Lectura de Hoy 23-11-00 Dia de Gracias

tejano

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5 Octubre 1999
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Yo, Juan, vi en la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono, un libro escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos. Y vi a un Angel poderoso que proclamaba en alta voz: «¿Quién
es digno de abrir el libro y de romper sus sellos?» Pero nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de ella, era capaz de abrir el libro ni de leerlo. Y yo me puse a llorar porque nadie era digno de abrir el
libro ni de leerlo. Pero uno de los Ancianos me dijo: «No llores: ha triunfado el León de la tribu de Judá, el Retoño de David, y él abrirá el libro y sus siete sellos.»
Entonces vi un Cordero que parecía haber sido inmolado: estaba de pie entre el trono y los cuatro Seres Vivientes, en medio de los veinticuatro Ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra.
El Cordero vino y tomó el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono. Cuando tomó el libro, los cuatro Seres Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron ante el Cordero.
Cada uno tenía un arpa, y copas de oro llenas de perfume, que son las oraciones de los Santos, y cantaban un canto nuevo, diciendo:
«Tú eres digno de tomar el libro y de romper los sellos, porque has sido inmolado, y por medio de tu Sangre, has rescatado para Dios a hombres de todas las familias, lenguas, pueblos y naciones. Tú has hecho de ellos un Reino sacerdotal para nuestro Dios, y ellos reinarán sobre la tierra.»

Palabra de Dios.


SALMO Sal 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b (R.: Apoc 5, 10)

R. Has hecho de nosotros un Reino sacerdotal para nuestro Dios.


Canten al Señor un canto nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que Israel se alegre por su Creador
y los hijos de Sión se regocijen por su Rey. R.

Celebran su Nombre con danzas,
cántenle con el tambor y la cítara,
porque el Señor tiene predilección por su pueblo
y corona con el triunfo a los humildes. R.

Que los fieles se alegren por su gloria
y canten jubilosos en sus fiestas.
Glorifiquen a Dios con sus gargantas:
esta es la victoria de todos sus fieles. R.


X Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19, 41-44

Cuando estuvo cerca y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo: «¡Si tú también hubieras
comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos.
Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te
atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti
piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios.»

Palabra del Señor.



Reflexión

En este Evangelio, Jesús, al llegar a Jerusalén y contemplar el exterior y el interior de la ciudad, con todas sus
injusticias y todas sus inmoralidades, lloró.

Esa Jerusalén que produce la tristeza del Señor es hoy nuestra alma, cada vez que estamos alejados de Dios.

Por eso nosotros no tenemos que ocuparnos de los males que recayeron en la ciudad de Jerusalén hace casi 20 siglos,
sino que tenemos que meditar sobre nosotros, sobre cómo está nuestra alma, porque la ciudad de Jerusalén, para
nosotros hoy, es nuestra alma.

Cuando estamos alejados de Dios, nos hacemos merecedores del castigo y nuestra alma se destruye

Cuando el cristiano rechaza a Jesús, rechaza su fe, su gracia , su amor, entonces le sobrevienen todas las penas.

En cambio, cuando estamos cerca de Dios, el Espíritu Santo, penetra nuestra alma, la purifica y empieza a levantar en
ella un edificio de virtudes, hasta que se instale en nuestra alma el amor y entonces vamos a conseguir en nuestra vida
PAZ .

Sólo cuando tengamos Paz en nosotros, vamos a poder escuchar a Dios. Escucharlo cuando nos dice que está
contento con nosotros, que está contento con lo que hacemos de nuestra vidas.

Cada día debemos analizar nuestra vida y preguntarle a Jesús, si cuando el Padre ve nuestra alma, cuando ve nuestra
vida, siente ganas de llorar, o si estamos en el camino correcto.

Cuando en este Evangelio dice que Jesús lloró sobre Jerusalén, pensemos también cómo reaccionaría Jesús con
nuestras ciudades hoy.

Jesús amaba su patria, su ciudad, y le duele que ella haya rechazado la salvación, y por eso se haya condenado.
Jerusalén va a ser destruida unos años más tarde.

Si miramos un poco nuestra ciudad, sin buscar demasiado, encontramos maldad, inmoralidad, soberbia, egoísmos, y
sobre todo mucha falta de amor, y entonces, no puede hacerse acreedora a la Paz de Cristo.

Hoy vamos a pedirle al Señor su Paz, porque nosotros queremos que aquí en nuestro pueblo, todos podamos convivir
en armonía, porque queremos que nuestros gobernantes sean rectos, porque queremos compartir con aquellos que
necesitan más que nosotros.

