrandecimiento de Dios,
no para la promoción del yo.

Jesús fue tentado en el desierto
a usar la Palabra y el Poder de Dios para
el engrandecimiento de Su ego humano.

“Enséñame tu magia” - convierte las piedras en panes.
“Controla a la humanidad.” - gobierna reinos.
“Fuerza a Dios para que obre” - salta del pináculo del templo.

Controla - la materia, el hombre y al Creador,
todo para tu propia preeminencia.

Eso no es Fe.
Eso es perversión.
Dios permite que existan las dos en Su reino.
La Palabra de Dios habla, y nos presenta
una opción, una prueba.

En otras tres ocasiones, Jesús mencionó
la semilla de mostaza de la fe,
con una aplicación completamente diferente.

Mateo 13:31,32 Les contó otra parábola.
El reino de los cielos es como un grano de
mostaza que un hombre sembró en su campo.
Aunque es la más pequeña de todas las semillas,
cuando crece es la más grande de las hortalizas
y se convierte en árbol de modo que vienen las aves y anidan en sus ramas.

Marcos 4:30-32 También dijo,
¿conque vamos a comparar el reino de Dios?
¿Que parábola podemos usar para describirlo?
Es como un grano de
mostaza: cuando se siembra en la tierra,
es la semilla más pequeña que hay.
Pero una vez sembrada
crece hasta convertirse en el más grande de los
arbustos y echa ramas tan grandes que
las aves pueden anidar bajo su sombra.

Lucas 13:18,19 ¿A qué se parece el reino de
Dios?
Continuó Jesús.
¿Conque voy a compararlo? Se parece a un
grano de mostaza que un hombre sembró en su
huerto
.
Creció hasta convertirse en un árbol, y las
aves anidaron en sus ramas.

(Subrayado mío)

La Semilla Divina no es plantada en
la tierra para que crezcan raíces que engrandezcan al mundo. Es para cambiar la
faz y la geografía de la humanidad,
para conquistar lo invadido por el enemigo.

Su Palabra Hablada es para ser proclamada, no enterrada.
Extendida para Él, no acapararla para nuestro ego.

“Habla a la montaña.”

“Habla a este árbol.”

¿Puedes ver la diferencia entre
plantar en la tierra
y mover la tierra?
Su Palabra es para el engrandecimiento de Su reino,
y no el mío...


Estas tres semillas de mostaza fueron plantadas
por ambición personal, usando
a Dios para construir un reino humano,
suntuoso y enraizado profundamente en la
tierra de una vana ambición.
Los grandes árboles con
grandes raíces son “el amor al mundo”
mas que al cielo.


Somos peregrinos, no residentes.
Somos trigo que es segado continuamente.
No somos árboles perennes,
de gran altura.
Somos trigo común, cortado y servido para
saciar el hambre de Dios que tiene el mundo.

Jesús nos habló de “las aves”.

Los pájaros son “el maligno”. Mateo 13:19

La generosa Voz de Dios cuando se convierte
en promoción del yo, le da abrigo
al “maligno” que anida
dondequiera que el ego reina.
Esta es su propia naturaleza llena de maligna ambición.

La Palabra de Dios nos habla tan libremente,
que puede ser usada en
dos esferas espirituales opuestas.

Una es para mover montañas y árboles
que obstaculizan el camino de Dios.
La otra esfera son monumentos que se erigen
para ensalzar al ego.
Enormes árboles que excluyen al Señor
y le dan cabida a Su enemigo.

En el árbol grande, plantado sobre tierra sucia,
se esconde el maligno en la oscuridad de
su sombra y en sus ramas de religiosidad.

Dios por su don de la libertad,
permite que usted haga con Su Palabra
lo que quiera.

La Palabra sólo será sembrada en el
corazón lleno de limpia honestidad,
y lanzada al aire a través de su proclamación.

La Palabra no es para ganar un
impresionante trono para el yo,
ocultándolo con mundanalidad.

La Abundancia no es en sí misma algo malo.
Pero, lo importante es saber
¿Para quien es esa abundancia?

¿Cuál es su propósito?

¿Control o dominio Divino?
¿Tú Ego o Dios?

Dios permite que Su Preciosa Semilla sea
dada a todos.
Lo que hacemos con ella es el dilema.

Los árboles y la madera son símbolos de la humanidad.
Él fue clavado en un madero, colgado de una cruz para morir, clavando nuestra caída.

Cuando son cortadas nuestras raíces mundanas,
morimos porque hemos sido separados,
entonces podemos ser transformados en un arca
de Su Tabernáculo que contiene Su Presencia.


Él fue Carpintero, y usó
madera muerta, vaciando y allanando
una humanidad para que sean cunas para Su Divinidad.

Pero por favor, no seas un árbol en profunda oscuridad,
ocultamente atado a lo que es maldito.


<CENTER>***</CENTER>

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<CENTER>Hijo del Padre</CENTER>

No tenemos más poder por nosotros mismos que
el de un niño chillón.
¡Ese niño somos nosotros!
Ésa es la fuente del privilegio,
el derecho al poder.
Nuestra misma identidad.