Nos proponemos hoy, analizar un poco si nosotros amamos a la gente de nuestra ciudad, si amamos a nuestra patria, a
nuestro pueblo, como Jesús amó al suyo. Y si lo amamos, entonces miremos un poco qué podemos hacer qué podemos
aportar para solucionar algunos de los problemas de su gente.

Por eso vamos también a pedirle a María que nos ilumine para que siempre sepamos descubrir y rechazar en nosotros y
en nuestro pueblo, las cosas que nos apartan de Dios, porque nuestra vida queremos construirla sobre los valores del
Reino, y muchas veces estamos ciegos y no nos damos cuenta de que nos alejamos del camino del Señor.

Por el dolor creyente que brota del pecado,
por no haberte querido de todo corazón,
por haberte, Dios mío, tantas veces negado,
con súplicas te pido, de rodillas, perdón.

Por haberte perdido, por no haberte encontrado,
porque es como un desierto nevado mi oración;
porque es como una hiedra sobre el árbol cortado
el recuerdo que brota cargado de ilusión,

porque es como la hiedra, déjame que te abrace,
primero amargamente, lleno de flor después,
y que a ti, viejo tronco, poco a poco me enlace,
y que mi vieja sombra se derrame a tus pies. Amén

Himno de la Liturgia de las Horas
 
Querido Tejano:

"Nos proponemos hoy, analizar un poco si nosotros amamos a la gente de nuestra ciudad, si amamos a nuestra patria, a nuestro pueblo, como Jesús amó al suyo. Y si lo amamos, entonces miremos un poco qué podemos hacer qué podemos aportar para solucionar algunos de los problemas de su gente."

La verdadera misión de un cristiano que sigue a Jesús es hacer lo que Él hizo. Salir de este mundo. Para eso tiene que despojarse de todo, de todas las apetencias y de todos los apegos, y el amor a la patria, a nuestro pueblo y a nuestros semejantes son apegos que hay que abandonar. Aquí es donde falla las enseñanzas católicas en todos los países, que se puede apreciar dramáticamente en el pueblo Vasco. De aquí surgen amores desmesurados a aspectos raciales, patrióticos y culturales. Pero Jesús era drástico en esto. "Déjalo todo y sígueme". Hay que dejarlo todo y hay que decirlo así para que la gente no se confunda y crea que está en el buen camino. Todos estos nacionalistas, patrioteros y buscadores de raíces étnicas o antropológicas están muy equivocados, y la iglesia católica cae en el error de fortalecer y propiciar todo tipo de malentendidos en las cosas de Dios. En estos casos la iglesia católica paraliza su desarrollo y encuentro con Dios. Y esto Dios no lo puede perdonar.

Un abrazo.

[]Cedesin>
 
Gracias a Dios por todo lo que nos dá:

La Vida, la Tierra, la Patria, la famila,
y todos los bienes que provienen de El.

Y gracias tejano por tus aportes.


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El Reino de Dios, aunque sólo se consumará en la Eternidad, se debe comenzar a construír desde este mundo.

Aquí será un "Signo",
allá será "Todo en todos".

¡ Abbá, venga tu Reino !
 
Querido Tejano y Pope:

Hay que hablarles así:

Tú no buscas libertad,
Tu buscas una esclavitud de otro signo.
No te atreves a ser libre,
No te atreves a soltar las muletas,

A deshacer toda idea impuesta
En la que basas tus principios
Esto es tarea de valientes,
Y tú eres un cobarde, enmascarado.
Y los cobardes se esconden tras libertades
De pacotilla, en nacionalismos en ideologías
De pacotilla.

Si quieres ser libre, suelta toda ideología,
Suelta toda idea del mundo,
Suelta toda idea preconcebida,
Y suelta toda idea de sociedad.
Atrévete a quedarte vacío,
Suelta todo principio autoimpuesto
Suelta todo lo que has aprendido.
Las ideas son los barrotes del alma humana.

Pero es más fácil luchar por la libertad de fuera,
¡Atrévete a mirar dentro de ti!
Veras que todo son excusas,
Excusas para no emprender, el cambio
Que te hará absolutamente libre.
Sí, te hará también sufrir,
Todo cambio exige sufrimiento,
Pero es la única manera,
De ser absolutamente, libre.

Esto es una oración.

Un abrazo.

[]Cedesin>