Como un NIÑO - un niño pequeño - su nivel de vida
está determinado por su padre terrenal.
Si él es rico, tú eres rico.
Si él tiene poder, tú tienes poder.
Si tu padre viviera en deshonra, TÚ vivirías en deshonra
por compartir el mismo nivel social y
la misma reputación, que él.
Eres hijo de tu padre y eres conocido
por esa identidad.

Sus logros, su valor, su provisión,
todo estaba limitado por la situación y carácter de tu papá.
Viviste atrapado dentro de los límites de su estado y por las opciones de su vida.

Si optó por abandonarte, aún así
viviste bajo la ausencia de su carácter.
No estaba ausente. Su sombra estaba sobre ti,
aun no estando presente.

Vives por la precisa medida de la dignidad tu papá
cimentado, por sus valores.
Estabas sujeto a sus normas.
Encarcelado en sus prisiones.

Y eres como él. Por el vínculo inexorable de un hijo con
su padre - presente o ausente - eres como él.
Tienes su semejanza y compartes sus células.

Esa relación con el padre es la misma en el Reino de Dios. . .
pero el Cristiano tiene un nuevo Padre.
Y por consiguiente un nuevo estado, una nueva identidad.

Si alguno está en Cristo, nueva criatura es

2 Cor. 5:17

Nací en Dios. No sólo adoptado, ¡nacido!
Un “nuevo nacimiento” literal - no de una forma retórica.
Nacido en un Padre diferente, una nueva Familia -
una Vida completamente diferente, ¡Divina en origen y eterna!

No me elegisteis vosotros a mí,
sino que yo os elegí a vosotros


Juan 15:16

Mi primogenitura es que mi Recóndito Papá es el Propio Dios.
Mi tierno padre es el Creador.
Y yo soy Quién Él es. Vivo cuando Él vive. . .
porque soy Su niño.

Y Él vive más plenamente que los genes
y cromosomas de mi humanidad.
Su Ser está implantado en mi espíritu,
infundido en la médula de mis huesos.

Pondré mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las escribiré;
Y seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo.


Hebreos 8:10

Dios es mío. Y yo soy Suyo.

¡Cómo creyente vives en la identidad de tu Gran Padre!
¡Quién ÉL es! Ésa es la cuestión.
No quién soy.
Quién ÉL es.

No lo que yo puedo hacer. . .
Lo qué ÉL puede hacer.

No se miden mis meritos
cómo digno, cómo capaz. . .
sino que mi valor es según QUIÉN es mi Padre,
El “Quién” es el Ser más Alto, el Único Creador.

Mi valor no se queda en cuan amable soy.
y mi valor es según QUIÉN me ama.
El Quién es el Dios de Todo Amor.

Él es MI Padre.
Nací por Su amor, para ser Su compañero.

No quién soy. . . un ínfimo gusano en mi humanidad.
¡Quién ÉL es! Ésa es la completa medida de mi mérito.
La Identidad de mi Padre.

¡En Él, soy el hijo de - no UN rey - sino DEL Rey!
Soy Suyo, EN Él. Porque Él es Dios el Padre,
vivo en el privilegio de Su posición - qué es la autoridad
sino también en
la función de Su carácter - qué es la mansedumbre.

Debo vivir en la conciencia de “quién” soy pero
sabiendo “de quien soy hijo”.
No por ninguna lista de atributos,
no construyendo mi singularidad
sino por SUS atributos, Sus logros.

Mi singularidad se encontrará en la conciencia de mi Dios,
así como el verdadero niño es una criatura absolutamente original.

Tu y yo somos “niños.”
Nos llamaremos “niños de Dios” a lo largo de la eternidad.
No un adulto, independiente y autosuficiente,
sino un niño, siempre en la impotencia de esa posición.


La autoridad CON Dios viene cuando tomo mi lugar dependiendo como Su niño.
Puedo hacer las demandas a Él basado en mi impotencia
y mi primogenitura.
Una primogenitura dada y obtenida PARA mí, no,
ganada POR mí.

...los cuales no son engendrados de sangre,
ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón,
sino de Dios.


Juan 1:13

Debo vivir en la vulnerabilidad - incluso la impotencia -
ese es mi estado real.
Eso es lo que me pone en la condición de ser un niño.
Sólo la realidad.

Jesús estaba describiendo Su propio camino, y nos dio
la manera de entrar en el reino cuando dijo,

De cierto os digo, que si no os volvéis
y os hacéis como niños,
no entraréis en el reino de los cielos.


Mateo 18:3


Se, lo que eres. . . ¡por ti eres un niño!
Siendo un niño te pones en la posición tener un Padre
y todos los derechos de Su Posición.
Si eres un niño, entonces puedes tener un Padre.

Siendo un adulto independiente y autosuficiente,
habrás perdido el reino. . . y su Estimada Protección Paternal.

¡Posición! ¡Puesto Sobre todo el universo!
El Poder está en la posición.
Permite a Dios tener Su posición, hazte - como un niño - y
el poder sobre tu vida es automático.

La autoridad PARA Dios fluye de la rendición para
ser Su niño, derivando todo de Él,
sujeto a Su regla.

Ésa es la ausencia de orgullo. . . para vivir como un niño,
sin pretensión y vacío de poder.

La autoridad es la ventaja de la primogenitura
y viene precisamente de saber claramente
de Quien eres hijo. . .


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